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EEUU-Honduras, ¿El fin de la luna de miel?

Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Tras cumplir sus primeros seis meses de gobierno, la administración de la presidenta Xiomara Castro comienza a sentir los avisos de sectores claves de Estados Unidos, tanto en el aspecto político como económico, aunque las respuestas a los mismos parecen ser disonantes.

– Washington empezó a enviar mensajes directos al gobierno de Castro. La administración hondureña mantiene un discurso orientado a abogar por la “soberanía” del país.

Y lo anterior se manifiesta con las medidas defensivas adoptadas en los últimos días y refrendadas en las últimas horas por el gobierno hondureño, que designó como su consultor o lobista en Washington al exembajador estadounidense en Honduras, HugoLlorens, que justamente estaba en el país durante la crisis política de 2009 que culminó con la salida del poder de Manuel Zelaya, esposo de la mandataria Castro.

Las relaciones de Castro con Washington comenzaron de buena forma, cuando a su toma de posesión acudió la vicepresidenta Kamala Harris, algo que fue promocionado por Libre como un éxito, ya que en las últimas tomas de posesión las delegaciones norteamericanas eran de menor nivel.

Los desencuentros comenzaron a aflorar en los primeros meses, cuando Xiomara Castro se negó a aceptar una invitación del presidente Joe Biden para que acudiera a la Cumbre de las Américas, en rechazo a que Washington no invitó a los gobernantes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, aliados claves de la mandataria y su partido cuando estaban en oposición.

Síntomas iniciales

El primer indicio que llegó desde el norte, fue la elevación del riesgo país en el Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI, por sus siglas en inglés), elaborado por el banco estadounidense J.P. Morgan ha sido dramático en el caso hondureño, ya que saltó del 2.99 a inicios de enero al 9.13 al 1 de julio.

Los responsables del EMBI han castigado el bono debido a que las nuevas autoridades fiscales hondureñas han enviado señales consideradas como preocupantes por el mercado, ya que primero hablaron de que recibieron un “presupuesto mentiroso” y luego en su reformulación lo elevaron en 52 mil millones de lempiras.

Previamente declararon una emergencia fiscal y por último indicaron que no acudirán a los mercados de bonos soberanos para hacer frente a los compromisos, sino que harán uso de las reservas internacionales del Banco Central de Honduras (BCH), para financiar sus gastos internos, debilitando con ello las reservas.

La cadena de señales se afianza cuando los efectos del alza permanente del índice de riesgo comienzan a sentirse en las calificaciones que se otorgan de parte de las agencias de riesgo, tanto al gobierno como a las empresas hondureñas que colocan bonos en los mercados interno y externo.

En ese sentido, la respuesta oficial ha sido señalar que recibieron un país quebrado y que los mercados fueron complacientes con la administración del exmandatario Juan Orlando Hernández y que en ese lapso no se hicieron las verificaciones adecuadas.

Moncada insiste en culpar al pasado sobre lo que considera una situación fiscal y financiera destruida. El miércoles escribió en su cuenta de Twitter “La destrucción de las finanzas públicas ha sido brutal en 13 años post golpe. Empeñaron, vendieron, privatizaron, endeudaron y corrompieron todo. En estos 6 meses, aún con la grave crisis internacional; avanzamos con fe hacia la Refundación de la Patria”.

En tanto, la paciencia estadounidense comienza a agotarse y el consejero económico de la embajada norteamericana en Tegucigalpa, Scott Hansen, le respondió en la misma red de Twitter que dejará el discurso interno, ya que justamente esas lecturas también las realizan en el exterior los mercados y los analistas de las agencias calificadoras de riesgo, más interesados en escuchar las soluciones del gobierno hondureño que sus lamentos.

“Estimada Sra. Ministra, a pesar de que mensajes como este son para el pueblo de Honduras, llegan a los oídos de todo el mundo, incluidas las personas que calculan las calificaciones crediticias en S&P, Moody’s, y Fitch. Ayúdalos con menos de la destrucción, más de la estrategia!”, fue la respuesta del consejero Hansen a la ministra Moncada.

Y es que los mercados ya dieron el tiempo de aprendizaje a la nueva administración gubernamental hondureña y ahora reclaman cuales son las propuestas para los diversos problemas que enfrenta la economía del país, atrapada en un gasto gubernamental creciente, alta deuda y un bajo crecimiento económico, que no puede satisfacer las necesidades de empleo de la población y llenar las arcas estatales para que continúe con su ritmo acelerado de gasto público.

S&P lanza balas de salva

Y hace unos días la calificadora de riesgo Standard & Poor’s lanzó balas de salva al gobierno hondureño en cuanto a su calificación de riesgo para los próximos meses, advirtiéndole que “sí el deterioro fiscal empeora la carga de la deuda soberana más allá de nuestras expectativas”, degradará la actual calificación de BB-/B, para la deuda externa e interna, así como la de corto y mediano plazo.

S&P, la más influyente de las tres agencias globales, mantuvo la calificación que el país posee desde el 18 de julio del 2017, aunque rebajó de estable a negativa la perspectiva de la misma, el primer paso para su degradación sí  la parte fiscal empeora.

 “La perspectiva negativa refleja nuestra opinión de que hay al menos una posibilidad entre tres de que rebajemos la calificación de Honduras en los próximos seis a 18 meses”, indicó S&P en su informe sobre Honduras.

Los especialistas señalaron que el informe destaca que el país cuenta con reservas para hacer frente a sus compromisos futuros, buenas reservas internacionales, pero alertan que el uso de las mismas es una señal de advertencia.

El exministro de Finanzas y dirigente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep),  Arturo Alvarado, indicó que el informe de Standard & Poor´s refleja el riesgo en el deterioro de las finanzas públicas.

“La perspectiva negativa refleja el riesgo de un deterioro en las finanzas públicas en cuanto a la política fiscal que podría tener un ascenso en el déficit fiscal”, dijo Alvarado.

El directivo del Cohep agregó que se mantienen las calificaciones actuales con un riesgo en el futuro de que haya un menor crecimiento en la economía hondureña, manteniendo una política fiscal cautelosa.

Subrayó que la nota conseguida por el país es de precaución para que el gobierno salga adelante para evitar que haya mayor deterioro en las finanzas.

De su lado el economista Roberto Lagos manifestó en su cuenta de Twitter que la calificación significa que el gobierno de Honduras cuenta con alguna capacidad de pago – los principales factores que se toman en cuenta en la metodología incorporan evaluaciones en las áreas institucional, económica, externa, fiscal y monetaria.

Se remarca que la calificadora S & P mantiene la calificación BB-/B sin embargo, la perspectiva pasó de estable a negativa. Lo anterior debido a que S & P tiene expectativas de deterioro fiscal que podrían impactar significativamente la deuda soberana de Honduras, señala el economista en su red social.

Asimismo, Lagos indica que “cabe señalar que desde el 2017 este indicador no muestra avances debido al fracaso en la reforma del sector eléctrico de la administración Hernández y al nulo avance y debilitamiento institucional durante ese periodo”.

La respuesta gubernamental, por medio de la ministra Moncada, es la de congratularse y felicitar a la administración porque la agencia mantuvo el grado de calificación de BB-/B al gobierno de Castro, a pesar de haber recibido una administración tan inestable, señaló la funcionaria en su cuenta de Twitter.

La ministra Moncada lamentó que S&P no reconociera los logros en materia de recaudación fiscal, los cuales han mostrado alzas de 16.3 % hasta junio en materia tributaria.

Lista Engel

En Lista Engel por corruptos, dos vicepresidentes del Congreso y un asesor presidencial

Casi simultáneo al informe de S&P, el gobierno norteamericano publicó el primer informe de la Lista Engel, válido para el primer semestre del 2022, donde incluyó a figuras de peso del partido Libertad y Refundación (Libre).

A pesar de que son 15 los hondureños incluidos en la lista, el malestar gubernamental se centró en que la lista incluía al alto asesor presidencial Enrique Flores Lanza y a los vicepresidentes del Congreso Nacional, Rasel Tomé  y Edgardo Casaña, acusados de actos de corrupción que provocaron daños al tesoro nacional.

Inmediatamente el gobierno, por medio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, emitió un comunicado señalando que la lista es injerencista y reivindicó la soberanía del país para rechazar que los tres funcionarios fuesen incluidos en la lista de Washington.

La reacción gubernamental ha sido de profunda incomodidad, aunque la respuesta norteamericana no se hizo esperar y la embajadora de Estados Unidos en Honduras, Laura Dogu, fue frontal al señalar que “no queremos corruptos, ni su dinero en Estados Unidos”.

Aunque las dos partes se reunieron y fijaron las condiciones de su trabajo a futuro, como lo reportó la embajadora Dogu al postear en su cuenta de Twitter una reunión con el canciller Eduardo Reina, el secretario privado presidencial, Héctor Manuel Zelaya Castro y otros.

El secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Alejandro Mayorkas, recién visitó a la presidenta Xiomara Castro.

Visita de alto perfil

Tanto, que se anunció posteriormente que el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos,  Alejandro Mayorkas, llegaría al país para reuniones de trabajo el martes y miércoles para hablar de temas de migración, TPS y otros.

La presencia de Mayorkas, que tuvo un breve encuentro con la presidenta Castro, es especial, porque vino expresamente al país y no fue una visita en el marco de una gira regional como ocurre usualmente.

El hecho que haya sido una visita expresa y un encuentro breve con la mandataria Castro, indica que trajo un mensaje de Washington que todavía no se conoce su alcance.

Tegucigalpa aún carece de un embajador en Washington y aunque han pasado seis meses desde que el gobierno de Castro inició, Honduras únicamente mantiene a un encargado de negocios en la principal potencia del mundo. Altos funcionarios de la Cancillería han señalado que buscan con detalle a quien deberá representar al país ante el pueblo y gobierno estadounidense.

Pero frente a la ausencia de un jefe de misión en Washington; la respuesta gubernamental al día siguiente de la visita de Mayorkas fue anunciar la contratación del exdiplomático Llorens como consejero del gobierno para que ayude a la administración Castro a navegar en las aguas del Congreso, del gobierno de Joe Biden y otros sectores claves en Washington, una decisión que señala que algo se mueve en los tapetes de ambas capitales. (PD).

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