San José – Las autoridades de Costa Rica desarticularon este martes una banda narcotraficante con nexos en Colombia, a la que durante 2018 le decomisaron unas 2,5 toneladas de cocaína.
La Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) efectuaron este martes ocho allanamientos en la localidad de Golfito, provincia de Puntarenas (Pacífico sur), y uno en Belén, provincia de Heredia (Centro), y arrestaron a siete sospechosos.
Los detenidos son un colombiano de apellidos Ramírez Arteaga, presunto cabecilla del grupo criminal, y cinco costarricenses de apellidos Gómez Quirós, Díaz Chaves, Campos Marín, Castillo Alfaro y Villalobos Cavallari.
También fue detenido un funcionario del Juzgado Penal de Golfito, de apellidos Castillo Chavarría, a quien se le investiga por supuestamente facilitar información a los narcotraficantes, indicó el Ministerio Público en un comunicado.
En los allanamientos las autoridades decomisaron armas de fuego, papelería de las embarcaciones presuntamente utilizadas para el trasiego de la droga, dinero en efectivo y documentación relevante para la investigación.
Las autoridades costarricenses calculan que esta organización operaba en el país desde julio de 2017 trayendo cocaína desde Colombia en embarcaciones a través del Pacífico.
En total, a esta organización las autoridades de Costa Rica decomisaron 2.539 kilos de cocaína durante 2018 en aguas del Pacífico.
El primer decomiso ocurrió el 25 de agosto de 2018 y fue de 34 kilos; el siguiente fue el 14 de noviembre y de 1.005 kilos y el último el 16 de noviembre y de 1.500 kilos.
Los sospechosos enfrentarán cargos por tráfico internacional de drogas, delito que en Costa Rica se castiga con un máximo de 20 años de prisión.
Costa Rica es considerado por las autoridades antidrogas como un sitio de paso de la droga, pero también de almacenaje, operaciones en las suelen participan personas costarricenses en alianza con grupos extranjeros.
El año pasado, este país de 5 millones de habitantes, alcanzó el récord de decomisos de droga de 33,6 toneladas de cocaína, así como 6,7 toneladas de marihuana.
Además, ese año las autoridades confiscaron dinero en efectivo a las bandas narcotraficantes por 3,7 millones de dólares, 38.615 euros y 83,7 millones de colones (140.000 dólares).