El oscuro túnel en que transitan la ENEE, Hondutel y Banadesa

Tegucigalpa (Proceso Digital/ Por Alejandro García) – Las principales empresas estatales de Honduras se encuentran en agonía y su futuro se ve comprometido por sus crisis financieras o su casi nulo futuro de cara a los mercados donde operan.

Al menos esa es la visión que tienen los principales economistas, académicos y dirigentes del sector empresarial, conocedores del sector público de Honduras, que cada vez ven con preocupación como se bambolean las operaciones de las empresas públicas ENEE, Hondutel y Banadesa, entre otras.

El profundo hoyo de la ENEE

El caso más grave es la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), la principal compañía de Honduras, que a pesar de ser un monopolio estatal reporta pérdidas operativas anuales, tiene una deuda acumulada de más de 70 mil millones de lempiras, y sus pérdidas técnicas y no técnicas superan el 32 % de su generación.

Hondutel a la zaga de lo que no fue

En igual situación se encuentra Hondutel, que a pesar de que sus pérdidas son menores, su situación es comprometida de cara al futuro, ya que su importancia desapareció en la economía y en la sociedad, debido a que su cuota de mercado es ínfima, y se encuentra rezagada en todos los campos respecto a sus competidores privados.

Los trabajadores de la estatal denuncian la falta de pagos a tiempo y que están represadas la paga del décimo cuarto mes y otras conquistas.

La Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) no ha podido ponerse al día con los cambios tecnológicos, lo que ha hecho que los consumidores le den la espalda, y prefieran los productos y servicios de las empresas de telefonía celular que ofrecen paquetes integrados.

Un fantasma

Mientras el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa), es casi un fantasma en el mundo financiero estatal y los dirigentes del sector productor del campo se quejaron de que nunca cumplió con los retos de ofrecer financiamiento de forma oportuna y en los volúmenes requeridos.

Los intentos de reformar Banadesa han fracasado, igual que sus juntas interventoras no pudieron reflotar al banco.

Cualquier decisión tendrá costos

El economista Claudio Salgado consideró que cualquier decisión que tome el gobierno sobre el futuro de estas empresas estatales, tendrá costos en el pueblo hondureño, sea impuestos o mayores tarifas.

Claudio Salgado, economista.

Avizoró que el destino de Hondutel será desaparecer, argumentando que el próximo gobierno no destinará recursos a la estatal de telecomunicaciones para su fortalecimiento.

“Es muy difícil en el caso de Hondutel que pueda competir con las telefonías móviles, el proceso de privatización fue un desastre y no se midieron las consecuencias”, declaró a Proceso Digital.

Salgado planteó que la única forma que Hondutel pueda operar es llevar la telefonía fija a lugares donde no hay, o llevar el internet en las zonas donde las compañías de telefonía móvil no acceden.

Recordó que los últimos años de la empresa estatal de telefonía ha sido abandonada y no ha tenido nuevas inversiones.

De igual manera, opinó que Banadesa va encaminado en la misma ruta de Hondutel: a desaparecer, alegando que ha habido varios casos de corrupción, no hubo investigación y no se recuperó la mora.

“La mora que tiene la están pagando al 2 % los préstamos que tiene, ningún banco va a sobrevivir; por más que uno quiera rescatar Banadesa tampoco se va a poder”, conjeturó.

Indicó que el último gobierno ha postergado la decisión de cuál será el futuro de Banadesa.

¿Privatizar la ENEE?

En cuanto a la ENEE, el economista señaló que es la empresa más rentable en comparación con Banadesa y Hondutel, pero, a su criterio pretenden privatizarla.

Criticó que la infraestructura de las empresas estatales, que se compraron con préstamos, sea entregada a sectores privados.

Salgado denunció que los últimos gobiernos han tenido un plan de negocios con los recursos públicos al vender las empresas públicas, los recursos naturales y el territorio.

El economista afirmó que bastará más de un período presidencial para resolver los problemas de las empresas estatales.

“Todos esos contratos han sido a favor de privados y esa elite no va a querer que le quiten esos privilegios”, opinó.

Remarcó que ningún economista u otra persona posee “la varita mágica” para saber cuál debe ser el siguiente camino que debe tomar la empresa estatal y que no represente altos costos al pueblo hondureño.

Lamentó que la Ley General de la Industria Eléctrica se aprobó en 2014, pero que han transcurrido siete años y no ha habido soluciones.

Prevé que la ciudadanía hondureña será demandada por la ineficiencia y la corrupción de los funcionarios que concedieron beneficios a cambio de millones de lempiras.

Salgado concluyó que no es optimista respecto al futuro de estas tres empresas estatales, aun con el cambio de gobierno el próximo año. (ag)

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