Al menos ese es el sentir que han exteriorizado aquí los agentes y la delegación que representa a Honduras ante el máximo tribunal de justicia del mundo, cuya sede se encuentra en esta ciudad del norte de Holanda.
Aunque toda Honduras espera con optimismo el fallo que emitirá la Corte Internacional de Justicia, a la vez sus autoridades diplomáticas recomiendan “esperar este resultado con mucha prudencia y con mucha madurez independientemente de cual sea el mismo”.
El próximo lunes 8 de octubre a las 3:00 de la tarde hora de Holanda, 7:00 de la mañana hora de Honduras, los 15 miembros que integran la CIJ emitirán el fallo que delimitará las posesiones de Honduras en el Caribe y pondrá fin a un largo e histórico litigio con la vecina nación que se extendió a lo largo del siglo pasado y principios de este.
Una historia de controversia
Las diferencias limítrofes entre Honduras y Nicaragua se remontan a finales del siglo 18, durante el 19 y principios del 20.
La cuestión de límites fronterizos entre ambos países tiene su origen en el reclamo que hace Nicaragua a Honduras en 1858 sobre territorio en el Valle El Espino, jurisdicción de San Marcos de Colon, Choluteca, en el sur del país.
Vale decir que en aquel momento Nicaragua pretendía una amplia franja de tierra hondureña que se extendía muy adentro de los departamentos de Choluteca, El Paraíso, Olancho y Gracias a Dios.
Después de varios intentos fallidos por establecer un acuerdo que permitiera delimitar la frontera, los gobiernos de ambos Estados celebran finalmente el Tratado Bonilla-Gamez el 7 de octubre de 1894.
Este tratado permitió la integración de una comisión mixta de limites que en primera instancia logró delimitar la frontera desde el sector del Amatillo hasta el Portillo de Teotecacinte, no obstante, hasta este ultimo punto surgieron desacuerdos en los delegados para fijar los límites hasta la desembocadura del río Coco o Segovia en el cabo de Gracias a Dios.
No habiendo acuerdos en este punto, el 2 de octubre de 1904, ambos Estados decidieron someter el caso al arbitraje de Su Majestad el Rey de España, Alfonso XIII, quien finalmente dictó el laudo el 23 de diciembre de 1906.
El Laudo ratificó las posesiones de Honduras desde el punto denominado Portillo de Teotecacinte hasta la desembocadura del río Coco y Segovia y el Cabo de Gracias a Dios.
Posteriormente a este fallo arbitral, Nicaragua intentó desconocerlo y se mantuvo así hasta que el caso fue nuevamente elevado a la Corte Internacional de Justicia el 1 de julio de 1958.
Es importante señalar que en casi medio siglo transcurrido entre el 11 de abril de 1911 y el 1 de julio de 1958, fecha en que se elevó el diferendo a la CIJ, en dos oportunidades se trató de resolver la controversia por la vía de la mediación amistosa bajo la intervención de Estados Unidos, Costa Rica y Venezuela.
El 18 de noviembre de 1960, la CIJ emitió el fallo definitivo ratificando las posesiones de Honduras establecidas en el Laudo del Rey de España y obligando a Nicaragua a cumplirlas al pie de la letra.
En esa controversia los agentes de Honduras en La Haya fueron los doctores Ramón Ernesto Cruz , Esteban Mendoza y José Ángel Ulloa, quienes fueron asistidos por el entonces embajador de Honduras en Francia, Carlos Roberto Reina.
El caso reciente
A pesar de la sentencia arbitral de la CIJ, Nicaragua siempre ha mantenido vigentes sus pretensiones sobre territorio y espacios marítimos de Honduras, las que se reavivaron el 30 de noviembre de 1999, cuando el Congreso Nacional hondureño ratificó el tratado de límites con Colombia.
Según Nicaragua, el tratado entre Honduras y Colombia, firmado en 1986, lo despoja de 130,000 kilómetros cuadrados de espacio marítimo al fijar la frontera en el paralelo 15, pues ese país reclama el paralelo 17.
Este convenio dejo bajo soberanía de Colombia el archipiélago de San Andrés y Providencia que también Nicaragua reclama.
Honduras mientras tanto considera que la línea tradicional y consuetudinaria es el paralelo 15.
Inmediatamente después de la ratificación del Tratado por parte de Honduras, Nicaragua impuso en represalia el famoso “impuesto patriótico” del 35 por ciento y el 9 de diciembre de 1999 elevo sus reclamos a la CIJ.
Desde esa fecha ambos estados presentaron las memorias y las contra memorias del caso, posteriormente la replica y la duplica. Finalmente a principios de este año se celebro la fase oral del juicio con la exposición y defensa de los argumentos de los representantes de cada uno de los dos estados.
Cabe resaltar que además de la negociación directa, Honduras ha acudido tres veces a procedimiento arbítrales en la controversia con Nicaragua, con Guatemala y Estados Unidos por las Islas del Cisne, cuatro veces a la Corte Internacional de Justicia (en los diferendos con Nicaragua en dos oportunidades y con El Salvador también en dos oportunidades) y dos a procedimientos de mediación.
En todas sus delimitaciones Honduras ha aplicado consistentemente los medios diplomáticos y jurídicos para la solución de conflictos, haciendo uso de la negociación, los buenos oficios, la mediación y los procedimientos judiciales y el arbitraje.
Optimistas
El embajador de Honduras en la Haya, Julio Rendón, se mostró optimista de que una vez mas Honduras saldrá airosa de este nuevo caso, ya que los argumentos presentados por Honduras en el juicio demuestran que a los largo de su historia el Estado hondureño ha ejercido soberanía en el paralelo 15.
Julio Rendón
Durante el juicio con Nicaragua, Honduras ha sido asesorado por un grupo de experimentados y reconocidos juristas internacionales entre ellos, Luís Ignacio Sánchez Rodríguez, Pierre-Marie Dupuy, Christopher Grenwood, Philipe Sands, Richard Meese y Carlos Jiménez Piernas.
Los agentes en el juicio fueron Max Velásquez Díaz, actual embajador de Honduras en Francia; Roberto Flores Bermúdez, ex canciller y actual embajador en Washington y el coagente Julio Rendón, embajador en La Haya.
Rendón indico a Proceso Digital que la seguridad de ganar este juicio se fundamenta en el laudo del Rey de España y también en el hecho que Honduras ha mantenido su soberanía histórica en el paralelo 15 y que ha sido la línea tradicional y consuetudinaria que ha marcado las fronteras con Nicaragua.
Además, señala que los argumentos esgrimidos por Nicaragua no son de suficiente peso y algunos son hasta erróneos, tomando en cuenta que arguyen la existencia de islotes y una depresión submarina en el cabo de Gracias a Dios que les pertenecen a ellos y desde los cuales trazan sus líneas.
Por otro lado, plantean que la línea divisoria en el paralelo 15 debe ser dividida equitativamente, es decir, que los jueces de la CIJ delimiten la frontera en el paralelo 16 en la búsqueda de una solución salomónica.
Es de hacer notar que en el fallo que se emitirá el próximo lunes, no estará presente el canciller Milton Jiménez Puerto, pues estará acompañando al presidente Manuel Zelaya en su visita a Cuba, en donde suscribirá el tratado de límites con esa nación caribeña.
La delegación que arribo en las ultimas horas aquí en la Haya es encabezada por el vicecanciller Eduardo Enrique Reina.
Honduras ya delimitó sus fronteras marítimas con Colombia, México, Gran Caimán y está pendiente de hacerlo con Jamaica, Cuba, Belice y Guatemala.