La obra se presenta en público en la sede del Instituto Cervantes en Manhattan y reflexiona sobre las consecuencias y los efectos de aquella tragedia sucedida hace hoy seis años.
«Creo que hasta cierto punto y sin pretenderlo se convierte en un manual de memoria colectiva sobre el 11 de septiembre», manifestó Scarpellini en una entrevista con Efe.
El periodista madrileño -quien ha trabajado en los últimos años para el diario hispano Hoy en Nueva York y ahora es redactor jefe de la misma publicación en Los Ángeles- ha recogido para este libro los testimonios de gente que vivió bajo muy diversas circunstancias los atentados.
Un bombero, un cocinero, un limpiador de ventanas o un policía enfermo, Bob Williamson, fallecido hace sólo tres meses, explicaron, junto a otros seis neoyorquinos, detalles y vivencias a este profesional afincado en EEUU y que durante algo más de seis años ha vivido en la ciudad de los rascacielos.
Scarpellini incluye además el relato de su propia experiencia en aquel trágico día. «Vi cómo se colapsaba la Torre Sur. Intenté escapar para salir de la columna de humo pero no corrí lo suficiente y me tragó completamente. Pensé que no lo contaba», recordó.
Su trabajo como periodista durante los días posteriores a los atentados le permitió descubrir historias como la de Iris Vale, una puertorriqueña que buscaba con desesperación a sus dos hijos entre las fotos que se mostraron durante meses en la estación de Grand Central.
Scarpellini elaboró las entrevistas en que se basan los relatos durante un periodo de tres años y opinó que ahora «el ánimo está bastante recuperado, bastante diluida la sensación de tristeza en la ciudad. Se piensa más en lo que se va a construir que en lo que pasó».
«Creo que la tristeza sólo se da en Nueva York cuando es el aniversario» y «no veo que haya menos energía o que esté paralizada. La ciudad se va reinventando cada año», concluyó.
