- Los menores dicen temer “ser víctimas directas o indirectas de agresiones por parte de los manifestantes y de los policías ó militares que se enfrentan en las calles”.
Los menores, dice el organismo en un comunicado, que durante los 90 días de violencia política “se ha incrementado el número de niñas y niños que sobreviven en las calles, pidiendo refugio en nuestro albergue, manifestándonos el miedo que tienen de ser víctimas directas o indirectas de agresiones por parte de los manifestantes o de los policías y militares que se enfrentan en las calles”.
“Los niños y niñas han venido a nosotros para ser atendidos por los efectos de los gases lacrimógenos o han tenido que protegerse de los proyectiles o piedras lanzados por los policías y los manifestantes opositores al actual régimen de gobierno”, agrega la comunicación.
Otro aspecto que ha impactado en la vida y desarrollo social de los niños y niñas es que el sistema educativo público esta prácticamente paralizado, perdiéndose muchos días de clases, en escuelas y colegios públicos, que son los centros donde asisten los hijos e hijas de la mayoría de la población, incluyendo los niños y niñas que atendemos en Casa Alianza.
“Hemos podido percibir –agregan- que personas menores de edad se han visto involucrados en actos de violencia social que ponen en alto riesgo su integridad física y su vida, ha existido detenciones de adolescentes por parte de las autoridades por participar en estos actos y más de algunos han recibido traumas que les han provocado lesiones en sus cuerpos”.
Agregan que como consecuencia de la crisis, “la salud de los niños y niñas también se ha visto afectada por esta crisis política, se ha provocado un trauma psicosocial que ha producido colectivos de personas donde se incluyen niños, niñas y jóvenes que han establecido relaciones basadas en la violencia, la polarización social y creencias estereotipadas que ha provocado en niños, niñas y jóvenes y la población en general, la existencia de personas con sentimientos de desesperanza, depresión y la desconexión cognitiva de la realidad, lo cual es altamente nocivo para la salud mental individual, familiar y colectiva.- Los niños, niñas y jóvenes están siendo atrapados por un discurso y una practica social que legitima la violencia”.
En el ámbito de la microeconomía de las familias también se denota un efecto negativo, donde miles de niños y niñas contribuyen para el sustento diario através de arduas faenas de trabajo en las calles intentando vender sus mercaderías, ellos y ellas han visto mermados sus ingresos diarios, los cuales los pone en situaciones muy difíciles para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, alquiler y salud, obligándolos o volviéndolos mas vulnerables ha ser explotados o sometidos a otras formas de violencia como la sexual comercial o laboral o expuestos a la explotación económica o mendicidad por parte de sus familias, indican.
Reiteran que “la crisis política actual, generadora de violencia política ha sido un ingrediente más que se ha sumado a la violencia social y estructural (económica) que viene afectando desde hace muchos años atrás a los niños, niñas, jóvenes y sus familias, sobre todo aquellos/as que por ausencia de verdaderas Políticas de Públicas de Protección Social, se han visto marginados y excluidos de la sociedad”.
Ante esta situación, Casa Alianza de Honduras llama las partes en disputa “para que establezcan un dialogo sincero que conduzca a una solución pacifica de la actual crisis política, que devuelva de alguna manera un poco de tranquilidad y sosiego a la sociedad en general, y que dediquemos nuestros mejores esfuerzos para construir una verdadera democracia, donde prevalezca el respeto a los derechos humanos y la convivencia social en paz y armonía para todos y todas los hondureños y hondureñas”.
Así mismo exhortan:
- A que las partes en conflicto se abstengan de utilizar o manipular a personas menores de edad para que participen de manifestaciones públicas o en actos que promuevan o generen violencia de cualquier tipo
- A los padres de familia y a la sociedad en general para que protejan a los niños y niñas ante cualquier situación de violencia ocasionada por la actual crisis política
- Que el Estado de Honduras al margen de la actual crisis política procure garantizar la supervivencia, protección y desarrollo integral de la niñez y la adolescencia de Honduras, cumpliendo con lo establecido en la Convención de los Derechos del Niño y demás leyes nacionales.







