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Comunidad internacional raya en lo absurdo al organizar un boicot a elecciones hondureñas

Tegucigalpa – Mientras Honduras se prepara para organizar las elecciones más organizadas y transparentes de su historia, absurdamente una parte de la comunidad internacional organiza desde ya un boicot a las mismas y pretende desconocer sus resultados, incluso antes de que se realicen.
 

* Mientras claudicaron frente a la Cuba de los Castro, buscan castigar a Honduras que organiza su octavo proceso electoral consecutivo

* Analistas proponen blindar comicios y darle legitimidad interna con una asistencia masiva a las urnas, para así no darle excusas a gobiernos izquierdistas de Sudamérica


La paradoja es que la comunidad internacional pretende desconocer que el pueblo hondureño acude a sus octavas elecciones generales, para renovar sus autoridades políticas desde el ámbito presidencial al municipal, mientras en otros países buscan que sus regímenes accedan a organizar comicios creíbles y libres.


De hecho la propia América Latina ha fracasado ante los deseos que en Cuba puedan haber elecciones libres y multipartidarias, ya que el régimen de partido único que impera desde hace 50 años no accede a permitir que su poder sea sometido al escrutinio de las urnas.


Ante esa realidad, virtualmente todos los gobiernos de la región prefirieron claudicar a sus postulados democráticos y optan por admitir la realidad que el régimen comunista de los hermanos Castro es el que ostenta el poder y por ello la representación de Cuba.


Pero luego que el Congreso Nacional destituyera a Manuel Zelaya de la Presidencia de Honduras y que este fuera expulsado del país, los gobiernos latinoamericanos y otros del Caribe aglutinados en la Organización de Estados Americanos (OEA) se plegaron a la tesis esgrimida por el gobernante venezolano Hugo Chávez que no reconocerían los resultados de las elecciones generales del 29 de noviembre del presente año.


Y su principal promotor fue el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que haciéndose eco de la tesis de Chávez la colocó en el torrente político de la organización y contaminó desde ese momento toda opción de encontrar una solución negociada.


Pero justamente son las naciones izquierdistas de Sudamérica quienes más hacen ruido con su propuesta de no reconocer las autoridades hondureñas, ya que condicionan todo al regreso de Zelaya a la Presidencia de Honduras, presionando para que las autoridades judiciales retiren los variados cargos que existen contra el ex mandatario por violación a la Constitución, abuso de autoridad y otros imputados por la Fiscalía General y que quedarían en la completa impunidad.


De Venezuela y sus socios de la Alba, como Ecuador y Bolivia, %26nbsp;aliados como Argentina y Paraguay, gobiernos moderados de izquierda al estilo Brasil y Chile, todos plantean que quieren a Zelaya en el poder y a partir de ahí reconocerán al ganador de las elecciones.


Y en el norte la cosa es similar, renunciando a su tradicional política exterior enmarcada en la Doctrina Estrada, México ha incursionado con furor en la política intervencionista con el caso hondureño y exige el regreso de Zelaya.


Patético

Pero el caso más patético es el gobierno de Estados Unidos que ha seguido la línea dictada por Chávez y desde la semana pasada clama que todo pasa por el regreso de Zelaya.


Ian Kelly, portavoz del departamento de Estado norteamericano, dijo la semana pasada que solamente reconocerán las elecciones generales si Zelaya está al frente del gobierno cuando s e realicen los comicios generales.


Pero el departamento de Estado había enviado una nota al senador Richard Lugar, el republicano de más alto rango en el poderoso comité de Relaciones Exteriores, el pasado 4 de agosto había dicho que su política hacia Honduras no estaba centrada en Zelaya.

«Nuestra estrategia para comprometernos (en la crisis) no se basa en apoyar a ningún político o individuo en particular», indicó la carta del departamento de Estado. «También reconocemos que la insistencia del presidente Zelaya en realizar acciones provocativas contribuyeron a la polarización de la sociedad hondureña y llevaron a una confrontación que desató los acontecimientos que terminaron con su remoción», decía la nota de la administración Obama dirigida al senador Lugar.

De manera que la secretaria de Estado Hillary Clinton busca una posición de satisfacer a sus dos clientelas en el Congreso estadounidense, la bancada oficialista de su partido Demócrata que hincha por Zelaya y a los Republicanos que se oponen a su regreso y que han bloqueado las nominaciones del designado subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos, Arturo Valenzuela, así como del embajador ante Brasil, Thomas Shannon.


Región

En Centroamérica, como es de esperar la Nicaragua de Daniel Ortega y el mandatario costarricense Oscar Arias buscan imponer el regreso de Zelaya por distintos motivos.


Ortega porque es un integrante del bloque de la Alba y el proyecto de Zelaya de la Constituyente busca también implementarlo en Nicaragua y Arias porque su famoso “Acuerdo de San José”, que básicamente consiste en imponer el regreso de Zelaya, está a punto de hundirse.


Resto de mundo

En la Unión Europea, la España del socialista José Luis Rodríguez Zapatero trata de vender su idea al resto de gobiernos que deben aislar a Honduras, no reconocer a sus futuras autoridades y apostar a Zelaya.

La posición española tendrá mayores posibilidades de ser efectiva el 2010, ya que Madrid asume el primero de enero la presidencia rotatoria semestral de la Unión Europea, por lo tanto Zapatero y su ministerio de Relaciones Exteriores podrá imponer en la agenda de Bruselas los temas a tratar.

Pero España cesará en la presidencia en julio, aunque retendrá cierta influencia, ya que las normas de la Unión Europea destacan que en política exterior funcione la famosa “troika”, o sea que la cancillería de la presidencia vigente se hace acompañar del país que dejó el mando, más la nación que la asumirá el próximo semestre.

Pero es probable que el nuevo gobierno que se forme en Alemania a finales de septiembre modere un poco la posición pro Zelaya de Zapatero y sus socialistas españoles.


De mantenerse la tendencia de las encuestas, los democristianos de Ángela Merkel podrán formar una coalición de centro derecha con el partido Liberal Demócrata de Alemania y con ello dar a los demócratas libres el control del ministerio del Exterior de Berlín.

Asimismo, Japón mantiene su posición de reconocer a las autoridades políticas que este en control del país.

De hecho Japón recientemente se comprometió a apoyar financieramente al tribunal Supremo Electoral (TSE) para que las elecciones se desarrollen normalmente.


Legitimidad interna

Pero ante el boicot externo que se organiza contra el pueblo hondureño y su proceso electoral, varios analistas hondureños proponen blindar el proceso electoral y el mismo viene de una amplia participación del electorado.

El analista Matías Funes dijo que lo más importante para Honduras es lograr la legitimidad interna con una alta participación de los hondureños en su proceso electoral.

De acuerdo a Funes una alta asistencia de votantes a las urnas dará una gran legitimidad y blindara el proceso.

De manera que la comunidad internacional no tendrá razones para criticar el proceso y algunos deberán aceptar reconocer a las autoridades que surjan de los comicios, aunque se sabe que la izquierda radical sudamericana no aceptará la derrota política.


Por su parte Adán Palacios, director de la organización de la sociedad civil Mirador Electoral, ha prometido que los comicios de noviembre gozarán de la mayor transparencia y que para ello desplegarán miles de observadores nacionales para supervisar los mismos y garantizar que cada voto emitido por los hondureños será tomado en cuenta y de ahí surgirán las autoridades legítimas del país para el periodo constitucional 2010-2014.

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