Proceso Digital conoció que los tres delegados plantean la posibilidad de una tercería, enmarcada en ley, de forma que Micheletti abandone
En tanto las medidas de presión que emanan desde Washington amenazan con endurecerse luego que se supo que la secretaria Hillary Clinton contempla declarar que lo sucedido en Honduras tipificaría como un “golpe de estado militar”.
Esta declaración oficial de los Estados Unidos podría redundar en una reducción de beneficios tales como la cuenta del Milenio y otras colaboraciones especiales de las que Honduras ha disfrutado tradicionalmente.
Frente a estos escenarios, otros actores del contexto nacional y especialmente del oficialista partido Liberal en el poder, estudian las posibilidades de que las elecciones se pospongan por un año. De este modo los liberales podrían recuperar su crédito entre los electores y evitar poner en riesgo el poder que, según los últimos sondeos, perderían sí se respeta el calendario electoral vigente.
A la especie que ha sido divulgada en medios de comunicación locales, ha salido al paso el presidenciable del partido Nacional, principal fuerza opositora, Porfirio Lobo, quien ha dicho que posponer las elecciones es una posibilidad “imposible” de ser aceptada por su partido.
“No se puede arreglar un problema generando otro” puntualizó Pepe Lobo, tras aseverar que hacer «cambios adicionales» va a complicar más la situación interna del país. Lobo dio estas declaraciones durante una comparecencia televisiva.
![]() | Sostuvo que la realización de las elecciones sigue siendo una de las mejores salidas para solventar la crisis e iniciar «un diálogo firme y constructivo para los cambios que necesita Honduras; sin diálogo, el país no tiene expectativas». |
El candidato nacionalista dijo que hasta ahora, «hemos sido condescendientes en muchas cosas porque no queremos la confrontación en la familia hondureña, al contrario, buscamos la reconciliación y el diálogo, por lo que son las elecciones una de las mejores salidas y todos debemos abocarnos hacia un proceso altamente concurrido y transparente», acotó.
En este marco y ahora frente a otra amenaza a la democracia, Honduras se aboca a la fase final de la campaña electoral, apenas quedan tres días para que todos salgan en veloz carrera y procuren cruzar la meta, a menos que alguno espere alcanzarla dentro de un largo año y por un bien disimulado atajo.








