Lluvias, enfermedades prevenibles y el ébola, las otras emergencias

Tegucigalpa – Octubre ha sido tradicionalmente un mes lluvioso y en el pasado reciente, ha dejado malos recuerdos, especialmente con el paso del huracán y posterior tormenta tropical Mitch. Hoy el invierno no es tan predecible como en el pasado.

 

Honduras es uno de los cuatro países más vulnerables del mundo y hoy el invierno se presenta cuando menos se espera, mientras el verano se prolonga más de lo debido. Los expertos dicen que todo ello es efecto del cambio climático.

 

Los inviernos, aseveran, serán cortos pero intensos, con más lluvia de lo deseado, mientras el verano será muy largo con la consecuente sequía que este año, sólo en Centroamérica, ha dejado pérdidas incuantificables, mientras en otros países del orbe la gente empieza a sentir la escasez de agua en zonas que creían seguras de cualquier riesgo. Ni Estados Unidos escapa a este fenómeno.

 

De ahí que las lluvias de este mes de octubre llegaran más temprano de lo previsto, en comparación con el año pasado. Estas precipitaciones se esperaban casi siempre para fin de mes, pero su aparición por diversos factores ha obligado a los agricultores, en particular a los de frijoles, a salvar cuanto antes la cosecha, antes de perder lo invertido.

 

Los fuertes aguaceros han llevado a las autoridades del Comité Permanente de Contingencias (Copeco), a activar su semáforo de alertas: todos los colores, rojo, verde y amarillo, se han activado según la intensidad de las lluvias en el occidente, el Valle de Sula, La Mosquitia, el sur y el centro del país.

 

Las primeras ayudas

 

Los primeros diez millones de lempiras para atender las emergencias han sido destinados por el gobierno, al tiempo que se redoblan los esfuerzos por recomponer la ya dañada infraestructura vial del país.

 

Los pronósticos dicen que las lluvias seguirán y que las zonas pobladas que habitan en los alrededores de ríos o quebradas deben estar vigilantes ante una evacuación de emergencia por la crecida de los mismos o por posibles deslaves en zonas vulnerables.

 

100

 

Sólo en el Valle de Sula se registran más de 480 damnificados y nuevos números de otras familias surgen de otras partes del país. En el sur, en el municipio de Goascorán, las autoridades de Copeco repartieron alimentos a unas 20 comunidades que fueron incomunicadas por el desbordamiento del río del mismo nombre que también ha causado estragos en el vecino país de El Salvador, en donde el río Goascorán, es una frontera natural que separa ambos países.

 

Esta semana las amenazas y los daños se han trasladado al centro y al sur de Honduras. Las siempre vulnerable Tegucigalpa y Comayagüela pasan malos momentos ante el desbordamiento del río Choluteca, mientras la zona Sur sufre las consecuencias de la crecida. Las lluvias, intermitentes, llegan en cualquier momento.

 

Pero las emergencias no se agotan con las últimas lluvias de este irregular invierno, al surgir otras amenazas conexas como es el rebrote de enfermedades prevenibles como el dengue o la leptospirosis, advierten las autoridades sanitarias.

 

Bredy Lara, jefe de Epidemiología de la Secretaría de Salud, dijo que las lluvias podrían dejar, aparte de los daños a la economía, las inundaciones y los damnificados, víctimas y desplazados, brotes de dengue y leptospirosis por la basura y el lodo que arrastran las aguas.

 

Las prevenibles y el pánico por el ébola

 

En el caso de la enfermedad del dengue, el país reporta actualmente más de 22 mil casos, de los que mil 700 son de dengue grave o hemorrágico. A la fecha han muerto cinco personas certificadas por Salud a causa de esa enfermedad prevenible, si la población aplicara las medidas de higiene básica en sus viviendas como el aseo y la limpieza de pilas almacenadoras de agua, entre otras.

 

Por si fuera poco, el país vive también una alerta ante un posible brote de chikungunya, una enfermedad que transmite el mismo mosquito que produce dengue. La comunidad de la Villa de San Francisco, en Francisco Morazán, fue la primera en presentar brotes de la enfermedad.

 

Las autoridades de Salud manifiestan que parte de los casos reportados en la Villa de San Francisco tienen todos los síntomas del chikungunya y se está a la espera de una certificación de los laboratorios de Estados Unidos a donde fueron enviadas unas muestras por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para confirmar la existencia del vector.

 

Aparejado a las lluvias, en el sur del país, tanto en el departamento de Valle como en Choluteca, las autoridades locales denuncian también que puede haber chikungunya y el parlamento hondureño aprobó una ayuda de 200 mil lempiras para la Villa de San Francisco por la enfermedad.

 

brote

 

En tanto, las autoridades del Hospital Escuela Universitario se abocaron al parlamento para gestionar un aumento presupuestario para atender los casos de chikungunya que lleguen al principal centro asistencial del país, además de otra amenaza grave y de la que nadie siquiera quiere imaginar su ingreso al país: el mortal ébola.

 

Considerado uno de los virus más mortíferos del mundo, la epidemia de ébola tiene de correr a varias naciones africanas, europeas y ahora en Estados Unidos, en una rápida expansión por casi todos los continentes que ha alarmado aún más a las Naciones Unidas y al planeta en general.

 

El subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Francisco Becerra, en una gira por Honduras, dijo que si bien este país está aplicando las medidas preventivas de rigor, todo parece indicar que el ingreso del ébola en América Latina puede ser inminente.

 

En el caso de Honduras, el país no está preparado para tantas emergencias sanitarias, de ahí que habrá que reforzar las campañas de concienciación para que la población aprenda a convivir con el riesgo que produce el cambio climático y el de las enfermedades prevenibles (dengue, chikungunya, leptospirosis) hasta el temible ébola. Estas son también las otras emergencias.

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