Tegucigalpa – Reactivar la economía y recuperar los cientos de miles de empleos perdidos por el doble golpe recibido por el país este año o incrementar el salario para los que aun conservan una plaza de trabajo es la disyuntiva que tendrán los negociadores que representen a empresarios, trabajadores y al gobierno.
– El salario mínimo de 2020 fue de 6 mil 762 lempiras con 20 centavos a 12 mil 357 lempiras con 84 centavos, según la actividad económica.
– Los dirigentes sindicales admiten que se vive una situación especial y uno de ellos pidió posponer la negociación a la segunda quincena de enero de 2021.
Esa situación es la que se ha venido planteando antes de que las puertas de los salones, que albergarán las negociaciones para revisar el salario mínimo, entre los actores involucrados.
Las negociaciones para el salario mínimo en Honduras comenzarán este mes en condiciones totalmente distintas a años anteriores. Primero casi no existe el tradicional bullicio navideño que las opacaba y segundo las estimaciones se realizan sobre cuántos empleos se perdieron y no los que se crearán en el año siguiente.
Por lo tanto este 2020 lo que sobresale es la incertidumbre en la economía, golpeada dos veces por la naturaleza y que ha paralizado el país por 10 meses.
Primero la pandemia del COVID-19 paralizó el país desde mediados de marzo y cuando la actividad económica comenzaba a dar síntomas de reiniciarse en octubre, el país volvió a ser golpeado con sendas tormentas tropicales de Eta e Iota.
Las dos destruyeron buena parte de la infraestructura vial y productiva del Valle de Sula, la locomotora de la economía hondureña junto a las remesas, asestándoles el tiro de gracia para el 2020 que obliga a los actores productivos a replantearse todo el 2021.
Actualmente el salario mínimo promedio es de 10,022 lempiras, con un salario base de 6,762 y un máximo de 12,377 lempiras. Pero la estructura del salario es más compleja, ya que está dividida por rubros y cantidad de empleados de una empresa.
Poder adquisitivo
El aumento del salario mínimo representa mayor poder adquisitivo para los empleados, pero está en duda la capacidad de las empresas hondureñas de cumplir con el ajuste y poder seguir operando ante el poco nivel de ingresos y los altos costos de los impuestos.
Cabe señalar que antes de la llegada de la pandemia, más del 60 por ciento de las empresas no cumplían con el ajuste salarial.
Además, el país vive un alto nivel de desempleo en el presente año 800 mil empleos perdidos según el Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh).
Las empresas o comercios fueron golpeados severamente con la inactividad económica y el confinamiento prolongado que provocó la suspensión de contratos a trabajadores, y despidos y cierre de operaciones en casos agravantes.
Adicionalmente, el país vive una situación de recuperación, reactivación y reconstrucción ante los daños de los fenómenos naturales.
La Secretaría de Trabajo confirmó que ya mandaron la convocatoria a los sectores involucrados, las centrales obreras ratificaron que recibieron el llamado, pero el sector privado descarta haber recibido invitación.
El sector privado adelantó que las empresas no tienen capacidad de pagar un ajuste salarial y consideró que no es el momento oportuno de implementarlo actualmente.
Las centrales obreras demandan que hay empresas que pueden cumplir con el ajuste salarial, sin embargo, éstas argumentan que el objetivo es reactivar la economía y no generar más desempleo.
Secretaría de Trabajo mandó convocatoria
El ministro de Trabajo, Olvin Villalobos, anunció que la secretaría envió en las últimas horas la convocatoria a los sectores obreros y empresariales para que nominen sus representantes en la comisión negociadora.
“Confirmar que hemos enviado la invitación de manera oficial para que cada uno de los sectores pueda nominar sus representantes ante la comisión negociadora”, dijo el funcionario.
Villalobos expresó que una vez confirmados los representantes, estos son juramentados como miembros de la comisión negociadora e inician las conversaciones.
El funcionario destacó la anuencia de los sectores involucrados en tener conversaciones pese a la grave situación económica que perjudicó por igual a los trabajadores y empresarios.
Consideró que será un triple desafío llegar a consensos por la COVID-19, Eta e Iota.
Informó que las conversaciones comenzarán a partir de conocer el reporte del mercado laboral realizado por expertos de la Secretaría de Trabajo.
Villalobos pidió que los sectores tengan el compromiso, la sinceridad y la madurez en la mesa de negociaciones para llegar a puntos coincidentes.
Anheló que para final de mes espera tener un acuerdo aunque admitió que dependerá del compromiso de las partes involucradas.
Aumento sería catastrófico
El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy, catalogó que el aumento del salario mínimo sería catastrófico para el país y solo generaría más desempleo.
“No me quiero adelantar, pero por lógica si se han perdido un millón de empleos, aumentar el salario mínimo sería catastrófico para el país, eso solo generaría más desempleo”, manifestó.
Indicó que el tema debe ser tratado cuando inicien las conversaciones en el sector obrero y el gobierno.
Aseveró que en términos económicos, ninguna empresa se ha recuperado de los efectos por la pandemia de la COVID-19 y las tormentas de Eta e Iota.
El presidente del Cohep apuntó que el panorama para que las empresas puedan cumplir con un aumento salarial es difícil debido a la situación precaria de la economía.
Confirmó que el director de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), Rafael Medina, será el representante del sector privado en la mesa de negociaciones.
No hemos recibido invitación
Por su parte, el director de la CCIT, Rafael Medina, expresó que hasta la fecha no ha recibido ninguna invitación por la Secretaría de Trabajo para iniciar las conversaciones.
“No hemos recibido aún la convocatoria para las reuniones”, manifestó Medina.
Comentó que esperará la convocatoria para analizar los resultados que el Estado tiene y comenzar las conversaciones de la revisión del salario mínimo.
Medina reconoció que será una revisión atípica debido a factores como la pandemia y los fenómenos naturales.
Sector obrero sin mucha expectativa
El dirigente obrero José Luis Baquedano reconoció que le ha dicho a sus compañeros de las centrales que no tengan muchas expectativas en las negociaciones debido a la difícil situación económica de Honduras.
“Va a ser una negociación atípica y estamos en una situación complicada, no será fácil esto y por eso no le damos muchas expectativas a los trabajadores hablando de porcentajes y cantidades”, declaró a Proceso Digital.
Consideró que no quiere engañar a los trabajadores de tener metas en cantidades debido a la dura realidad.
Baquedano expuso que el trabajador gasta más y consume menos explicando que se debe adquirir mascarillas para la protección y comprar teléfonos inteligentes para que sus hijos puedan conectarse a la plataforma educativa.
Señaló que el gobierno negoció un ajuste salarial con los empleados públicos y las maquilas ya negociaron con sus colaboradores para el 2021.
El dirigente obrero puntualizó que las negociaciones partirán de las proyecciones de la inflación interanual y la inflación en diciembre de 2020 que muestre el Banco Central.
La inflación acumulada hasta noviembre es de 3.39 por ciento, según reportó el Banco Central de Honduras (BCH), denotando que se espera que durante todo el año apenas supere el 4 por ciento, lo que implica que será la base a partir de donde partirán las aspiraciones de los trabajadores.
Sobre el ambiente de tener un acuerdo consensuado a finales de diciembre, Baquedano respondió que “ese es la idea pero dependerá de la mesa de discusiones”.
Posponer negociaciones hasta enero
El integrante de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Nacionales de Honduras (Fesitranh), Armando Galdámez, pidió que las negociaciones se pospongan hasta la segunda quincena de enero de 2021 y que se dediquen a la recuperación del país ante los daños por los eventos ciclónicos.
“Consideramos que se debe recuperar toda esta situación acá y cualquier arreglo del salario mínimo sea diferido para verlo en la segunda quincena de enero”, solicitó.
Galdámez argumentó que los trabajadores que viven en la zona norte y están suspendidos de sus centros de trabajos no están pensando actualmente en un aumento salarial, sino en recuperar sus hogares.
“Hablar de salario mínimo ahorita, nosotros mejor preferimos hablar de cómo subsistir”, enfatizó en una entrevista a periodistas.
Expresó su preocupación por los empleados en el sector norte y afirmó que conoce la situación de un trabajador, revelando que vive en el municipio de La Lima.
El dirigente sindical garantizó que los empleados de las compañías bananeras no trabajan actualmente debido que están suspendidos o por la precaria situación en la zona norte.
Suspender vigencia por unos meses
De su lado, la expresidenta del Colegio de Economistas de Honduras, Liliana Castillo, dijo que la convocatoria para negociar el salario mínimo se debería posponer para mediados de 2021.
Pueden sentarse en estos momentos -prosiguió- y llegar al acuerdo de ponerlo en vigencia en meses posteriores. “Este ajuste no sería mucho porque el índice de precios de este año no pasará el cuatro por ciento, entonces considero que debe haber un consenso para determinar cómo se los van a pagar”, añadió.
“Este tema necesita bastante análisis, sabemos que el aguinaldo que se paga este mes no se les está pagando en su totalidad a los empleados, al menos a los que tienen la posibilidad todavía de tener un trabajo”, apuntó.
Citó que 7 mil millones de lempiras destina el sector privado para el pago de aguinaldo, en tanto el gobierno lo cifra en 3 mil 500 millones.
Castillo refirió que de los 7 mil millones de lempiras que corresponde pagar al sector privado, al menos el 40 por ciento no lo recibirá por las condiciones económicas críticas del país. (ag)