Honremos la labor de los fotoperiodistas anónimos

Por: Alberto García Marrder

Miami, (EEUU) –  Una nota periodística buena es mucho mejor si va acompañada de una impactante imagen de un fotoperiodista. Así de claro. Y a veces, esa foto puede ser tan extraordinaria que no necesita un texto largo y con un pie de foto basta.

Como corresponsal extranjero de la agencia española de noticias EFE, he trabajado en varias partes del mundo con decenas de fotoperiodistas (no les llamemos simplemente fotógrafos) y he admirado siempre su vocación, profesionalidad y valentía.

Y lo lógico es que se les diera crédito a sus fotos con sus nombres, como ya está sucediendo.
Pero no siempre pasa eso y ese es el motivo de esta nota.

Estoy siguiendo con mucha atención los daños catastróficos que han dejado en Honduras (el país donde nací) el paso de los huracanes, “Eta” e “Iota”, en menos de 15 días los dos.

Pues bien, la mayoría de esas impactantes fotos que publican los medios hondureños no llevan el nombre de los autores, sin crédito alguno.

Y fueron tomadas en situaciones de alto riesgo de los fotoperiodistas, a veces con el agua por la cintura de ríos desbordados o hundidos en el lodo hasta las rodillas.

Son fotoperiodistas anónimos y no es justo. Y por eso he enviado una carta-protesta al Colegio de Periodistas de Honduras.

He podido averiguar los nombres de los dos fotógrafos de EFE en Honduras y acompaño este artículo  con varias de sus fotos, con el crédito debido. Como debe ser.

Son Gustavo Amador y José Valle,  que se han jugado la vida para tomar espeluznantes fotos de los estragos de los dos huracanes en Honduras.

Por medio del director de EFE en Honduras, Germán Reyes, he contactado con Valle para que me diera detalles de cómo tomó esa impactante foto de los pies en el lodo, en una carretera de Villanueva, en la costa norte.

Foto de José Valle/EFE.

Los pies llenos de lodo son de una niña.
-¿Qué fue lo que le impulso a bajar la cámara y enfocarse en los pies?
– Bajé la cámara y decidí fotografiar los pies de la niña al ver la dificultad con la que caminaba en el lodo acumulado en la calle.

Y le hago una pregunta, casi innecesaria:
-¿Usted estaba también en el lodo?
– Por supuesto.

Pero cuando llegó esas fotos, como muchas otras, a los periódicos de papel o digitales, las publicaron sin el nombre del autor y a veces, sin el de la agencia.

Eso pasa en Honduras y en muchos otros países latinoamericanos. En España no.

Son esas fotos, y no los discursos televisados del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, pidiendo ayuda externa, lo que van a despertar la conciencia en el extranjero de la necesidad urgente y desesperada que tiene ese país centroamericano de ayuda.

Por ahora, no pueden llegar los aviones con ayuda a la ciudad de mi infancia, San Pedro Sula, donde está el mejor aeropuerto del país. Está totalmente inundado por el desbordamiento de un río cercano.

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