Tegucigalpa – Apenas 36 horas después de haber dado a luz, a un ciudadano estadounidense, según las leyes de ese país, una madre hondureña fue deportada a Tijuana, México, informan medios hispanos este jueves.
En ese orden, diario La Opinión recoge el testimonio de una madre hondureña deportada a México luego de dar a luz a su bebé en un hospital de Chula Vista, California.
Aunque la madre hondureña evitó dar su nombre por temor a represalias tanto en México como en Honduras contó su historia a través de su representante legal, el abogado Luis González.
La madre hondureña viajó junto a su esposo y un hijo, luego se entregó en la frontera sur de Estados Unidos donde fue separado de su pareja y de su primogénito.
Luego fue llevada al hospital de emergencia y dio a luz y a tan solo dos días de este hecho fue retornada a Tijuana como parte de la política migratoria de solicitud de asilo impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump.
En enero pandilleros ingresaron a la casa de esta familia en Honduras de donde huyeron. A pesar de la pandemia lograron llegar entre México y EE.UU, en marzo para solicitar asilo.
Hoy esta familia se encuentra en Tijuana, México, donde se reporta una alta incidencia de casos COVID-19.
El caso ha provocado indignación al punto que la firma Jewish Family Services (JFS) y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) presentaron una queja conjunta a la Oficina del Inspector General (OIG), que es una división de asuntos internos del gobierno federal, y a la oficina de Derechos Humanos del Departamento de Seguridad.
Las autoridades “pudieron conceder permiso humanitario para que la familia continuara su proceso de asilo sin salir del país y el bebé, que por nacimiento es estadounidense, reciba la atención médica”, argumentó el abogado González.
El abogado González indicó que por suerte el hospital alcanzó a tomar registro del nacimiento del bebé antes de que fuera llevado a Tijuana. Ahora JFS tramita si acta de nacimiento estadounidense.
Ambas organizaciones quieren con su queja sentar un precedente. “Queremos que esto no vuelva a pasar a ninguna otra familia migrante”, dijo el abogado González.
Al igual que esta familia, cientos de hondureños huyen de la violencia en sus comunidades, la segunda causa de emigración en el país centroamericano.
La primera causa continúa siendo por motivos económicos y la falta de oportunidades para generar ingresos.
