Tegucigalpa– La Nochebuena dejó una estela de dolor y reflexión en la Fundación Hondureña para el Niño Quemado (Fundaniquem). Así lo expresó su presidente y fundador, el doctor Omar Mejía, quien informó que la institución amaneció operando a cuatro niños, todos ingresados por graves quemaduras provocadas por el uso de pólvora.
Entre los casos atendidos se encuentra una niña de apenas dos años de edad, quien sufrió quemaduras en su rostro tras el contacto con una luz de bengala. “Por respeto a los pacientes no se van a pasar imágenes”, señaló el especialista, subrayando la gravedad del daño causado por artefactos que muchas veces se consideran inofensivos.
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Otro de los casos más delicados es el de una niña procedente de Comayagua, quien resultó con quemaduras severas en genitales, piernas y brazos tras el uso de chifladores. A estos ingresos se suman dos adolescentes de 17 años, trasladados desde el Hospital Materno Infantil, quienes presentan mutilaciones severas y amputaciones en las manos.
“Ha sido una noche muy pesada para todo el personal de la fundación, pero sobre todo lamentamos que esta situación se siga repitiendo”, expresó Mejía con evidente preocupación. Detalló que las edades de los pacientes —2, 13, y dos de 17 años— reflejan un patrón alarmante de descuido y normalización del riesgo.
El galeno recordó que Fundaniquem es un hospital público, donde la mayoría de los pacientes provienen de familias con limitaciones económicas. “No van a pagar, pero el costo es enorme. Son más de 50 mil lempiras diarios en atención”, explicó, haciendo un llamado directo a la conciencia de los adultos. “Gasten el dinero en comida, en ropa, en cosas básicas. Por favor, no compren pólvora para sus hijos. Los dedos no se compran en ninguna pulpería”.
Actualmente, la fundación ya registra cinco niños mutilados, y el temor es que la cifra continúe aumentando durante las festividades. A lo largo del año, Fundaniquem ha atendido más de 462 niños quemados, lo que equivale a atenciones diarias entre 1 y 2 ingresos diarios.
Mejía también informó sobre una niña proveniente de Santa Bárbara que permanece en estado grave en cuidados intensivos, tras una explosión ocurrida en una cohetería de ese departamento.
“Es lamentable ver a una niña con quemaduras en sus genitales que la marcarán de por vida, y a otros menores muy, muy lastimados”, expresó. Finalmente, lanzó un llamado urgente y humano: “Señores, estimados compatriotas, por favor no descuiden a sus hijos. La pólvora no es un juguete. Suplico a los adultos cuidar a los menores”.
El mensaje, una vez más, es claro y doloroso: la celebración no debe convertirse en tragedia.LB








