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Liderazgo militar y CNE se reúnen, pero dudas se mantienen

Tegucigalpa – Primero montaron un espectacular anillo de seguridad con efectivos fuertemente armados, luego los integrantes de la cúpula de las Fuerzas Armadas llegaron con uniforme verde olivo o fatiga, que en lenguaje castrense envía el mensaje de fuerza y listos para el combate, para el encuentro con los integrantes del Consejo Nacional Electoral (CNE), a fin de hablar sobre las operaciones que se tendrán que hacer durante el proceso electoral.

Es el segundo encuentro del año entre los consejeros electorales y la cúpula castrense del país con miras a coordinar las actividades para las elecciones del 30 de noviembre, cuando 6.5 millones de hondureños están llamados a las urnas para elegir un nuevo presidente, 128 diputados y 298 alcaldes municipales.

La Constitución de la República establece que el organismo electoral es el encargado de organizar las elecciones y hacer la declaratoria del ganador, mientras a las Fuerzas Armadas les otorga la misión de asegurar la alternabilidad en el ejercicio del poder, así como transportar y dar seguridad al material electoral.

El encuentro en sí fue corto, duró más el preparativo de seguridad ya que los soldados se apostaron en los alrededores de la sede del CNE horas antes del mismo, pero participó el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Roosevelt Hernández, sus oficiales integrantes de la Junta de Comandantes, así como los tres consejeros.

Terminado el encuentro nadie brindó declaraciones, los generales salieron por la puerta principal, sino por otra lateral a la cual no tenía acceso la prensa que daba cobertura.

Justo en una semana, las Fuerzas Armadas pasarán a disposición del CNE, tal como establece la legislación hondureña, una acción que se ha repetido normalmente en los pasados procesos electorales.

Pero este año y durante el mandato del general Hernández, que en el primer encuentro mantuvo una discusión con la entonces consejera presidenta Cossette López, la situación cambió.

El general Hernández hizo una interpretación personal a la legislación de que las FFAA pasan a disposición del CNE y aclaró que no significa que a la orden, ya que según su opinión el mando no estará en manos de la presidenta del organismo electoral, Ana Paola Hall, sino que lo seguirá ejerciendo la presidenta Xiomara Castro.

LEER: Pasamos a disposición, no a la orden del CNE: advierte jefe de FFAA

La consejera López escribió en su cuenta de X tras el encuentro que en este momento decisivo para Honduras las FFAA están llamadas a honrar su compromiso con la Constitución “garantizar la paz, la transparencia y el respeto a la voluntad soberana del pueblo. Su mayor fuerza está en servir con imparcialidad y lealtad a la Patria”.

Fracciones y fricciones internas

El liderazgo de las FFAA lucha para fortalecer su mando sobre el resto de oficiales en los últimos días, de acuerdo a filtraciones y reportes de la prensa, tras un tenso encuentro que se realizó recientemente en la capital hondureña.

El general Roosevelt busca imponer su mando durante los últimos días que le quedan al frente de la institución, ya que en diciembre debe pasar a retiro tras más de 30 años de servicio, de acuerdo a los reglamentos militares.

En las filtraciones del encuentro castrense en las instalaciones de la Fuerza Aérea en la capital se informó que el jefe del Estado Mayor Conjunto recriminó a seis oficiales a los cuales acusó de traición por supuestamente informar a la prensa de lo que ocurre al interior.

También pidió lealtad a la presidenta Xiomara Castro.

La mandataria escribió en su cuenta de X, horas después del encuentro, con ocasión del 21 de octubre, Día de las Fuerzas Armadas, que la institución debe estar atenta a impedir cualquier intento de interrupción o ruptura del proceso electoral y les pidió salvaguardar cada urna y la transmisión de los resultados electorales.

Entre las divisiones se encuentra la salida del general Ramiro Muñoz, un popular oficial dentro de la institución y que ejercía influencia en oficiales, ya que no compartía la visión del general Hernández al frente de la institución.

Primero fue retirado del mando de la Policía Militar del Orden Públicop (PMOP) y luego del mando de la interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP).

El general Hernández le ofreció lo que se conoce en la jerga castrense como “exilio diplomático”, al ofrecerle la Agregaduría de Defensa en Nicaragua, ni permaneciendo en Tegucigalpa ni tan lejos del país para controlar sus movimientos y encuentros, la cual fue rechazada por el general Muñoz.

La salida del general Muñoz solo es el principal referente, ya que también otros oficiales han sido desplazados de cargos de poder o servicios a tareas intrascendentes o administrativas y los mismos han optado por el silencio.

También está el capítulo de los ascensos de los nuevos oficiales que deben ser aprobados por el Congreso Nacional. Se ha conocido de una lista de oficiales que serían promovidos a rangos de coroneles y generales que zona fines al alto mando castrense y al gobierno.

En horas bajas y buscando recuperar imagen

Las Fuerzas Armadas encaran la última etapa del proceso electoral y del liderazgo del general Hernández en horas bajas, en una caída de su credibilidad y popularidad en  la población.

La institución castrense, junto a las iglesias cristianas Católica y Evangélica, era una de las dos más valoradas y con credibilidad en la población hondureña, superando el 70 % de adhesión.

Pero ahora han caído en credibilidad y prestigio en la población debido a que la cúpula se plegó al gobierno, no logró mantener la independencia que se tenía en el pasado, y después del 9 de marzo, día de las elecciones primarias e internas, cuando las urnas a cargo de militares anduvieron por horas en las calles y no llegaban a los centros de votación.

LEER: CNE informa que total de maletas electorales fue despachado y dice buscará a responsables de retrasos

Para levantar imagen y recuperar credibilidad las Fuerzas Armadas han desplegado sus oficiales y soldados en el país distribuyendo alimentos, con brigadas médicas y en las recientes tormentas asistiendo a damnificados o ayudando a retirar la basura acumulada.

Y en la búsqueda por recuperar la imagen y el perfil institucional, también golpeada por la confrontación del general Hernández con periodistas hondureños a quienes ha atacado y tildado de sicarios de la verdad, además de apostar por convertir los medios de comunicación de las Fuerzas Armadas en estructuras propagandísticas desproporcionadas al tamaño normal de los entes estatales.

La meta es recuperar credibilidad, mientras el general Hernández afirma que aprendieron del 9 de marzo y que para los comicios generales del 30 de noviembre no habrá retraso en el despliegue del material electoral. (PD).

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