Roma – El papa León XIV ha denunciado el «uso de los alimentos como arma de guerra» y la carestía en lugares como Gaza o Ucrania, durante su intervención este jueves en los actos del Día Mundial de la Alimentación en la sede romana de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
«Los escenarios de los conflictos actuales han hecho resurgir el uso de los alimentos como arma de guerra, contradiciendo todo el trabajo de sensibilización llevado adelante por la FAO durante estas ocho décadas», lamentó durante el discurso inaugural del foro.
El pontífice estadounidense se desplazó esta mañana del Vaticano hasta la sede romana de la FAO para participar en los actos del Día Mundial de la Alimentación junto a otras autoridades como la reina Letizia de España o el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi.
En su largo discurso, pronunciado en español e inglés, León XIV aseveró que «cada vez parece alejarse más ese consenso expresado por los Estados que considera la inanición deliberada un crimen de guerra», así como impedir el acceso a los alimentos de comunidades y pueblos enteros.
«El derecho internacional humanitario prohíbe sin excepción atacar a civiles y bienes esenciales para la supervivencia de las poblaciones», recordó.
En este sentido, subrayó que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ya condenó unánimemente esta práctica, el sometimiento al hambre de poblaciones en guerra, «reconociendo la conexión entre conflictos armados y la inseguridad alimentaria».
En concreto, denunció en este foro internacional la existencia de «multitudes» que carecen de acceso al agua potable, a los alimentos o a una atención médica o una educación dignas en Ucrania, Gaza, Haití, Afganistán, Mali, República Centroafricana, Yemen o Sudán del Sur.
Pero esto, sostuvo, ahora «parece olvidado, pues, con dolor, somos testigos del uso continuo de esa estrategia cruel, que condena a hombres, mujeres y niños al hambre, negándoles el derecho más elemental: el derecho a la vida», denunció.
El papa agregó que «el silencio de quienes mueren de hambre grita en la conciencia de todos» aunque, dijo, «a menudo sea ignorado, acallado o tergiversado», y advirtió que el mundo «no puede seguir así».
«¡Fortalezcamos nuestro entusiasmo para remediar este escándalo! No nos detengamos pensando que el hambre es sólo un problema que resolver. Es más. Es un clamor que sube al cielo y que requiere la veloz respuesta de cada nación, de cada organismo internacional, de cada instancia regional, local o privada», exclamó.
Por otro lado, León XIV defendió «sin ambages» la importancia del multilateralismo, de la cooperación entre países, frente a lo que denominó «nocivas tentaciones que tienden a erigirse como autocráticas en un mundo multipolar y cada vez más interconectado».
«Se hace más necesario que nunca repensar con audacia las modalidades de la cooperación internacional. No se trata sólo de individuar estrategias o realizar prolijos diagnósticos. Lo que los países más pobres aguardan con esperanza es que se oiga sin filtros su voz, que se conozcan realmente sus carencias y se les ofrezca una oportunidad», dijo, llamando a escuchar la sabiduría ancestral y religiosa. EFE