España (artículo publicado por Infobae) – La economía española exige mano de obra en diversos sectores, lo que hace que miles de migrantes encuentran en el país una oportunidad para encontrar hogar y trabajo. Miles de personas que provienen del extranjero desempeñan roles fundamentales en el mercado laboral español y su economía.
El informe de 2024 del Ministerio de Trabajo y Economía Social, cifró el total de población extranjera en España mayor de 16 años en 5.512,1 miles de personas, de las cuales el 69% eran población activa. Además, el 63% superaba los siete años como profesionales en España.
Un ejemplo de quienes han logrado empezar de nuevo en España es Sara, una migrante originaria de Honduras, de 36 años, que en 2019 decidió probar suerte en España, buscando una vida mejor. Su historia la ha contado el canal de Youtube, Quique Vásquez Historias de Migrantes.
Sara explica que la mentalidad es lo que le ha traído hasta aquí. Bajo su punto de vista, España es un lugar que ofrece oportunidades, incluso para crear un negocio propio. “En el futuro yo sí me veo con alguien que trabaje para mí”, asegura, explicando que confía en alcanzar la posibilidad de tener alguien contratado con un buen salario.
Su camino hasta la construcción
Su recorrido laboral comenzó en el ámbito doméstico, la principal puerta de entrada para la mayoría de las mujeres migrantes. En este sector, se estima que el 42% de las trabajadoras del hogar son extranjeras. Tras cinco años dedicada a empleos como interna, Sara decidió dar un giro a su vida laboral al observar que ese tipo de trabajo ofrecía pocas perspectivas de futuro.
La construcción, tradicionalmente dominada por hombres, fue su siguiente paso, siendo una decisión valiente, pues nunca había manejado herramientas. Empezó realizando pequeñas tareas de pintura, trabajos para los que no se requería formación previa, que describe como “chapuzas”.
Tras siete meses, una empresa la contrató legalmente como albañil, y pasó a formar parte del 11,4% de mujeres que trabajan en la obra en España. “En la pintura hay más oportunidades para las mujeres que en la albañilería”, señala Sara, aunque reconoce que, con empeño, es posible abrirse camino.
“En la construcción se gana muchísimo mejor”
Sara destaca las ventajas que ha encontrado en este sector frente al trabajo doméstico. Para empezar, su jornada es de lunes a viernes, de 08:00 a 18:00 horas, con pausas establecidas. Sus ingresos tienen un salario base de 1.200 euros que puede aumentar hasta 1.500 euros con horas extra.
“En la construcción se gana muchísimo mejor que trabajando de interna”, afirma. El tiempo libre y la posibilidad de enviar dinero a su familia en Honduras son otros aspectos positivos de su nueva vida. La posibilidad de un sueldo fijo a fin de mes supone una aportación clave para la tranquilidad.
No obstante, el machismo persiste como uno de los mayores retos de su día a día. “A veces creen que por ser mujer no puedo hacer el trabajo”, reconoce. Explica que lo ha sufrido también en el ámbito personal o familiar, donde, a veces le recuerdan que “ es un trabajo para hombres”. Aun así, también destaca el respeto que ha recibido por parte de sus superiores. Fuente: Infobae