East Rutherford (EEUU) – Un doblete de Bruno Fernandes, incluyendo un segundo tanto que fue un golazo, le dio este sábado el triunfo al Manchester United por 2-1 frente al West Ham en el primer amistoso de su gira por Estados Unidos.
El Manchester United y el West Ham forman parte de la Premier League Summer Series, que cuenta también con el Bournemouth y el Everton.
El MetLife Stadium de East Rutherford (Nueva Jersey, EEUU), que hace un par de semanas acogió la final del Mundial de Clubes y donde se disputará la final del Mundial de 2026, fue este sábado el escenario de la primera cita de la Premier League Summer Series con triunfos para el Manchester United ante el West Ham (2-1) y para el Bournemouth sobre el Everton (0-3).
Posteriormente, esta gira visitará el miércoles 30 de julio el Soldier Field de Chicago (Illinois, EEUU) y cerrará su recorrido el domingo 3 de agosto en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta (Georgia, EEUU).
El United no tardó nada en acosar la meta rival y Rasmus Hojlund mandó el balón al palo en los primeros compases del partido.
Poco después llegó el primer gol tras un fallo enorme de Alphonse Areola. El portero del West Ham parecía controlar sin problemas el balón tras una falta pero el esférico se le escapó de las manos de forma incomprensible y terminó derribando inocentemente a Ayden Heaven dentro del área.
Bruno Fernandes convirtió la pena máxima en el minuto 5 con total tranquilidad
Los ‘Red Devils’, con Matheus Cunha en el once pero todavía sin el recientemente fichado Bryan Mbeumo, contaron con opciones de ampliar el marcador como un testarazo de Leny Yoro o un gol anulado por fuera de juego de Amad.
Por su parte, el West Ham controló la posesión pero no llegó tanto como el United. No obstante, tuvo una buena oportunidad en la cabeza de Tomas Soucek.
Los de Ruben Amorim volvieron a la carga tras el paso por vestuarios y, como en la primera parte, sacudieron al West Ham en los primeros minutos.
El United le robó la cartera al West Ham en una mala salida desde atrás y el balón acabó en las botas de Bruno Fernandes, que al borde del área ideó un precioso disparo con rosca, no muy potente pero perfectamente colocado, que dejó a Areola como una estatua en el 52.
Esa maravilla del jugador portugués no desanimó al West Ham, que encontró el premio a su insistencia con una cabalgada rematada con maestría por Jarrod Bowen en el 63.
Sin embargo, el conjunto dirigido por Graham Potter no logró culminar la remontada y el MetLife Stadium, esta noche repleto de fans vestidos de rojo, pudo celebrar el triunfo del United. EFE
