– El maestro de maestros, como le llamaban, abandonó la vida terrenal y deja un profundo hueco en la sociedad hondureña.
Pineda Ponce fue profesor y político, militante del Partido Liberal de Honduras. Hombre respetado y querido por la sociedad hondureña.
El líder político se desempeñó en varios cargos importantes de la nación como presidente del Congreso Nacional en el período 1998-2002.
También fue candidato presidencial por su partido en el proceso electoral que se llevó a cabo en 2001, que dejó como ganador a Ricardo Maduro del Partido Nacional.
Asimismo, fungió como secretario de Estado en los Despachos de Educación Pública en los años 1980-1981 y 2006-2007, siendo presidentes Roberto Suazo Córdoba y José Manuel Zelaya Rosales, respectivamente.
Igualmente, ostentó el cargo de ministro de la presidencia en el gobierno interino del presidente Roberto Micheletti (28 de junio de 2009 al 26 de enero de 2010).
Pineda Ponce también ejerció el cargo de presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL), asimismo lo hizo como director de Escalafón y departamental.
Se le recuerda por sus frases entre las que se recuerda: “el tilín, tilín de las monedas”, refiriéndose a los diputados de su partido que no defendieron los intereses del pueblo sino los personales en la aprobación de algunas leyes.
Rafael Pineda Ponce, nació el 18 de agosto de 1930, en el departamento de El Paraíso, en el oriente del país. Era hijo del matrimonio que conformaron Juan R. Pineda y María Ponce.
Rafael Pineda Ponce contrajo matrimonio con María Lidia Espinoza, quien procreó cuatro hijos: Alicia, Rafael, Octavio y Mario Pineda Espinoza.
Recibió sus primeros estudios en la Escuela Juan Flores, de su comunidad; seguidamente continuaría en la Escuela Normal de Varones en Tegucigalpa, donde estudiaría Magisterio y a la vez en el Instituto José Trinidad Reyes de San Pedro Sula, donde obtendría el Bachillerato en Ciencias y Letras, realizaría estudios superiores en la Universidad «Armando de Salles, Oliveira» de São Paulo en Brasil, especializándose en formación de maestros.
Fue impulsor del Estatuto del Docente Hondureño y se le recordará como uno de los políticos más cultos del siglo XX. Además fue protagonista en la elaboración de la Constitución de la República.
Pausado para hablar, generalmente cuando lo hacía era con argumentos. Defensor de sus ideales y figura descomunal de la política hondureña. En paz descanse don Rafael Pineda Ponce.