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Traslados copan El Pozo; La Tolva nuevo destino

Tegucigalpa El último traslado de 384 reclusos hacia la cárcel de Ilama, Santa Bárbara, conocida como El Pozo está a punto de copar su capacidad instalada, por lo que otro moderno recinto carcelario ubicado en Morocelí, El Paraíso, abrirá sus puertas para este tipo de “inquilinos”.

– Se prevé enviar a La Tolva a reos de media y baja seguridad, procedentes de otras cárceles con problemas de hacinamiento.

Una treintena de cárceles componen el sistema penitenciario hondureño, en el que hasta mediados de abril habían alrededor de 18 mil 300 privados de libertad.

Para albergar en mejores condiciones a toda esta masa penitenciaria se construyeron en los últimos años cuatro cárceles: en Naco, Cortes (aún en edificación); Ilama, Santa Bárbara; El Porvenir, Francisco Morazán; y La Tolva en Morocelí, El Paraíso. Además, se prevé que habrá una megacárcel en un lugar del Caribe hondureño, de la que no se han especificado detalles.  

Desde que comenzaron los traslados hacia El Pozo, en septiembre de 2016 , con los ejecutados en las últimas horas, esa cárcel de máxima seguridad apenas tiene capacidad para 140 más, de acuerdo a información oficial.

Con base a lo anterior el centro penal de Morocelí, conocida como La Tolva, aguarda para recibir los nuevos traslados de reclusos que forman parte de la construcción del nuevo sistema penitenciario en este país centroamericano.

El Pozo a punto de rebasar capacidad

En comunicación con Proceso Digital, el subdirector del Instituto Nacional Penitenciario (INP), German McNiel, alabó que el traslado de reclusos ha contribuido a bajar las estadísticas de violencia, especialmente en el norte de Honduras.

El funcionario dijo que el traslado de reos no precisó una fecha específica para su conclusión, en vista que se trata de un asunto de seguridad nacional.

Sin embargo mencionó que hasta el día de hoy alrededor de 1,300 reos ya guardan prisión en El Pozo, por lo que apenas hay cupo para 140 más, en vista que su capacidad es de 1,440.

“Falta poco para llenar El Pozo, pero recordemos que ya vamos a inaugurar el centro penal de Morocelí –La Tolva-, también hay que ver otras opciones para terminar de sacar a los privados de libertad de San Pedro Sula”, señaló.

Con el traslado de las últimas horas, en el penal sampedrano aún hay 2,147 reos. “Estos reclusos son de menor peligrosidad, si tomamos en cuenta a los que fueron llevados hacia Ilama, Santa Bárbara”, adicionó.

Bajan índices con traslados

De su lado, el comisionado presidente del Comité Nacional contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (Conaprev), Orle Solís, valoró las acciones encaminadas a reducir el hacinamiento y las condiciones infrahumanas de la población penitenciaria en Honduras.

Coincidió que los índices de violencia han mermado con el traslado de peligrosos reclusos. “También creemos que los traslados obedecen al hacinamiento en las cárceles del país”, dijo.

Solís apuntó que entre los dos mil internos que aún quedan en la cárcel sampedrana, hay muchas mujeres, las que tendrán que ser llevadas a la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) que se ubica en Támara, Francisco Morazán.

Negó que las reclusas sean llevadas hacia El Pozo y adicionó que en el PNFAS se construyen recintos especiales para albergar a presas de máxima peligrosidad.

Mencionó que El Pozo está a punto de cumplir con su capacidad instalada, al tiempo que refirió que “ahora se pondrá en uso la cárcel de Morocelí, por ahora se forman los policías penitenciarios para que entren en funciones”.

penal SPS

Traslados de este martes

En la Operación Arpía II, ejecutada en las últimas horas, 384 reclusos -13 de ellos extranjeros– fueron llevados hacia El Pozo desde San Pedro Sula mayoritariamente.

En la mega operación participaron dos mil 400 efectivos de seguridad, además se utilizaron 150 vehículos y una serie de equipos sofisticados de control.

La operación inició a las 5:00 de la mañana y concluyó a las 12:00 meridiano de este martes, informó el propio gobernante Juan Orlando Hernández.

“Quiero destacar que ha sido una operación exitosa, ejecutada al milímetro, tal como se ha planificado en este tiempo atrás, mis felicitaciones a todos los que han participado, Fusina en términos generales”, dijo ante periodistas en Casa Presidencial.

Los 13 reclusos extranjeros trasladados son de Panamá, Colombia, Guatemala y Nicaragua, todos procesados por temas de narcotráfico y crimen organizado.

Al sumar los traslados en operación Arpía I  y Operación Arpía II, solo en lo que respecta al centro penal de San Pedro Sula ya se han trasladado más de un tercio de esa población penitenciaria.

La Tolva espera 1,300 inquilinos

Otra cárcel de máxima seguridad se ubica en Morocelí, departamento de El Paraíso. Se le conoce como La Tolva y ya está lista para recibir a 1,300 privados de libertad.

Miles y miles de metros de serpentina, enormes muros de concreto con malla ciclón reforzada, cinco aduanas de revisión y más de 400 cámaras de vigilancia son parte de los dispositivos de seguridad que convierten a La Tolva en una cárcel más de máxima seguridad.

Conocida también como El Pozo II, este nuevo centro penitenciario fue construido siguiendo todos los estándares internacionales. Se encuentra a una hora de la ciudad capital y según los encargados de su construcción es casi una réplica de la cárcel en Ilama, Santa Bárbara.

A lo largo de la carretera que conduce al oriente del país se levanta majestuosamente esa estructura de cemento gris, construida en una área de 16.5 manzanas y a un costo de 23 millones de dólares.

Para poder ingresar a los módulos carcelarios, las visitas y los mismo empleados deben de seguir un estricto protocolo de seguridad, que consiste en atravesar cinco aduanas de revisión y un par más de inspección manual en cuartos especiales.

En La Tolva cada celda está construida para albergar a dos reos. Las camas son de piedra, pero se proporciona una colchoneta de seis pulgadas de espesor. En el interior no hay más que un servicio, un lavabo y un espejo de aluminio pulido fijado a la pared.

Para la puesta en marcha de este recinto carcelario, en los próximos días unos 400 agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INP), adiestrados y certificados, se tomarán las instalaciones y desde ese momento serán los encargados de hacer los preparativos para recibir a los primeros inquilinos.

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