Tegucigalpa – El informe presentado por la organización civil ASJ desnudó el intríngulis de las dudosas operaciones en las adquisiciones realizadas por Invest-H, en el marco de la pandemia que sacude Honduras y que ya causa 417 muertos y 14 mil 571 casos por COVID-19, cifras que le mantienen en un pico que no para en su crecimiento y cuya situación se agrava por las falencias del precario sistema sanitario.
El principal proveedor de Honduras es una empresa de “USB” (un pequeño dispositivo de almacenamiento digital), describió el presidente del capítulo de Transparencia Internacional (TI) en Honduras y miembro directivo de ASJ, Carlos Hernández.
Los datos explícitos en el informe son demoledores, revelan como proveedores contratados por Invest-H para dotarlos de mascarillas, son los mismos que estaban detrás del equipo de fútbol Real de Minas, señalado, en el reporte de ASJ, de ser financiado con fondos del Registro Nacional de las Personas.
“Juan José Lagos Romero (socio y apoderado legal) fue presidente del equipo de fútbol Real de Minas, que era financiado con fondos del RNP y al mismo tiempo Grupo G y T era encargada de suministrar papel de seguridad al RNP, mediante una compra directa”, destaca como aspecto preocupante el informe de ASJ.
Igualmente detallan, que más allá de la adquisición desproporcionada de los hospitales, también contrataron a algunas empresas locales de reputación dudosa, entre ellas a algunas en las que también participaron personajes ligados a hechos delictivos que comprometen a estamentos de poder.
En torno a las compras de los hospitales móviles realizadas a través de una compañía representada por el guatemalteco Axel López, residente en la Florida, Estados Unidos, la investigación desmenuzó como este personaje es una persona de dudosa reputación con deudas en sus tarjetas de crédito, impago en el arrendamiento de un apartamento y hasta la pérdida por mora de una vivienda.
“Al señor Alex López, el intermediario al que Honduras compró los hospitales, fue demandado en Estados Unidos por un banco porque no pagó sus tarjetas de crédito, este hombre fue sacado de un departamento porque no pagó el arrendamiento y lo procesaron, es decir, al empresario que le dimos mil millones de lempiras no paga sus tarjetas ni su renta”, refrendó.
Según Carlos Hernández, todos estos hechos son parte de un contexto que no permite explicar cómo Invest-H pudo contratar a una persona con todo ese historial que, a su juicio, es fácil de constatar porque se trata de información pública a la que fácilmente se puede acceder a través de los registros abiertos en el país del norte.
Asimismo, dijo que los hospitales que se han adquirido y que no hay fecha exacta de cuándo llegarán a Honduras, aunque Bográn ha asegurado que dos de ellos estarán en el país entre el 7 y 9 de julio, fueron sobrevalorados en por lo menos 50 millones de lempiras cada uno.
Detalló que esa información pudo ser fácilmente constatada a través de una cotización solicitada por una organización hermana de ASJ y que también lucha por combatir la corrupción y la impunidad en los Estados Unidos.
Argumentó que el intermediario es quien se agenció los 50 millones de lempiras pagados de más por cada hospital móvil que adquirió Honduras.
“Tristemente se hizo una compra billonaria a una empresilla en Estados Unidos y eso nos costó dos millones de dólares por cada hospital”, remarcó Hernández.
Calificó de “delincuente” al intermediario y pidió no ver a los hondureños como “imbéciles y estúpidos”.
¿Y el informe del TSC?
Tras la presentación del informe, Hernández exigió que el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) a que presente a la prontitud un informe sobre este debatido tema.
La investigación refleja, además, otros detalles en la adquisición de equipo de bioseguridad. En este renglón subraya un contrato establecido con la empresa G y T S. A. de C. V. de quien es socio el señor Juan José Lagos Romero, desmenuza.
Ante los hallazgos, la ASJ se suma a la petición del Consejo Directivo de INVEST-H de demandar la realización de una auditoría a las autoridades de la institución e insta al Tribunal Superior de Cuentas (TSC) y el Ministerio Público (MP) a actuar oportunamente con base en ley y a velar por el proceso de la auditoría que se aplique a INVEST-H y las evidencias que arroje la misma. Al Congreso Nacional, pide nombrar una comisión para investigar si se ha dado el uso efectivo a los recursos aprobados para atender la pandemia.
Finalmente, ASJ considera que aún no es tarde para crear una comisión de expertos nacionales e internacionales, dentro y fuera del Gobierno, para hacer, implementar y ajustar –de ser posible semanalmente- una Estrategia Nacional para la Pandemia del COVID-19 de la cual se deriven acciones efectivas y oportunas, en temas como la respuesta del sistema sanitario, reactivación económica, sistema educativo, entre otros.
La pandemia de la corrupción azota las Américas
Delia Ferreira, TIEn el ámbito de la presentación del informe la presidenta de Transparencia Internacional (TI), Delia Ferreira, elogió el esfuerzo de ASJ y dijo que durante la pandemia se ha visto como en todo el mundo y en las Américas, se han visto casos de corrupción en las compras y adquisiciones y que afortunadamente en la mayoría de los casos las veedurías sociales han permitido que los actos se denuncien a tiempo y se pueda actuar para hacer valer los derechos de la gente.
En relación específica al informe, sobre el caso de Honduras, externó que “lo que más me ha llamado la atención es esa orden de ´no compre´ y dos días después aparece firmada la orden de compra”, reflexionó.
En nota del 16 de marzo, antes de que las compras se dieran, la ministra de salud, Consuelo Flores, envió una nota a Invest-H y explícitamente les dijo que no quería hospitales móviles sino unidades especiales construidas para atender a los afectados de la pandemia, pero al día siguiente la compra se realizó haciendo caso omiso a lo indicado por la titular de la Sesal.
“La emergencia no es un cheque en blanco”, remarcó.
Igualmente, el principal de la ASJ, Allan Berbec, detalló la metodología que los investigadores de la organización utilizaron durante su trabajo.
Asimismo, recordó la historia de Invest-H, desde su surgimiento en el país cuando en el contexto de la Cuenta del Milenio se constituyó en un referente de integridad y un modelo de buenas prácticas, en contraste con sus actuaciones en el contexto de la pandemia.
