Tegucigalpa – Este domingo cientos de hondureños han acudido a los camposantos para coronar y llevar flores a sus parientes menores cuando se celebra el Día de Todos los Santos y también han aprovechado para venerar a sus deudos de hoy y mañana lunes 2 de noviembre cuando se conmemora en el país el Día de Difuntos.
Este 1 de noviembre, es una tradición para los hondureños apartar un tiempo para visitar a los niños que fallecieron, a ellos se les llevan palmas y en ocasiones flores naturales.
Desde hace algunos días atrás, las personas han venido desarrollando acciones de limpieza en los cementerios, una tradición previa a la visita que cada año hacen a sus familiares.
“Vengo a coronar a mí mamá, falleció en septiembre de este año, es difícil también están dos de mis hermanos, vengo hoy que no hay mucha gente y que no hay aglomeraciones”, manifestó la señora Wendy Domínguez en Santa Rosa de Copán.
De su parte, las autoridades edilicias de cada municipio también hacen su parte, en el tema de aseo, así como de vigilancia para el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad que demanda la pandemia.
Este año producto de la pandemia que afecta a Honduras y al mundo entero, será una visita que deberá contar con estrictas medidas de bioseguridad, evitando las aglomeraciones y guardando el distanciamiento social, para evitar el contagio del COVID-19.
El Día del Difunto en Honduras, es una costumbre marcada por la visita a los panteones donde se adornan las tumbas con flores, se decora con aserrín y coronas de papel; al tiempo que se elevan las plegarias para rogar a Dios por los familiares que se adelantaron al descanso eterno.
Desde muy temprano este domingo, se observó cómo muchas personas comenzaron a llegar al cementerio municipal de la ciudad de Tocoa, con palmas y flores en mano para coronar a los niños fallecidos en ese sector del Caribe de Honduras.
“Nosotros venimos todos los domingos, aquí están mis papás y mis hermanos y otros familiares”, comentó una ciudadana que era acompañada por sus nietos cuando se aprestaba a visitar a sus familiares en el cementerio municipal de Choloma, Cortés, norte del país.
En Honduras, el Día de Difuntos, también es una oportunidad para las personas que se dedican a la venta de flores, coronas y palmas, entre otros objetos para decorar las sepulturas, quienes se instalan en los alrededores de los cementerios para realizar su actividad económica.
Tal es el caso en la ciudad de Choloma, Cortés, donde varios vendedores se instalaron muy temprano en los alrededores del cementerio municipal, con productos de acorde a la ocasión; mientras personal y autoridades municipales vigilan la actividad.
Cabe recordar que las actividades de ventas de flores, naturales y artificiales, se observan en una menor cantidad que el año anterior en la mayoría de cementerios del país.
Por su parte, empleados de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) a través de la Gerencia de Orden Público, se han instalado en la mayoría de los cementerios de la ciudad para apoyar el cumplimiento de las medidas sanitarias.
El personal de la comuna capitalina entrega mascarillas a las personas que llegan a visitar a los difuntos, además tienen instalados dispositivos para la aplicación de gel antibacterial.
La alcandía también mantiene presencia en los cementerios Sipile, Divino Paraíso, El Durazno y Jardín de los Ángeles, donde los visitantes son vigilados para que haya orden en su visita en el Día de los Santos.
De igual manera, en estos lugares de descanso eterno, hay protocolos de seguridad de parte de la Policía Nacional, Policía Militar del Orden Público (PMOP) y la Policía Municipal.
En el occidente del país, especialmente en los poblados lencas, se acostumbra esperar la llegada de las fechas con ayote endulzado con panela (rapadura de dulce), canela, colocado en ollas de barro.
Además, se dejan cerca de las puertas de entrada a las casas para que los muertos puedan degustar los sabores y compensar la generosidad con cosechas abundantes, estos en los municipios de Copán, Santa Bárbara y Lempira, donde aún conservan este ritual.
Mientras tanto, en el sur de Honduras, especialmente el departamento de Valle se mantiene vivas sus tradiciones para recordar y homenajear a sus muertos. La celebración en el municipio de Goascorán, uno de los más tradicionales poblados, se rinde homenaje a los muertos con música de banda de ese municipio. JP