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Zelaya busca para Honduras las sanciones que EEUU y la UE aplican a Nicaragua desde 2008

Tegucigalpa – El destituido presidente Manuel Zelaya parece haber convertido en marca propia la falta de tacto diplomático y político al pedir que se aplique sanciones al pueblo hondureño desde su base de operaciones: Nicaragua.
 

Pedir lo anterior es como «hablar de la soga en la casa del ahorcado», de acuerdo a la expresión popular, ya que Nicaragua vive desde finales del 2008 con sanciones de los países a los que justamente Zelaya pide que hagan lo mismo con Honduras.


Y lo anterior también evidencia que «Mel» tiene poco conocimiento político de la realidad centroamericana y de la hondureña en particular, ya que al solicitar desde Nicaragua sanciones a Honduras, repite lo que hizo en México, al apoyar a Andrés Manuel López Obrador cuando había sido invitado y recibido con honores por el presidente Felipe Calderón.


Si al solicitar las sanciones a Honduras desde Nicaragua no ha recibido el trato final que le dio Calderón en México, lo sacó virtualmente del país e impidió que brindará declaraciones a la prensa azteca, es porque el mandatario nicaragüense Daniel Ortega tiene compromisos con Hugo Chávez, el gobernante de Venezuela que ha hecho del regreso al poder de Zelaya un compromiso personal, aunque admite que cada vez la posibilidad de reinstalar a Zelaya en el poder es más lejana.

Ortega debe tragarse las expresiones de Zelaya, ya que admite depender de Chávez justamente para soportar las sanciones financieras aplicadas por Estados Unidos y la Unión Europea.



Por qué
Nicaragua recibió sanciones de Washington y Bruselas, donde funcionan los órganos gobernantes de la Unión Europea, debido a que en las pasadas elecciones municipales del 9 de noviembre los sandinistas de Ortega en el poder cometieron un monumental fraude contra la oposición política, que hasta la Organización de Estados Americanos (OEA) del secretario general José Miguel Insulza se quejó del accionar sandinistas.

Y eso que las elecciones contaron con la bendición de Chávez y sus subalternos de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), pero aún así la OEA de Insulza presentó varias objeciones, aunque nunca aceptó llevar el caso ante el Consejo Permanente o la asamblea general del organismo, como prontamente lo hizo cuando Zelaya fue destituido en Honduras.

Ortega y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) habían preparado el camino al rechazar la presencia de observadores internacionales, incluyendo la Unión Europea, pero ello no bastó para que la sociedad civil nicaragüense se organizará y vigilará los comicios y determinando que los mismos fueron adulterados al no respetarse los deseos de la población y adulterando cifras para que ganará el partido de gobierno.

El FSLN se auto designó la alcaldía de Managua y otras casi 100, mientras que a la oposición apenas le reconoció 46 triunfos municipales.


Debido a ello Washigton y la Casa Blanca decidieron suspender la asistencia a Nicaragua desde el año pasado y que continúa vigente el 2009.

Vida continúa
El gobierno de Nicaragua espera que en septiembre de este año llegue una misión de Bruselas para persuadirlos a que liberen los fondos, más de 40 millones de dólares en apoyo presupuestario, los cuales se encuentran retenidos.


Fue justamente la comisionada europea Benita Ferrero-Waldner la que comunicó la decisión a Managua.


Asimismo, Estados Unidos a través de la corporación Cuenta del Milenio suspendió la ayuda que brinda a Nicaragua por el «fraude» cometido en las elecciones y que por lo tanto la gobernabilidad y respeto institucional fueron alterados.

John Danilovich, presidente de la Cuenta del Milenio de Estados Unidos, anunció la sanción al gobierno de Ortega. En total Managua recibía 175 millones de dólares del programa financiado por Washington.


A pesar de las sanciones financieras, Nicaragua continúa su vida normal y no se ha producido la catástrofe financiera que anuncian algunos para Honduras en caso que se aplique las mismas sanciones.

Un masivo «fraude» en las elecciones municipales de parte del sandinismo fue castigado por Washington y Bruselas, pero su comercio se mantiene


De hecho Honduras no recibió los fondos de la Unión Europea, estimados en 91 millones de dólares, en los primeros seis meses del presente año, ya que el destituido Zelaya nunca envió el presupuesto para aprobación del Congreso Nacional.


De manera que el pueblo hondureño ya había sido castigado por Bruselas, pero por la irresponsabilidad de la administración anterior de no aprobar el presupuesto y la Unión Europea nunca hizo un anuncio público del mismo.


En cuanto a la Cuenta del Milenio los recursos continúan llegando, aunque la joya principal es financiar la carretera hacia el norte en parte de lo que se llama el «canal seco», que en el fondo sirve más a los intereses comerciales de El Salvador y Nicaragua, ya que por Puerto Cortés envían sus exportaciones y reciben muchas importaciones con la costa este estadounidense.

Comercio

Zelaya busca para Honduras las sanciones que EEUU y la UE aplican a Nicaragua desde 2008Y a pesar del «fraude electoral» de los comicios municipales, Nicaragua no fue suspendida de los beneficios del tratado de libre comercio suscrito entre Centroamérica y Estados Unidos (CAFTA por sus siglas en inglés), ni de las negociaciones con la Unión Europea, a pesar de ser el principal gobierno que bloquea su avance al exigir a los europeos que concedan un fondo compensatoria de 60,000 millones de euros.


Curiosamente Honduras ha sido excluida de las negociaciones del Acuerdo de Cooperación con la Unión Europea y el mandatario dominicano, Leonel Fernández, ha pedido que se le retire los beneficios del CAFTA.


Tampoco sus operaciones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) han sido puestos en «pausa» como admitió el organismo regional, que por inmiscuirse en asuntos políticos internos puede salir castigado con la reducción de su calificación de riesgo por firmas internacionales como Moodi’s, Standars and Poors, Ficht.


De ahí que las llamadas sanciones amenazadoras a Honduras, reclamadas por Zelaya y Chávez, no representarán un desequilibrio para la economía nacional

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