Tegucigalpa – Dos semanas se cumplen desde el asesinato de cuatro jóvenes a la salida de un edificio en la capital hondureña en horas de la madrugada luego de departir en una discoteca. Hasta el momento tres personas han sido imputadas en el crimen, todas ellas guardan prisión, pero siguen las nebulosas de lo que ocurrió ese fatídico jueves.
Esa madrugada fueron acribillados los jóvenes Said Lobo -hijo del expresidente Porfirio Lobo-, así como un sobrino de la esposa del exjefe de las Fuerzas Armadas Romeo Vásquez, identificado como Luis Zelaya, también se identificó al joven Salomón Velásquez y Norlan Rivera, éste último el motorista de Said.
El crimen causó impacto social porque quedó grabado desde varios ángulos de cámaras de seguridad que se difundieron rápidamente por las redes sociales y medios de comunicación.
En el violento suceso se demuestra la profesionalización y técnica sofisticada de los sicarios que en todo momento pretendían enviar un mensaje a las familias de las víctimas, la mayoría de prominente estirpe política hondureña.
Desde un inicio las autoridades hondureñas señalaron a la Mara Salvatrucha como la responsable de la masacre y aseguraron que el hijo del exmandatario hondureño era el objetivo del crimen.
Igualmente, se informó que fueron 11 las personas que participaron en el ataque, de las que seis fueron detenidas horas después del hecho, pero solo tres fueron acusadas ante la justicia.
(LEER) Policía afirma que capturará a los restantes que participaron en la masacre de 4 jóvenes
Luego de comparecer en audiencia inicial, la justicia determinó dictar prisión preventiva para Eber Ezequiel Espinoza y Erick David Mancias, acusados de los delitos de asesinato y asociación para delinquir, igualmente para Norma Alicia García, señalada de los delitos de cómplice de asesinato y asociación para delinquir.
En las dos semanas posteriores a la masacre muchas cosas han circulado en espacios de prensa y redes sociales, algunas cosas confirmadas por las autoridades y otras sin fundamento probatorio.
Entre los operadores de justicia han aflorado señalamientos en torno al curso de las investigaciones y la presentación de requerimientos fiscales.
Al principio hubo lentitud
La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva le confió a Proceso Digital que la diligencia de los procesos investigativos depende del trabajo articulado de los operadores de justicia.
“En la medida que todos trabajemos vinculados, la dinámica en la investigación del delito, la presentación de requerimientos y el trabajo de los jueces es más beligerante. Nosotros sabemos que quien dirige el proceso de investigación es el Ministerio Público”, expresó.
Dijo que desde que se suscitó la masacre de los jóvenes, el pasado 14 de julio, se ha trabajado fuertemente con una diligencia extraordinaria, pero es el Ministerio Público de quien depende la captura de uno, dos o más implicados en el caso.
La viceministra Villanueva citó que aunque fueron seis los detenidos por el caso, tres de ellos imputados y con prisión preventiva, los restantes fueron liberados, pero no se descarta haya acciones contra ellos en los próximos días.
“Será el Ministerio Público con la probatoria que existe que establecerá el momento que extenderá los requerimientos, pero que hay más elementos para capturas los hay”, aseveró.
Debería haber más capturados
Reveló que las investigaciones atribuyen que la operación fue ejecutada por criminalidad organizada a la que no se circunscribe a tres personas.
“Falta una gama de pruebas criminalísticas vinculativas que están relacionadas con lo que se ha ido obteniendo en los teléfonos, las que se encontraron en el vehículo y que seguramente van a vincular a otros actores”, explicó.
La funcionaria de Seguridad recordó que las mesas de crisis instaladas después del crimen permitió de forma acelerada descifrar la estructura criminal que ejecutó la masacre (MS-13).
Consultada si la justicia en Honduras es selectiva, respondió que “claro que sí, ha sido selectiva, eso es evidente desde el mismo momento que desde los tribunales y la Fiscalía de New York se siguen casos emblemáticos que tuvieron que ser investigados en Honduras, obviamente decimos que la justicia es selectiva, la recuperación del Estado de Derecho es un desafío”.
Julissa Villanueva no quiso ahondar en los alcances de las investigaciones y abogó para que las diligencias se hagan con la honestidad que debe primar.
“Van tres capturas, pero deberían haber más capturados hasta este momento”, sentenció.
Se ha avanzado mucho: Porfirio Lobo
El expresidente hondureño Porfirio Lobo confesó a Proceso Digital que las investigaciones sobre el asesinato de su hijo están muy avanzadas y que confía en los cuerpos del Estado.
“Creo que han estado avanzando bastante”, dijo.
Relevó que uno de los que salió herido y que posteriormente murió, se logró identificar que tenía disparos que le hizo uno de los muchachos que acompañaba a Said Lobo Bonilla.
Dijo que espera que se llegue a los autores intelectuales del violento suceso, al tiempo que pidió a todos los hondureños a cuidarse porque la inseguridad campea en el país.
Lobo concluyó afirmando que mantiene estrecha comunicación con los encargados de la investigación y que le informan paso a paso lo que está ocurriendo.
Ha existido mucha especulación
El oficial de comunicaciones de la Fiscalía, Yuri Mora, dijo a Proceso Digital que una de las quejas de los fiscales asignados al caso es que se ha especulado tanto sobre los posibles autores y móviles de la masacre.
Ejemplificó el caso del sobreseimiento otorgado al joven Janssen Francisco Velásquez Cabrera por otro caso que nada tenía que ver con la masacre de los cuatro jóvenes. Esta persona fue detenida en un operativo en la colonia Alameda por presunta portación ilegal de armas.
Aclaró que Velásquez Cabrera nunca fue relacionado con el cuádruple crimen en el que murió el hijo del expresidente Porfirio Lobo.
“A él se le capturó porque andaba un arma en el carro, pero no porque tenía que ver con la masacre. Coincidió que el hecho se produjo en los días siguientes al evento del Bulevar Morazán”, señaló.
Mora dejó claro que la investigación del caso que culminó en la muerte de los cuatro jóvenes sigue abierta. “La Policía investiga y una vez que tiene toda la carga probatoria se lo presenta al fiscal para que lo analice y determine si procede el requerimiento fiscal o no”, apuntó.
Información rápida, pero no hay certeza
De su lado, la directora del Observatorio de la Violencia de la UNAH, Migdonia Ayestas, valoró que se haya dado información y resultados relativamente rápidos por parte de los entes encargados de la investigación.
Pese a ello adicionó que no existe certeza en torno a quienes son los verdaderos responsables de los autores intelectuales de estas muertes violentas.
“Se dicen muchas cosas, pero la versión oficial todavía no se ha concretizado sobre el porqué les quitaron la vida a estos cuatro jóvenes”, indicó.
Ayestas refirió que si en el país existiera una Ley de Colaboración Eficaz podría ser usada para obtener mejores resultados en este tipo de sucesos.
La titular del Observatorio de la Violencia, abogó por un trabajo coordinado por parte de los operadores de justicia para lograr mejores resultados en la investigación criminal.
Puntualizó que “cuando se une el talento y la expertis se obtienen mejores resultados, pero esto se logra de la confianza que existe mutuamente”. PD
