La funcionaria indicó que estos proyectos son financiados por la Cuenta del Milenio del Gobierno estadounidense, que congeló la ayuda a Honduras, entre otras medidas de respaldo al depuesto presidente Manuel Zelaya, expulsado del país por los militares el 28 de junio y destituido por el Parlamento, que nombró en su lugar de forma interina a Roberto Micheletti.
La suspensión de esos fondos, apuntó Núñez, «va a afectar aproximadamente a unos 18.000 campesinos» de un programa de agronegocios que se desarrolla en los departamentos de Lempira e Intibucá (suroeste), ambos con altos índices de pobreza, y en otras zonas de Honduras.
La ministra explicó que este programa promueve la mejora de la agricultura y la organización de los campesinos en pequeñas cooperativas y empresas para que «puedan integrarse al comercio internacional», por lo que «tiene mucha implicación humanitaria».
También se verá afectada la construcción de una carretera, que lleva un «importante» avance y que cruzará Honduras desde el sur hasta Puerto Cortés (Caribe) para agilizar el tránsito de mercancías de Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
Estados Unidos tiene una aduana en Puerto Cortés, por lo que «es un proyecto estratégico para la economía, no sólo la hondureña, sino de Centroamérica», y «de alguna manera lo vamos a salvar», enfatizó Núñez.
Según la funcionaria, las medidas adoptadas por Washington también provocarán retrasos en los pagos a los trabajadores y desempleo en programas financiados por ese país.
Señaló que mientras EE.UU. suspendió las ayudas a Honduras, el Fondo Monetario Internacional (FMI) le otorgó 163,9 millones de dólares en apoyo a sus reservas como parte de un programa del Grupo de los Veinte encaminado a enfrentar la crisis mundial.
«Eso es para que se vea lo dividida que está la comunidad internacional» sobre Honduras, «los temas sociales y los económicos deben separarse totalmente, principalmente cuando hay compromisos adquiridos», comentó.
Sin embargo, «vamos a seguir luchando con nuestro cabildeo para que se conozca la verdad y que la justicia prevalezca», dijo en alusión a la posición del Gobierno de Micheletti de que no hubo golpe de Estado contra Zelaya, sino una «sustitución constitucional».
Núñez pidió a la comunidad internacional que reconozca que Honduras es «un país con dignidad, en libertad y en democracia», pero que también «los necesita a ellos».







