Tegucigalpa – Casi seis meses han pasado desde la “fuga silenciosa” que hicieran 22 miembros de la pandilla 18 de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, ubicada en Támara, Francisco Morazán, zona central de Honduras.
– Por este hecho nunca hubo responsables y mucho menos señalados ante la justicia.
– La fuga se produjo horas antes de traslados que serían objeto los reos desde Támara a cárceles de máxima seguridad.
– Uno de los aún prófugos ordenó el asesinato de un reconocido dirigente político, han informado las propias autoridades.
Inicialmente se informó que fueron 23 los fugados, después la cifra se bajó a 18, en vista que cinco fueron localizados en otros recintos penitenciarios. Desde ese entonces -11 de mayo- hasta este día se ha logrado la recaptura de nueve, en tanto otro pereció en condiciones violentas, es decir que aún falta por dar con el paradero de ocho más.
Muchas historias se tejieron alrededor de esta fuga sin precedentes en la historia del país. Se habló de pagos millonarios a policías penitenciarios; otras versiones dieron cuenta que los miembros de pandillas salieron por la puerta de enfrente e incluso fueron recogidos por escoltas que los sacaron de la principal cárcel de Honduras.
Autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP) enfatizaron que los responsables pagarían ante los tribunales e incluso un equipo especializado de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) decomisó videos, documentos y levantó declaraciones del personal carcelario.
Sin embargo, seis largos meses han pasado y este suceso camina a engrosar los archivos de la impunidad de Honduras, eso se colige de las acciones legales hasta ahora conocidas.
El gobierno hondureño lleva a cabo una reforma en el sistema penitenciario que consiste en el cierre de cárceles ubicadas en zonas urbanas, así como la construcción de otros recintos de máxima seguridad, donde hay confinados unos tres mil peligrosos reos.
Alrededor de 19 mil privados de libertad componen la población penitenciaria de Honduras.
La noche del martes de esta semana, la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), en conjunto con la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), capturaron a tres supuestos integrantes de pandillas, entre ellos dos prófugos de Támara.
Asimismo, en las últimas horas las propias autoridades confirmaron que mediante investigaciones de inteligencia se determinó que uno de los aún prófugos de aquella noche del 11 de mayo, fue quien ordenó el asesinato de un dirigente político en la colonia 21 de octubre de la capital.
Los ocho todavía prófugos 1. Rony Ariel Rodríguez Montes Los recapturados 1-Edwin Antonio Ferrera |