Alvarez consideró que Honduras ya no está para la demagogia, que hay que cumplirle al pueblo, este partido no está sólo para ganar elecciones, esta para devolverle a la gente un país solidario con seguridad, salud, educación, transparente y respetuoso de sus leyes, defendiendo la constitución y sobre todo la dignidad de Honduras.
“Hemos ganado las elecciones porque el pueblo sabio ha decidió confiar en la democracia, ha decidió darnos a los políticos una oportunidad excepcional”, expresó.
Se agotó el tiempo para los políticos tenemos que hacer las cosas bien, tenemos que hacerlo mejor, no podemos equivocarnos, no podemos pensar que las cosas son iguales, no podemos pensar que se debe seguir haciendo lo mismo, consideró.
Motivó a los presentes para que practiquen el humanismo cristiano que profesa el Partido Nacional, organismo político que proclama la solidaridad y el bien común enfocado en la grandeza de la persona humana.
Un ejemplo de la solidaridad es mejorar la calidad de vida de los más pobres brindando bonos solidarios apoyando a los pequeños productores, microempresarios y organizaciones comunitarias.
La lucha contra la delincuencia, esa es la búsqueda del bien común, la búsqueda de la libertad y el bienestar para todos, nuestro propósito en la vida debe ser mejorar la calidad de vida de la gente, especial y primordialmente los pobres.
La experiencia nos indica que si queremos resultados diferentes, debemos obrar distintamente, que la fuerza se encuentra en la unión y que sólo unidos podremos construir el partido que queremos y el país que soñamos.
Apoyo al gobierno de unidad y reconciliación
Aseguró que como Partido van apoyar la presidente Porfirio Lobo Sosa en la unidad y en la reconciliación, en la búsqueda del progreso y el desarrollo de nuestro país, buscando oportunidades que les brinden la mano a los hondureños.
Alvarez destacó el liderazgo del presidente Porfirio lobo Sosa a quien considera un líder ponderado, conciliador y el mediador del Partido Nacional, haciendo de la prudencia una de sus principales herramientas.
Pepe Lobo es un presidente de lujo, es el conciliador de la familia hondureña, a quien el pueblo le ha dado el mandato claro de gobernar para Honduras, brindando paz, seguridad, trabajo y poniendo como prioridad al ser humano.
“Estoy seguro que lo hará con justicia, con equidad el presidente lobo es un hombre con conciencia social plena, su conciencia está puesta en los pobres, en los más necesitados, en la solidaridad para producir riqueza en la gente”, manifestó.
Afirmó que los objetivos planteados sólo se lograran mediante el esfuerzo firme y sostenido, enmarcado en una visión y en un plan de país para mostrarle a Honduras que el Partido Nacional es la mejor opción, tal y como lo marca la historia reciente.
Honduras no sería lo mismos sin los esfuerzos modernizadores de los presidentes Rafael Leonardo Callejas y Ricardo Maduro, ellos le demostraron a honduras que se puede hacer las cosas bien y que las promesas de la democracia si se pueden cumplir siendo responsables y buscando el beneficio de todos, aseveró.
De la misma manera destacó el liderazgo de Oscar Alvarez, María Antonieta Bogran, Juan Orlando Hernández, Mario Canahuati, Antonio Rivera, Miguel Pastor entre otros en quienes confió demostraran a Honduras que los nacionalistas son la mejor opción.
“Ellos y yo sabemos que debemos marchar por la ruta de la unidad, por ese camino común que honduras demanda y que el pueblo nos ha confiado no por casualidad”.
La Convención nacionalista se convirtió en una fiesta azul donde unos mil convencionales y cientos de activistas celebraron el histórico triunfo del Partido Nacional y condecoraron la excelente labor ejercida por los ex presidentes Rafael Leonardo Callejas y Ricardo Maduro.
Las autoridades nacionalistas están conformadas por garífunas, jóvenes, mujeres, empresarios, transportistas, maestros, deportistas de todos los municipios de Honduras, conformando 1000 convencionales propietarios y suplentes.
Indicó que la convención es una celebración de que el partido nacional hay ganado las elecciones como nunca antes en la historia, logrando que Porfirio Lobo Sosa resultara el presidente más votado de Honduras.
