Tegucigalpa – Inició a estudiar arte a sus 36 años con el desafío de ser madre, culminó con éxito y hoy es una de las artistas más emblemáticas en la región centroamericana, su inspiración son las noticias locales e internacionales, pero más allá de reflejar la problemática social busca que sus obras inspiren a mujeres a dejar de ser víctimas, ella es Regina Aguilar, una escultora que evoca la fusión del vidrio, metal y la roca.
-En sus esculturas siempre hace alusión a las diferencias sociales, especialmente la situación de la mujer a quien dijo busca inspirar para que dejen de ser víctimas.
-La artista reveló que trabaja en una memoria sobre la realidad de Honduras de los últimos 20 años.
-Es posible que nadie compre mi nueva colección de bellas artes porque el trabajo controversial no es popular, la gente quiere arte para decorar, no quiere estar viendo la realidad social en su sala, confesó la escultora hondureña.
En una amena plática con Proceso Digital contó que como artista mujer tiene la obligación que sus obras inspiren a su género a dejar de ser víctimas, a denunciar los feminicidios y las violaciones. “Como artista tengo el deber de hacer obras que inspiren a las mujeres a dejar de ser víctimas, a denunciar los feminicidios y las violaciones. No se puede permitir que siga el abuso, la voz de la mujer es súper importante para eso”, exteriorizó.
En el marco de los festejos por la conmemoración del Día de la Mujer Hondureña que se celebra cada 25 de enero y como mujer empoderada dijo tener la responsabilidad que las mujeres asuman más conciencia para dejar de ser lo que han sido por razones culturales
“Si las mujeres no nos ponemos en nuestro lugar y nos damos a respetar, nadie lo va a hacer. Es deber de las artistas mujeres ayudar al movimiento para que la mujer sea más respetada”, apostilló la hondureña quien se radica en lo que para ella es uno de los lugares con mayor encanto en el país, el pueblo de San Juancito, conocido por la minería en el pasado y por ser uno de los motivos del traslado de la capital de Comayagua hacía Tegucigalpa.
¿Quién es Regina?
Regina, obtuvo la licenciatura en Bellas Artes en el College of Art de Massachussets. Se diplomó en francés e italiano en Nancy (Francia) y Paretto (Italia). Residió en Boston, Estados Unidos por más de una década.
A su regreso a Honduras se estableció en el pueblo de San Juancito, lugar donde ha desarrollado varios proyectos en favor del arte y de la niñez
Se define a sí misma como original ya que considera que ningún artista debe copiar a otro, por lo que cada uno está obligado a tener su propio sello e identidad.
En su caso -dijo- su sello es la controversia socio-política ya que siempre ha criticado la injusticia, la pobreza, la desigualdad, la violencia de género y otra violencia.
“Yo hablo de la realidad, no le gusta a mucha gente pero es la realidad, esa ha sido mi sello en mis obras”, apuntó.
Pese a contar con diversos estudios y un legado de obras consideró que se nace artista, no se hace.
Desde pequeña construía casas de perros, mientras niñas de su edad jugaban a la muñeca, incursionó a temprana edad en el Teatro Infantil de Honduras.
Durante su juventud continuó explorando su dote en la danza, en el dibujo y en el canto, pero fue a la edad de 36 años cuando ya había afrontado el reto de ser madre que decidió profesionalizarse en la universidad.
Desde entonces no ha dejado de hacer arte y el mismo se puede apreciar en su galería llamada In Vitro Honduras. In Vitro fue creado en el año 2000 con el propósito de proporcionar a un público que sabe discernir con obras de arte únicas e impecablemente ejecutadas, reza su misión.
Dos áreas de trabajo
La artista resumió que tiene dos áreas de trabajo en su vida, una es las bellas artes y otra es la artesanía y decoración donde ya suma 30 años de trabajo con artesanos.
“En las bellas artes, es mi obra personal, no complazco a nadie”, resumió. “Cuando yo quiero expresar mis ideas políticas, religiosas y sociales no hago concesiones porque no estoy para complacer a nadie, si no les gusta lo siento, peor es la realidad”, caviló.
En el trabajo con los artesanos destacó la fundación de una escuela de arte en la que durante 15 años se formaron a muchos niños que hoy son los artistas jóvenes del país, agregó.
Arte para complacer o para el intelecto
Para entender su trabajo dijo que es necesario que el público comprenda que existen dos tipos de arte, uno para complacer la vista y otro para complacer el intelecto.
“Yo creo que el verdadero arte va más allá de la vista, el que deja inquietudes y sensaciones”, externó.
Aunque la vida le ha llevado a desarrollar ambos tipos de arte con franqueza señaló que se orienta por el arte para complacer el intelecto.
En ese sentido, confesó que ha llegado a tardar hasta tres años en solo la idea de una escultura.
Noticias, un termómetro de inspiración
Consideró que el artista debe analizar por lo que es necesario leer, pensar y estar al tanto de la realidad.
En ese contexto, razonó que las noticias son un termómetro de inspiración
“Yo siempre estoy pendiente de las noticias tanto nacionales como internacionales, ese es el termómetro que me da a mí para inspirarme”, compartió.
“Yo no pinto flores, yo estoy hablando de situaciones sociales entonces tengo que estar muy pendiente de lo que está pasando y a veces me toma hasta tres años.
Aceptó que su arte en el área de bellas artes es controversial, por lo que es posible que nadie compre su próxima colección en la que espera trabajar por los próximos 10 años.
Desde ya sabe que es un arte comercial, ya que en Honduras no existen museos, galerías y los coleccionistas solo quieren decorar sus hogares.
“Esa colección es para que quede una memoria, cuidarla y buscar un lugar de exhibición”, adelantó.
En febrero se reinaugurará su escuela de enseñanza ahora llamado Centro Cultural Crisol donde se impartirán cursos de creatividad, vidrio, hierro, idioma, baile y talleres de cerámicas, avanzó.
Finalmente, dijo que lo anterior es parte de su plan de transmitir su conocimiento a las nuevas generaciones.
Polémicas
Como parte de la controversia, de la que la artista admite que hay en su obra, se recuerdan la “Tríada Escultórica y un Sabio” erigida en San Pedro Sula a mediados de los años 90 del siglo pasado, cuando la escultora elabora tres imágenes del prócer José Cecilio del Valle, pero desnudo, lo que desató la reacción de los estamentos conservadores, lo que llevó a que la obra fuera retirada de las inmediaciones del Estadio Morazán, donde estaba a vista pública.
Igualmente se recuerda “Nos vale verja”, otra no menos polémica obra que criticaba la acción del entonces titular del Congreso Nacional Porfirio Lobo Sosa que mandó a colocar una verja en las inmediaciones de la sede del Palacio Legislativo para impedir el acceso de protestantes ya entrado en el presente siglo. (RO)