Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Los desafíos del nuevo gobierno que encabezará la virtual presidenta electa Xiomara Castro, de Libertad y Refundación (Libre), son muchos, pero en el imaginario colectivo la agenda sobre sus ofertas de campaña se hace sentir: el empleo, las ZEDEs y la lucha contra la corrupción empiezan a convertirse en demandas populares que le obligan a dar señales claras y contundentes en sus primeros 100 días de gobierno.
La generación de empleo, la reactivación de la economía y el manejo de la pandemia, son retos que el gobierno de Xiomara Castro deberá asumir, en momentos que una nueva variante del coronavirus, la Ómicron, preocupa al mundo y a la economía por algunas medidas de cierre que están tomando los países y el relajamiento ciudadano, que una vez vacunado, sigue olvidando las medidas de distanciamiento y bioseguridad.
De ahí que el equipo de transición de la virtual presidenta electa trabaje de la mano con el sector privado y hayan instalado las primeras mesas de trabajo orientadas a dar a la nueva administración un plan de respuestas inmediatas de mitigación una vez asumido el poder el 27 de enero de 2022. No quieren, según Hugo Noé Pino, uno de los líderes de la transición, llegar a improvisar, sino que iniciar con algunas acciones de respuesta inmediata que contengan la presión social sobre el nuevo gobierno ante la multicrisis que vive el país y que estarán presentes también en la nueva administración gubernamental.
En las reuniones sostenidas con el sector privado e instituciones financieras como el BCIE, se ha informado que trabajan en una revisión de los tributos, que no habrá más impuestos, que buscarán ampliar la base tributaria, y obviamente, que verán como entrarle al problema de la ENEE, una empresa pública en quiebra.
Pero esas acciones deben ir acompañadas de estrategias sanitarias efectivas frente a la pandemia del coronavirus, avanzar en la vacunación y generar medidas de confianza para que la reactivación económica se mantenga sostenible y de manera gradual, a pesar de los pronósticos.
En las manos del Congreso
La generación de empleo es una de las principales demandas ciudadanas al estimarse una pérdida de más de medio millón de desempleados, empujando así las cifras migratorias al estimarse un promedio diario de 500 hondureños que salen del país por falta de oportunidades. Esa es una de las primeras presiones sociales que Xiomara Castro deberá abordar.
Otra que está en el imaginario colectivo es la derogación de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDEs), una medida acuerpada por gran parte de las comunidades en expresiones sistematizadas en cabildos abiertos por los gobiernos locales, pero ello dependerá de cómo queden conformadas las fuerzas políticas en el Congreso Nacional, pues se necesita mayoría calificada para derogar una reforma constitucional.
Los integrantes de la transición de Libre han dicho que revisarán el status legal de las ZEDEs creadas como la denominadas Próspera, en Roatán; Ciudad Morazán, en Choloma y Orquídea en San Marcos de Colón, sin que ello dañe la inversión hecha, ni la seguridad jurídica, pero han sido claros en indicar que una oferta de campaña de Xiomara Castro es derogar las ZEDEs y esa meta buscarán cumplirla con el acompañamiento de las fuerzas necesarias en el Parlamento.
Por ahora, Libertad y Refundación no tiene una mayoría simple, según las proyecciones, y necesitará del apoyo de otras bancadas para poder derogar las ZEDEs y otras reformas constitucionales que afectan la institucionalidad y la soberanía en el país. El tiempo dirá como avanza esa iniciativa que sale de las manos del poder ejecutivo pues es en el hemiciclo donde se verá si se concreta ese anhelo popular o debe seguir en espera.
De momento, la sede Próspera ha dado un primer paso al saludar al nuevo gobierno y mostrar su anuencia a revisar algunos puntos de interés. El tema de las ZEDEs fue uno de los puntos álgidos que dominó la campaña del pasado proceso electoral, al existir un clamor colectivo de rechazo a esa iniciativa que es catalogada por amplios sectores de lesiva a la soberanía nacional y sus leyes, al crear un enclave dentro del territorio nacional.
A ello se suma la polémica en cuando al contrato que rige el aeropuerto internacional de Palmerola, una situación con muchos matices e intereses que debe ser resuelta, tal y como se comprometió la presidenta electa Castro al tiempo de calificar de ilegal y monopólica la contratación, en un mensaje posteado en su cuenta de Twitter.
Lucha anticorrupción
Pero no solo el problema de la ZEDEs o el aeropuerto de Palmerola estarán en la agenda de los primeros 100 días de gobierno, también las demandas ciudadanas se centrarán en la lucha contra la corrupción y dentro de ellas, unas también pasan por el Congreso Nacional, otras son propias del Ejecutivo.
Dentro de las que pasan por el Congreso Nacional y no necesitan mayoría calificada, es la derogación de la Ley de Secretos y de las últimas reformas penales que afectan el combate contra la corrupción y la lucha contra el lavado de activos procedente del crimen organizado y de la corrupción.
La ley de la reforma al Tribunal Superior de Cuentas que limita las facultades de investigación del Ministerio Público, y la reforma o derogación del actual Código Penal, son acciones que entran en el ámbito del legislativo y que pueden abordarse por iniciativa del Ejecutivo o del Legislativo mismo. Son reformas factibles que pueden dar mensajes claves en la lucha contra la corrupción y los compromisos del nuevo gobierno.
Otra acción que es potestad del Ejecutivo, es gestionar la llegada al país de una misión internacional de apoyo al Ministerio Público a la lucha contra la corrupción y la impunidad, una promesa de campaña que ha generado enormes expectativas .
En su propuesta de las primeras 30 acciones de su plan de gobierno para 100 días, la virtual presidenta electa contempla el tema de la traída de una misión internacional, y la ciudadanía sigue expectante, pues una de las causas por las que salió a votar masivamente fue para impugnar la corrupción, al promover acciones que lejos de luchar contra este fenómeno, más bien la blindan y genera mayor impunidad.
La comunidad internacional también se mantiene a la expectativa de esta promesa y uno de ellos es Estados Unidos que en sus mensajes de felicitación ha sido claro que espera trabajar de la mano con el gobierno de Xiomara Castro, en el combate y lucha contra la corrupción.
Washington ya envió mensajes claros de acompañamiento a la presidenta electa y aparte de la comunicación telefónica que hizo la vicepresidenta Kamala Harris, también la primera avanzada de Washington estuvo el fin de semana de en Tegucigalpa con un mensaje claro: anticorrupción, fortalecimiento institucional, lucha contra el narcotráfico y sustentabilidad económica. De momento estas son las claves en medio de una enrarecida atmósfera política, justo cuando China avanza y cada vez cruza más fronteras en la cintura de América. (PD)