Moscú– El centrocampista Ivan Rakitic aseguró este viernes que el éxito mundialista de la selección croata «no concierne a 23 jugadores, a un seleccionador y a los miembros del cuerpo técnico» sino a 4.5 millones de compatriotas que les acompañarán en el desafío de ganar la final del Mundial de Rusia.
En una rueda de prensa celebrada en el estadio de Luzhniki, escenario este domingo de la final entre las selecciones de Croacia y Francia, el jugador del Barcelona reveló que el deseo de los internacionales croatas es llevarse «la copa a casa», aunque reconoció que necesitarán «un poco de suerte» para batir a «un equipo serio, fuerte y con grandes jugadores».
«Será difícil, tanto en defensa como en ataque, pero lo importante es que nos centremos en nosotros. Tenemos que intentar hacer nuestro juego. Esperamos ser lo suficientemente fuertes para ganar el partido», dijo.
Ese choque, según remarcó, será para los internacionales croatas «el más grande» de sus vidas.
«Queremos marcharnos con la cabeza alta, sabiendo que hemos dado lo máximo», manifestó Ivan Rakitic, poseedor del récord de partidos disputados esta temporada, con un total de 70.
Para el de este domingo, que será el número 71, ha guardado «una energía extra», toda vez que será un envite «histórico». Para la selección croata es la primera final mundialista de su historia.
«Queremos mostrar al mundo que todos los jugadores, no solo los que jueguen, somos uno. Lo dejaremos todo en el campo para conseguir una victoria que para el fútbol croata sería enorme», anunció.
Preguntado por el exitoso torneo que están firmando los Vatreni, Ivan Rakitic apuntó a la «unidad» y al «orgullo» que sienten cuando lucen la camiseta ajedrezada. «Jugamos cada duelo desde el convencimiento y con una unidad única. La relación que los croatas tenemos con nuestro país es muy especial», expuso.
«No quiero decir que sea mayor a la puedan tener los franceses, simplemente que la nuestra es única, no solo cuando hablamos de fútbol. También en tenis, waterpolo, baloncesto, tenis de mesa. Es algo que los croatas tenemos», comentó.
El centrocampista azulgrana destacó asimismo la aportación del técnico Zlatko Dalic. «Como entrenador es único. Tiene muy claro lo que quiere en cada momento, es muy profesional y no deja nunca nada al azar. No duerme si eso es necesario para que su equipo esté preparado. Se merece lo que le está pasando. Espero que lidere el equipo nacional durante muchos más años», confesó.
Con él como máximo responsable, Croacia está firmando la página más brillante de su historia. Mejorarán, pase lo que pase en la final, el bronce logrado en la cita de 1998.
Entonces, el verdugo de la selección ajedrezada en semifinales fue, precisamente, la selección de Francia. «Este es otro partido. Han pasado 20 años», indicó el centrocampista del Barcelona.