Calderón manifestó «su rechazo a la construcción de un muro en la frontera entre ambos países» y «Perry resaltó que, si bien es un firme abogado de mejorar la seguridad fronteriza, ha expresado reiteradamente su oposición al muro por considerar que su construcción no contribuye a tal propósito», dijo un comunicado de la Presidencia.
El mandatario mexicano destacó la importancia de que se redoblen los esfuerzos para lograr un flujo legal, seguro, ordenado y respetuoso de los derechos humanos de los inmigrantes.
También dijo al gobernador de Texas, quien realiza su segunda visita oficial a México, que los inmigrantes mexicanos contribuyen de manera destacada en la economía, la sociedad, la cultura y la política de Estados Unidos.
Perry, según el comunicado de la Presidencia, expresó su apoyo a una reforma migratoria integral en su país y agradeció a Calderón «la firme política que ha adoptado en relación con la lucha contra el crimen organizado y la violencia transfronteriza».
Por su parte, Calderón aseguró que es importante que el gobierno de Texas acepte el uso de la matrícula consular expedida por las representaciones mexicanas a los inmigrantes de su país.
Ambos coincidieron en la importancia de impulsar el desarrollo de la infraestructura existente en la frontera y revisaron el estado en que se encuentran las principales iniciativas en marcha en materia de cruces transfronterizos.
Calderón y Perry, de acuerdo al documento, expresaron el deseo de «impulsar decididamente el establecimiento de nuevos cruces ferroviarios en la frontera con Texas».
En el encuentro, Calderón estuvo acompañado por la canciller, Patricia Espinosa, el ministro de Comunicaciones, Luis Téllez, entre otros altos funcionarios.