Tegucigalpa – El presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rolando Argueta Pérez, dijo este lunes que ya es recomendable que se cree una Ley de Extradición en Honduras de manera que la misma pueda dar claridad, certeza y confianza a temas de esta índole.
Según Arqueta no hay un artículo en la Constitución de la República, de esa naturaleza es autónomo en su aplicación, por lo que considera que deberían ser ejecutadas por una legislación especial u ordinaria que contenga los requisitos fundamentales.
En declaraciones a la capitalina Radio América, el titular del Poder Judicial, añadió que los temas como los de procedimiento y las condiciones en cuanto a la materia de medios de impugnación que deben prevalecer en las solicitudes de extradición.
“Nos regulamos por un auto acordado de la Corte Suprema de Justicia anterior, esa por principio universal es una regla de carácter más administrativa que desde el punto de vista propiamente jurisdiccional», explicó el presidente del Poder Judicial.
Desde el punto de vista jurídico –dice Argueta-, eminentemente los principios que rectoran las solicitudes de extradición en base a convenios internacionales, no es nada aparatado de una realidad y necesidad para que en su momento el Congreso Nacional “pueda tomar la decisión de crear una legislación más específica”.
Explicó que la normativa debe ser concreta, con carácter de ley especial a efectos de que regule detalladamente, contundente y certeramente el procedimiento de la extradición. Ya que actualmente la misma funciona por un auto acordado, mediante una reforma constitucional en 2012.
Finalmente, insistió en que manejar el tema de las extradiciones mediante ese auto acordado queda tibio, ya que aludió que si la misma se desarrolla a través de una regulación especial, podría ser de mayor utilidad, contundencia, certeza y confianza.
En enero de 2012 el Parlamento hondureño aprobó la reforma constitucional (artículo 102) bajo un ambiente de hermetismo y con fuertes presiones de la Unión Americana, sin embargo, la primera extradición se materializó hasta mayo de 2014, es decir 28 meses después.
El primer extraditado fue Carlos Arnaldo “El Negro” Lobo el 8 de mayo de 2014, cuando recién comenzaba el gobierno del presidente Juan Orlando Hernández. El último fue José Adalid Amaya Argueta el 26 de abril de 2019.
En ese periplo -6 años y 3 meses- 22 hondureños han sido entregados a la justicia de Estados Unidos bajo la figura de “auto acordado”, en vista que no existe un reglamento de extradición y que aún se encuentra pendiente en la Cámara Legislativa.
En 2014 fueron expatriados cuatro hondureños hacia el país del norte del continente, en 2015 se cifra se mantuvo en cuatro, en 2016 se ejecutaron cinco al igual que en 2017, y durante los dos últimos años (2018 y 2019) se realizaron dos por año.
El 10 de mayo, un juez natural determinó conceder la extradición del hondureño Martín Adolfo Díaz Contreras luego de ser pedido por la Corte del Distrito Este de Texas, Estados Unidos, por delitos de narcotráfico.
JP