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Presidenta Xiomara Castro denuncia desigualdad financiera y modelo neoliberal en Conferencia de la ONU

Tegucigalpa-Sevilla, España– En su discurso durante la IV Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, alzó la voz en nombre de su país y de Latinoamérica para denunciar la profunda desigualdad estructural que aqueja a la región y los estragos del modelo económico impuesto por organismos internacionales y la banca privada.

«Estoy convencida de que no puede hablarse de desarrollo si no colocamos en el centro la igualdad financiera, el acceso al crédito y la equidad de género como pilares de una justicia verdaderamente global», expresó la mandataria al iniciar su intervención en el evento que reunió a líderes globales, entre ellos el secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.

Castro, primera mujer presidenta de Honduras, habló sobre la realidad que enfrentan los países latinoamericanos, haciendo énfasis en las secuelas de las políticas neoliberales y las rupturas democráticas: “Hablo en nombre de un pueblo valiente, perteneciente a una de las regiones más golpeadas por la imposición de un modelo privatizador dictado por organismos internacionales de crédito y la banca privada, que nos dejaron pobreza, corrupción, violencia y serias limitaciones fiscales para invertir en el desarrollo de nuestra gente”.

En ese contexto, recordó que su administración heredó un país devastado por “12 años y 7 meses de narcodictadura”, en alusión directa al expresidente Juan Orlando Hernández, hoy condenado a 40 años de prisión en Nueva York por delitos relacionados al narcotráfico.

 “Durante ese tiempo se desmanteló la base productiva del país, se entregaron privilegios a los grandes empresarios, se exoneró de impuestos a los más poderosos, mientras se abandonaba completamente a la micro, pequeña y mediana empresa”, denunció.

Castro subrayó que las mipymes en Honduras generan ocho de cada diez empleos, pero enfrentan un acceso casi nulo al crédito formal. “Cuando logran financiarse, lo hacen pagando tasas elevadas e injustas, mientras los grandes grupos económicos acceden al 40% del crédito bancario a tasas preferenciales”, puntualizó.

Asimismo, alertó que la recaudación tributaria del país apenas alcanza el 17% del Producto Interno Bruto, muy por debajo del promedio latinoamericano y de las recomendaciones de la OCDE. Diez familias, organizadas en 25 grupos económicos, se adueñaron del 80% del PIB y apenas pagan el 0.03% en impuestos, mientras los más pobres pagan hasta el 50%. Esta desigualdad es profunda, estructural y debe ser enfrentada con valentía y decisión, remarcó.

La presidenta finalizó su intervención haciendo un llamado a la comunidad internacional para replantear el sistema financiero global y construir mecanismos que prioricen la justicia, la equidad y el desarrollo sostenible de los pueblos históricamente excluidos.LB

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