Tegucigalpa – Dos casos positivos de COVID-19 fueron detectados en las últimas horas en el Asilo de Ancianos e Inválidos del Hospital San Felipe en Tegucigalpa, lo que de inmediato encendió las alarmas entre las autoridades del recinto, quienes temen un brote de la enfermedad.
La directora del asilo, Roxana Araujo, informó que dos casos positivos de COVID-19 fueron detectados en el asilo, donde permanecen más de 40 ancianos.
Ante la confirmación de los casos de determinó el cierre total a personas externas a dicho lugar, anunció Araujo.
La directora no descartó que existan más casos y lamentó la situación ya que al tratarse de personas de la tercera edad, son más propensos a la letalidad del virus.
En uno de los casos el paciente solo mostró un cuadro febril, refirió Araujo quien acotó que el segundo caso se detentó tras programar una cirugía selectiva para el paciente.
Ambos pacientes positivos son del género masculino y permanecen internos en la sala COVID-19 del Hospital San Felipe.
Para contener un brote en el asilo se determinó volver a cerrar las puertas del asilo para personal externo, acción que se mantuvo durante casi todo el 2020.
Los casos ya fueron notificados a la Región Metropolitana de Salud, quienes ya iniciaron a realizar las pruebas entre los habitantes del asilo.
Al respecto, señaló que durante el fin de semana se confirmará si existen más casos entre los 40 ancianos que descansan en el lugar.
Destacó que el personal de salud que trabaja en el lugar ya recibió la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19, pero los ancianos no.
La prevención de la enfermedad se torna difícil al no poder obligar a los ancianos al uso de la mascarilla para que no sufran problemas respiratorios, reflexionó Araujo.
A partir de ahora al detectar algún síntoma entre los residentes del asilo será aislado de forma automática, agregó.
Seguidamente, reiteró que el asilo ha sido cerrado para prevenir un brote de la COVID-19 entre los ancianos. (RO)
