Tegucigalpa- La Policía Nacional de Honduras emitió un comunicado oficial, en el que condena lo que calificó como un intento violento de toma del Hemiciclo del Congreso Nacional, protagonizado por más de mil manifestantes bajo la dirección de “líderes políticos identificados”.
– “Las autoridades competentes han iniciado un proceso de documentación legal exhaustiva de los hechos incluyendo análisis video forenses de los actos violentos cometidos por los manifestantes”, cita el inciso 4 del comunicado.
Según la institución, los hechos ocurrieron en el área conocida como “Los Bajos del Congreso”, donde los manifestantes habrían intentado forzar su ingreso al edificio legislativo. La seguridad interna del Congreso, con el apoyo de la Policía Nacional, intervino para impedir que la toma se consumara, justifican en el escrito.
“Pese al llamado al orden y al respeto por la institucionalidad, los manifestantes recurrieron a la fuerza, lanzando insultos y tratando de retirar por la fuerza a los miembros de la seguridad y agentes del orden”, indicó la Policía en su comunicado.
Como resultado del enfrentamiento, tres miembros de la seguridad del Congreso y el propio jefe del equipo de seguridad resultaron heridos, con lesiones en la cabeza, brazos, dedos y oídos. También se reportaron daños materiales en las instalaciones del Hemiciclo, describe el comunicado.
La Policía Nacional afirmó haber actuado en estricto apego al marco jurídico nacional e internacional, aplicando el uso racional, diferenciado y progresivo de la fuerza, y priorizando siempre la disuasión, el diálogo y el mínimo uso de la fuerza.
Además, se ha iniciado un proceso de documentación legal y análisis video-forense para identificar a los responsables de las agresiones y daños ocurridos durante la jornada.
La institución reiteró su carácter apolítico, profesional y permanente, en cumplimiento del artículo 293 de la Constitución, y destacó que los agentes desplegados actuaron con valentía y templanza para preservar el orden público y la estabilidad democrática.
“La violencia no puede ni debe ser una herramienta de presión en una sociedad democrática”, concluye el comunicado.LB