Tegucigalpa— En una operación ejecutada en las últimas horas, agentes de la Unidad Antisecuestro de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) lograron la liberación de dos jóvenes que habían sido secuestrados el pasado fin de semana en el departamento de Francisco Morazán.
Los captores exigían 120,000 lempiras como rescate para dejarlos en libertad. Las víctimas, de 19 y 23 años, son técnicos en computación y estudiantes universitarios residentes en una colonia de la capital.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, ambos jóvenes fueron contactados por una organización criminal, presuntamente de origen colombiano o mexicano, que los habría engañado ofreciéndoles un supuesto trabajo relacionado con servicios de computación en una zona rural de la aldea El Aguacate, montaña de Azacualpa.
“Al llegar al lugar, los muchachos fueron retenidos y amenazados. Les dijeron que estaban siendo vigilados y que, si sus familias no pagaban el rescate, atentarían contra sus vidas”, explicó el subinspector Edras Torres de la Policía Nacional.
Los agentes desplegaron un operativo de inteligencia y rastreo que culminó con el rescate exitoso de las víctimas. Hasta el momento, las autoridades mantienen bajo investigación a varios sospechosos vinculados a este hecho.
Torres advirtió que en los últimos meses se han reportado casos similares en la misma zona, recordando que hace dos o cuatro meses también fueron raptados dos empleados de una empresa de telecomunicaciones bajo circunstancias parecidas.
“Este tipo de hechos se está volviendo reiterado. Por eso hacemos un llamado a la población y a las empresas a no enviar a sus trabajadores a lugares rurales y de difícil acceso sin previa verificación de seguridad. De acuerdo con nuestros reportes, se trata de una banda organizada dedicada al secuestro y extorsión”, subrayó el oficial.
Las autoridades continúan con las investigaciones para desarticular por completo la red criminal y garantizar la seguridad de los ciudadanos que laboran o transitan por zonas rurales del país.LB