spot_img

Periodista a tiempo completo, Dagoberto Rodríguez entre las amenazas, el exilio y el gremialismo

Tegucigalpa (Por Jorge Sierra) – Más de 30 años en el ejercicio de la profesión avalan su dilatada carrera en el periodismo. La radio, televisión, prensa escrita y digital han sido sus trincheras en el arte de informar en un país que cuenta por decenas los asesinatos de periodistas. Las constantes amenazas, querellas e insultos, que algunas veces derivaron en el exilio han marcado la agitada vida de Dagoberto Rodríguez Coello, que este viernes recibe el máximo galardón del periodismo en Honduras, el Álvaro Contreras.  

Cuenta que pudo ser oficial de las Fuerzas Armadas, que ha llorado muchas veces durante coberturas periodísticas, que un periodista no puede ejercer la profesión y ser político a la vez, que es olimpista de corazón y que no hay nada mejor que la prensa escrita. Dagoberto Rodríguez reveló algunas facetas desconocidas de su vida en una sincera entrevista con Proceso Digital.

Testificó que recibe el premio Álvaro Contreras 2025 con mucha humildad y significa mucho porque viene del gremio, de sus propios colegas. “Muchos periodistas marcaron mi vida como la licenciada María Antonia Martínez, mi escuela y a quien le debo mucho, igualmente Marlen Perdomo de Zelaya, ellas dos significan mucho en mi vida periodística”, dijo con emoción.

No dejó de lado a otros grandes mentores como: Reynaldo AmadorJuan Ramón DuránRamiro Sierra y Liliam López Carballo. “Ellos eran periodistas de cepa y me enseñaron mucho”, externó.

Aunque ha ejercido todas las modalidades del periodismo, se decanta por la prensa escrita. Le encanta la radio y lo disfruta al máximo, pero sigue siendo el escrito donde se prueba al verdadero periodista, declaró.

El sur de sus amores

El pequeño Dago allá en el sur de Honduras.

Nacido en la capital hondureña el 3 de septiembre de 1967 –hace 58 años– aunque sin ambages asegura que pudo haber nacido en Apacilagua, un municipio de Choluteca ubicado entre Morolica y Orocuina. Allí pasó imborrables años de su vida bañándo en las entonces cristalinas aguas del río Choluteca, donde aprendió a nadar y a pescar.

“Soy citadino prácticamente, nací aquí en Tegucigalpa, pero siento que mi ombligo está en la zona del sur del país”, dijo con brillo en sus ojos.

Sus padres: Citadino Rodríguez (QEPD), un obrero campesino, autodidacta y con mucha inteligencia; y Martha Lidia Coello, una maestra rural que nos inculcó el estudio.

“Mi padre leía todo lo que le caía en las manos, caminaba recortes de periódicos para leer, además le encantaba escuchar radio por las noches y se levantaba con las noticias. Esa forma de él creo que en el fondo sembró el gusanito para que yo estudiara periodismo. Le gustaba escuchar a Germán Allan PadgetNapoleón Mairena TerceroMoisés Ulloa Duarte y otras grandes figuras del periodismo”, rememoró.

De su niñez recuerda que todas las semanas santas su papá los llevaba al sur, “a mí me encantaba ir, le tengo un cariño especial a la zona sur, viajamos en baronesa del empalme en Choluteca hacia Orocuina, donde un tío nos esperaba en unos burros para llevarnos a Apacilagua”.

En sus memorables primeros años no faltó la pelota de fútbol y con sus primos solían cazar garrobos y pescar a la orilla del río. Mientras, en la capital hondureña sus reminiscencias le traen a la memoria momentos marcados por la pobreza, pero con una infancia feliz.

El profesional del periodismo citó que egresó de comercio del mítico Instituto Central Vicente Cáceres (ICVC), lo que lo llevó a matricularse en la carrera de Administración de Empresas en la UNAH. “Al cabo del tiempo sentí que esa no era mi vocación, entonces opté por estudiar periodismo y egresé allá por 1994”, describió.

Pero antes de decantarse por estudiar periodismo, Dago hizo el complejo examen para ingresar a la Academia Militar Francisco Morazán, el que aprobó, sin embargo su papá no tenía los cinco mil lempiras que le pedían para el ingreso. “Pude ser oficial de la milicia”, recordó con agrado.

Luego de egresar en la UNAH casi a mediados de los 90 con un año de experiencia en Diario Tiempo.

Dago –como le dicen de cariño– está casado con la doctora Claudia Narvaez desde hace 33 años. Han procreado cuatro hijos: Cristian, Jonathan, Claudia Janine y Allan Josué. Afortunadamente ninguno de sus vástagos es periodista, bromeó.

“Si debo pedirle perdón a alguien por haberles quitado tiempo en el ejercicio de mi profesión es a mi esposa y mis hijos”, dijo con la voz entrecortada.

Dilatada experiencia en medios

Con mucha alegría recuerda que fue Manuel Gamero el que le dio la primera oportunidad en los medios de comunicación (Diario Tiempo). Allí cubrió casi todas las fuentes informativas y cuando ahuecó tuvo un paso de dos años en las relaciones públicas en la Alcaldía Municipal del Distrito Central.

Luego, se le abrió una oportunidad en Diario La Prensa (1997). Fue un cambio radical –expresó- porque pasar de un diario liberal a otro con tendencia más conservadora.

“Al principio pasó más de una semana y no me publicaban una sola nota, entonces fui donde mi jefe de ese entonces –Faustino Ordóñez– y le pregunté por qué no me habían publicado notas, entonces me dijo: ‘no se preocupe, a usted le pagan por nota redactada, no por nota publicada’… me di cuenta que venía de una escuela de Diario Tiempo a otra de Diario La Prensa que eran diametralmente opuestas, con el paso del tiempo me adapté y luego ya me publicaban mis notas”, describió.

Seguidamente, ocupó el cargo de Director General de Prensa en el gobierno del presidente Ricardo Maduro (2002-2006), etapa que la califica como una gran experiencia porque le permitió ver al periodismo desde el otro lado de la barrera. “Fue un aprendizaje impresionante el que tuve ahí, pero sentí que no era lo mío e incluso el propio presidente me llamó para que reconsiderara la decisión, pero era algo definitivo”, apuntó.

Fue así que pasó a las filas de Diario El Heraldo comandando la unidad de investigación y como editor de noticias. Además, en 2005 formó parte, junto a la licenciada Marlen Perdomo, de la fundación de Proceso Digital.

“Dejé Diario El Heraldo y me voy a trabajar a tiempo completo a Proceso Digital. Ahí estuve un buen tiempo como jefe de redacción, como redactor y fue una buena experiencia porque estaba incipiente el periodismo digital, pero www.proceso.hn marcó una pauta en el periodismo, creo que su aporte al surgimiento del periodismo digital merece estar en la historia. Si alguien escribe un libro, Proceso Digital debe ser la referencia de cómo evolucionó el periodismo digital en el país”, enumeró.

A la par de su gestión en Proceso Digital asumió la dirección de Radio Cadena Voces (RCV) que por esos tiempos comenzó a marcar una pauta por su periodismo combativo y de denuncias. Esa etapa concluyó en 2011 y seguidamente retornó al grupo OPSA a Diario La Prensa con una nueva etapa de ocho años y desde 2021 es el director otra vez a RCV.

[LEER] Gobierno querella al director de RCV ante la Corte Suprema

Exilio y amenazas

Dagoberto Rodríguez recordó que durante el gobierno de Manuel Zelaya (2006-2009), la Radio Cadena Voces asumió un papel crítico, lo que provocó que surgieran amenazas por su línea editorial.

Mencionó que en el año de 2007 se produce el asesinato de Carlos Salgado (productor de las historietas de Frijol El Terrible) cuando salía de RCV en el bulevar Morazán. “A raíz de eso surgió una amenaza en contra mía y la propia policía me informó que había información de inteligencia que aseguraba que se había pagado un grupo de sicarios para asesinarme. Fue así que hablé con el entonces comisionado de Derechos Humanos, Ramón Custodio, y me recomendó que me fuera del país ante una amenaza seria. Me fui un tiempo con mi familia, pero luego regresé nuevamente a RCV”, relató.

El ganador del premio Álvaro Contreras 2025

Dagoberto Rodríguez, premio Álvaro Contreras 2025 – Proceso DigitalProceso DigitalEl Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), designó al periodista Dagoberto Rodríguez con el premio Álvaro Cont…

tilda su salida del país en 2008 como su momento más duro en el ejercicio de la profesión.

“A través de los tiempos, las épocas, los contextos y las coyunturas políticas, el periodismo ha sido difícil en Honduras. Lo vivieron los periodistas en la época de las dictaduras militares, mucho antes cuando gobernó Tiburcio Carías y así sucesivamente en todas las administraciones, incluso en los gobiernos democráticos. Siempre ha habido amenazas a la prensa, pero siento que en los últimos tiempos esa amenaza pasó del encarcelamiento o la amenaza verbal, a los asesinatos”, reflexionó para luego citar que más de un centenar de periodistas y empleados de medios de comunicación han sido asesinados en Honduras desde 2002.

Agregó que las amenazas, luego de ese episodio, han sido permanentes, incluso cuando estuvo en Diario La Prensa y Diario El Heraldo. Las advertencias han sido permanentes a través de llamadas y mensajes, igualmente amenazas de querellas o denuncias judiciales.

“Varias veces –incluso– me llamaron para ofrecerme dinero”, afirmó para luego agregar que decidió abandonar La Prensa para seguir en algo que representara menor riesgo para él y su familia. Pero, “en Radio Cadena Voces ha sido igual porque la línea editorial ha sido crítica. A diario recibimos amenazas, insultos y todo tipo de ofensas.

Con el finado Ramón Custodio López.

Amenazas a la prensa

Reprochó que en los gobiernos del expresidente Juan Orlando Hernández (2012-2016 / 2016-2022) se introdujeron varias iniciativas para limitar a los periodistas y censurar a la prensa.

Dijo que con la llegada de la presidenta Xiomara Castro había muchas esperanzas por parte de los periodistas de superar esa zozobra que generó la gestión de Hernández.

“Pensamos que esa sería una etapa superada y que el nuevo gobierno, uno progresista, daría mucho impulso a la libertad de expresión y sería más tolerante a la crítica, pero fue todo lo contrario. Este gobierno pasó la línea que habían mantenido hasta este momento los funcionarios. Ya estos, los actuales, atacan veladamente a los periodistas, a los medios de comunicación, hay una estigmatización permanente, hay amenazas, querellas, entre otro tipo de acusaciones, es decir este gobierno prácticamente sigue un guión hasta criminalizar al periodista”, expuso.

Insistió que el actual gobierno lleva a cabo un guión. Comenzó con la estigmatización de los medios y periodistas, luego pasó a la práctica que son las acusaciones y la criminalización de los periodistas.

Avizoró que si Libre sigue en el poder irá más allá que es el cierre de medios de comunicación, lo que sería grave para el periodismo y la democracia en Honduras.

Consultado sobre si existe el riesgo de caer en lo que se vive en países como Nicaragua, Cuba o Venezuela, respondió que todo forma parte de un proceso sistemático de la degradación de la libertad de expresión y libertad de prensa.

“Me preocupa que si Libre gana las elecciones el 30 de noviembre, la situación de la prensa va a ser mucho peor y vamos a llegar a esa etapa. La imposición de sanciones a medios a través de Conatel, a través del cierre o la no renovación de las licencias a medios, tal como sucedió en Venezuela, y luego el cierre de los medios. Vamos hacia eso y eso es peligroso, altamente peligroso para la democracia”, aseveró.

Su papel como gremialista

Dagoberto Rodríguez fue presidente del Colegio de Periodistas en dos periodos (2017-2019 y 2019-2021). Es un gremialista y apasionado por el micrófono, la pluma, el cuaderno y la computadora.

Mencionó que muchas veces el Colegio de Periodistas es blanco de ataques en el sentido que poco o nada hacen por los agremiados. “Siento que el problema ha sido la profunda división que hay dentro del periodista. Aquí hay periodistas que están claramente definidos que son militantes de un partido político o de determinadas organizaciones, entonces no ha existido una unidad que permita poder enfrentar los problemas y los desafíos que enfrentamos los periodistas en Honduras”, reflexionó.

Aceptó que existe precarización de la profesión. Muchos colegas no son contratados de forma permanente sino por servicios profesionales o por contrato, sin derechos laborales. Todo esto viene en detrimento de la labor de los comunicadores, además de otros desafíos como las amenazas que vienen desde el Estado, pero siento que la culpa no ha sido del Colegio de Periodistas, yo estuve al frente del colegio y traté de eliminar la ilegalidad y que se pagara un salario mínimo, pero somos pocos los que estamos afiliados.

Fue presidente del Colegio de Periodistas en dos periodos.

Relató que cuando estuvo al frente del CPH había unos 3 mil periodistas afiliados de un universo de 8 mil que perfectamente laboran desempeñando este tipo de trabajos en todo el país. Citó que existe la idea que no hay beneficios, pero sí los hay como el Instituto de Previsión del Periodista que garantiza una jubilación digna, además de tener acceso a préstamos, seguro médico y de vida, así como gastos mortuorios.

En torno a la posibilidad que haya una especie de normativa que sólo permita a periodistas colegiados ejercer la profesión tal como ocurre en el gremio de los abogados, refirió que “justamente con Juan Carlos Sierra hemos hablado del tema para que desde el gobierno se pueda exigir de que solamente se contrate en temas de comunicación y relaciones públicas a periodistas colegiados”. La idea es llegar a ese punto para que los periodistas tengan un arancel digno, dijo.

Sobre el caso de los “periodistas Hermes” que se usa en forma peyorativa para referirse a profesionales del gremio que prestaron servicios al gobierno anterior, Rodríguez razonó que “ese fue un término que acuñó el Partido Libertad y Refundación. Estigmatizó a los periodistas porque muchos de estos periodistas prestaron servicios al gobierno y recibieron un pago por el servicio que prestaron en temas de publicidad, asesoría, pero en la actualidad este gobierno es peor, la lista que maneja la Secretaría de Planificación es interminable, y ganan mucho más que los incluidos en la lista Hermes, en su tiempo saldrán esos listados. Me parece que es una hipocresía de este gobierno y del Partido Libre. Genera mucha indignación porque uno ha procurado mantener una línea limpia, en mi caso me llaman periodista Hermes y no aparezco en esa lista, pero lo hacen por mis críticas hacia el gobierno”, desglosó.

Fue fundador de Proceso Digital en 2005.

Igualmente, a la consulta si un periodista puede desempeñar la profesión y ser político a la vez, respondió que “el periodismo es como el agua y el aceite, o se es periodista o se es político, pero no se puede ser periodista militante y periodista político, eso es incongruente, antinatural porque el periodista tiene que ser independiente y objetivo”.

Reveló que con más de tres décadas ejerciendo el periodismo, hasta el día de hoy no se arrepiente de haber escogido esta noble profesión. El periodismo me ha dado las mejores satisfacciones, he conocido gente, viajado a otros países en coberturas especiales, me ha permitido relacionarme con otras personas y ha sido el medio de sustento de mi familia y el mío propio.

“Creo que no hubiese alcanzado lo que he logrado, si no hubiese sido por el periodismo. Llevo en la sangre el periodismo, es una pasión, es un tema de 24/7, es imposible desconectarse de esto que tanto nos gusta”, pronunció en voz alta.

Develó que cuando fue informado que ganaba el premio Álvaro Contreras 2025 sintió una enorme emoción e incluso hasta lloró. Dijo ser muy sentimental al grado de sentir rabia e impotencia cuando ve injusticias, “eso no significa que uno sea débil, sino que siente lo que vive la gente. Lloré varias veces cuando me tocó cubrir el huracán Mitch que llegué a la morgue y vi la cantidad de muertos uno sobre de otro e incluso viendo a muchos conocidos, eso fue terrible, de las cosas que más me impactaron en mi carrera”.

Recordó que cuando impartió clases de periodismo en la universidad, siempre les decía a sus alumnos que si pensaban que serían millonarios con el ejercicio de la profesión estaban completamente equivocados. “Les decía mejor busquen otra carrera, el periodismo es sacrificado, es duro, hay que madrugar, sacrificar a la familia y los salarios que se pagan son discretos. Puedo decir que no soy un periodista adinerado, pero sí he luchado y lo que tengo lo he adquirido con mucho esfuerzo y trabajo”, delineó.

No quiso concluir la entrevista sin antes enviar un mensaje a las nuevas generaciones que abrazan el ejercicio de las comunicaciones: “Les doy tres consejos: primero, lean todo los que les caiga en las manos porque al final siempre sirve para algo; segundo, tengan pasión por lo que hacen; y tercero, forjen la dedicación y el olfato, no sean periodistas del montón.

Y se marchó a paso lento, pero seguro. Así compartió Dagoberto Rodríguez los retazos de su vida. Un periodista a tiempo completo y comprometido con las libertades. JS

spot_img
spot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_imgspot_img