Tegucigalpa – Pocos minutos tenían los hondureños de haber despedido el fatídico año 2020, marcado por la llegada de la pandemia del COVID-19 y el paso de los fenómenos naturales Eta y Iota, que dejaron devastado al país, cuando la criminalidad, ya estaba haciendo de las suyas en el inicio de nuevo año 2021.
– Solo en 2020 se produjeron 44 masacres en Honduras, según estadísticas oficiales.
Se trata de una masacre en la que cuatro personas perdieron la vida y que tuvo lugar a eso de la 1:00 de la madrugada de este viernes, en el barrio Bella Vista de la ciudad de Catacamas, en el departamento de Olancho, nororiente de Honduras.
Las víctimas fueron identificadas preliminarmente con los nombres de José Roberto Guifarro (33), Sergio Dagoberto Cruz (30), René Obdulio Baqueano Oliva (50) y Cristian Joel Guifarro (20).
Según el relato de testigos, los ahora occisos, se encontraban departiendo en su vivienda cuando varios sujetos fuertemente armados llegaron al lugar y comenzaron a disparar hasta quitarles la vida.
Sobre este hecho, el subinspector de la Policía Nacional, Rigoberto Rodríguez, dijo que varios equipos de investigación se encuentran en la zona realizando la recolección de indicios y pesquisas para dar con el paradero de los victimarios de quienes no se tienen pistas.
Ese hecho violento reedita el triste episodio ocurrido justamente el 5 de enero de 2020 siempre en el departamento de Olancho, en Esquipulas del Norte, donde en una emboscada fue asesinado el alcalde de esa localidad, Santos Rufino Hernández y tres de sus acompañantes.
Después de ese hecho, Olancho fue escenario de cuatro sucesos similares, dos en la ciudad de Catacamas, una en San Francisco de Becerra y otra en Patuca, en total fueron cinco masacres en las cuales 19 personas perdieron la vida, según reportes oficiales.
Las cifras oficiales de la Secretaría de Seguridad dan cuenta que las masacres registradas en 2020 fueron 44, pese a que fue gran parte del período de confinamientos, estos hechos no se detuvieron.
Un desafío complicado para el Estado
Desde el punto de vista de la exrectora y actual directora del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS) de la UNAH, Julieta Castellanos, las características de los primeros hechos violentos que se han presentado este viernes requieren la atención inmediata de los cuerpos de investigación del Estado de Honduras.
“Debe haber un registro de quienes son los sicarios que se dedican a realizar este tipo actividades, eso requiere de un trabajo de inteligencia, es claro que hay un nivel de dificultad para investigar porque las personas, aunque sepan quienes son los responsables tienen temor hablar, por represalias de la criminalidad”, apuntó.
Según, Castellanos, esos escenarios exigen a la institucionalidad, desarrollar con beligerancia las tecnologías y estrategias de la investigación criminal, porque esa es la única forma de poder detener las bandas criminales, tras tenerlas identificadas tratar erradicarlas.
La Policía tiene que sacar todo su potencial
En ese contexto, citó dos hechos violentos que se dieron este día, una masacre planificada por la criminalidad en Olancho y un suceso registrado en Intibucá, son características distintas que generan un enorme desafío para el Estado, porque eso demuestra los grandes alcances de la violencia en el país.
Asimismo, sostiene que la violencia no termina con el fin de un año, el problema viene siendo continuo y los avances de la investigación deberían ser más visibles en el país; la Policía Nacional tiene que sacar todo su potencial para romper el círculo de la impunidad, porque ese es el fondo del problema.
La situación es preocupante
Para el abogado y experto en criminalística, Gonzalo Sánchez, el hecho de que durante dos años consecutivos se inicie con homicidios múltiples en Honduras, es algo que amerita analizar varios factores.
Recordó que el 2020 se inauguró con varias masacres y este año no es la excepción.
“Yo creo que aquí la Policía tiene que ponerle mucha atención a esto y buscar los mecanismos para frenar estas masacres”, apuntó Sánchez.
Puede ser un año muy violento
Recordó que casi siempre los asesinatos múltiples o masacres tienen como consecuencia la pelea de un territorio, muchas veces por narcomenudeo.
Consultado si este podría ser un presagio de que en el resto del año habrá muchas matanzas, Sánchez, quien fue el fundador de la Unidad de Inspecciones Oculares de la desaparecida Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), manifestó que “esperamos que no suceda eso, yo creo que ya la Policía con los antecedentes de este año, tiene que poner más interés en lo que es la prevención del delito y brindar a la ciudadanía la seguridad que nosotros nos merecemos”.
Acotó que la prevención en estos casos es súper importante para poder contener los crímenes colectivos o masacres.