Tegucigalpa – Un nuevo y duro mensaje de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) a la clase política se difundió a poco menos de seis meses de las elecciones generales. Pide no a los electores no elegir a narcotraficante y corruptos y fustiga a los 14 partidos políticos porque ninguno de todos ha presentado, a estas alturas del proceso, un plan de nación o una propuesta concreta de gobierno.
– Sociólogos y politólogos coinciden en que el llamado de la Iglesia Católica a votar con conciencia es más que oportuno y necesario.
El cuerpo de obispos pide a la población vivir el proceso electoral de noviembre “con un mayor compromiso, conciencia y responsabilidad acerca del bien común acerca del valor de la vida humana, salud y familia”.
“El abstencionismo no ayuda en nada”, remarca la Iglesia Católica, que por otro lado asegura “la población está a una inmejorable oportunidad para cambiar la situación y el rumbo del país”.
Orientan que “no se trata de votar, sino de elegir” a los hombres que dirigirán los destinos de Honduras en el próximo cuatrienio.
El llamado de los obispos enfatiza a elegir con conciencia, no votar en plancha y no ceder a la tentación de vender el voto ante intereses particulares. “Vender el voto es equivalente a vender tu conciencia y tu dignidad”, reafirman.
Honduras -cita la Conferencia Episcopal- necesita candidatos con comportamiento ético, que no estén marcados por la lacra de la corrupción o el narcotráfico.
En otro apartado, la CEH exige un mayor compromiso por parte del gobierno en la toma de decisiones por parte de los que ostentan cargos de elección popular y los que ahora se postulan deben ser conscientes de lo que les espera.
Igualmente, lamentan que ninguno de los 14 partidos políticos legalmente constituidos en el país ha sido capaces de diseñar un Plan de Nación “consensuado, sólido y realista”.
Políticos se nutren de la pobreza
En el contexto del conocimiento público del mensaje eclesial a los políticos, la socióloga Julieta Castellanos, reflexionó que un país con los niveles de pobreza que tiene Honduras -entre 60% y 70 %- la gente no hace análisis político porque está pensando en cómo sobrevivir y llevar a casa el sustento diario.
Citó que la corrupción le hace un enorme daño al país y ejemplificó el caso de las Zonas Especiales de Desarrollo Económico (ZEDEs). “Los que están en contra son los que tienen una visión a largo plazo y que piensa en la soberanía nacional, mientras el 70% en el rango de pobreza no tiene tiempo para estas reflexiones porque no tuvo la oportunidad de una formación académica que lo lleve a comprender las dinámicas complejas”, aseveró.
Subrayó que “de estas condiciones se nutren los políticos, por eso decimos que la pobreza es una caldera para ellos. Para el caso, cuando hay elecciones éstos llevan cisternas de agua, bolsas de alimentos, brigadas médicas y otros insumos básicos. Con esto conquistan el voto de la gente y son vistos como buenas personas”.
Castellanos apuntó que la población no entiende que ese dinero con el que hacen campañas los políticos es el dinero de los impuestos.
“Está bien que haya ayuda para la gente que lo necesita, lo malo y lo perverso es que los políticos les hagan creer que son ellos los que llevan esas ayudas con su dinero”, indicó.
La académica ratificó que el manejo de los proyectos sociales solo fortalece el clientelismo político en el país.
“El llamado que hace la iglesia es importante, pero hace falta que la gente conozca de dónde vienen los fondos con los que los políticos llevan las ayudas y más todavía que la gente sepa de cuánto dispone un diputado para que lleve ayuda, porque es probable que parte de ese presupuesto que recibe sea desviado para su beneficio personal”, puntualizó.
Visión cristiana de la política
En tanto, en analista Raúl Pineda Alvarado pidió analizar el pronunciamiento de los obispos como una parte de todo un contexto que deriva en el aislamiento estatal y su distancia con la empresa privada lo que ha generado que la relación se torne hostil.
“La Iglesia Católica y la Evangélica están marcando una prudente distancia de sus relaciones con el gobierno. La mayor parte de los medios de comunicación son críticos y el gobierno de Estados Unidos ya no disimula su antipatía a la discriminación frente a un gobierno que se va aislando más”, aseveró.
Pineda Alvarado dijo que el comunicado de los obispos es más panorámico de lo que parece.
La crítica de la CEH -según el analista- se refiere a los errores del gobierno y los urgentes comportamientos éticos de los candidatos.
“Estas situaciones solo generan la reacción por parte del mandatario que en nada abona a la gobernabilidad democrática particularmente cuando hay un escenario de crisis económica muy grave. Basta decir que la deuda pública con respecto al PIB llegó al 60%, cuando lo tolerable es un 20%, eso lo dice todo en cuanto a las consecuencias de aumento de pobreza”, consideró.
Insistió que la Conferencia Episcopal marca una ruta clara: es necesaria una visión cristiana de la política y eso se refiere a una visión cristiana y no religiosa.
Asistió que la política en Honduras “es cuestión de dinero” y si éstos tienen los recursos para repartir, tendrán una base social que los respalde.
“El electorado vive su cotidianidad y quiere sobrevivir, en todo caso este fenómeno tiene que ver con la depravación de la masa electoral y a eso se refiere la iglesia, hay que educar la gente para que sean más ciudadanos y menos habitantes”, interpretó.
Ultimó que en Honduras el crimen organizado se enraizó en la política y no será fácil suprimirlo. Para el caso, donde el gobierno no cumple sus obligaciones los traficantes las están cumpliendo: “ellos aportan los vehículos para trasladar los enfermos, financian operaciones quirúrgicas, arreglan caminos y construyen hasta carreteras, lo que despierta la simpatía de un sector que piensa más con el estómago que con el cerebro”.
Voto razonado
El director del Instituto Holandés para la Democracia, Luis León, coincidió con la Conferencia Episcopal que el proceso electoral de noviembre se presenta como la oportunidad para tomar decisiones realmente coherentes por parte del pueblo hondureño.
Apuntó que los políticos deben demostrar sus intereses colectivos apartados de la compra de votos, metas o credenciales y que no sea esto lo que determine la realidad del país.
A criterio de León, los obispos hondureños enfatizan en la urgente necesidad de que el voto sea razonado, además de la fuerte crítica a que sean los partidos políticos los que ejecuten y administren el sistema electoral.
Demandó que la ciudadanía debe exigir una agenda de soluciones a los problemas de la nación. “Vemos candidatos con luchas políticas-partidarias, pero con pocas propuestas para atender los problemas básicos de Honduras”, caviló.
El analista dijo que en Honduras la gente vota sin formación y conocimiento cívico, “aquí no votamos por los que creemos que puedan cambiar nuestras realidades, sino que lo hacemos por aquel que creemos que es un amigo, por aquel que creemos que se lo merece porque metió goles en nuestro equipo de fútbol, porque canta bien o porque es bonita; segundo, porque llegó al barrio y nos hizo una cuneta, nos llevó una bolsa o un plato de comida… esto es una falta de formación cívica y eso nos hace vulnerables a votar por estos personajes”
León calificó como “oportuno” el llamado de los obispos hondureños. “Esperamos que la población hondureña ponga atención a estos comunicados que el único interés es generar conciencia y espacios cívicos para derivar en un voto razonado”, concluyó.
Conciencia ciudadana
Mientras, el sociólogo Julio Navarro reconoció que la Conferencia Episcopal ha mantenido un alto grado de legitimidad y reconocimiento en las valoraciones que hace sobre la situación del país, no solo en el manejo de la fe, sino en el grado de conciencia ciudadana que se debe tener para elegir autoridades que respondan a los intereses de país.
“La Conferencia Episcopal es muy clara al recordarle al hondureño que no todas las personas que salieron del proceso de elecciones primarias tienen la idoneidad como para ostentar los cargos de elección a diputados, alcaldes, designados presidenciales o presidentes de la República”, expresó.
Navarro mencionó que los obispos reclaman que debiese haber una elección que pudiera cuidar el perfil que debe tener cada uno de los aspirantes a cargos públicos, “de manera que debería de haber un artículo en la Ley Electoral o la Constitución que diga, no solo los requisitos para optar a un cargo determinado, sino que debería decirnos quienes no pueden aspirar”.
Meditó que “hoy vemos que personas imputadas en los tribunales, primero firman el libro en los juzgados y luego van al Congreso a legislar, producto de eso fue la emisión de un nuevo Código Penal que realmente suavizó las penas que deberían tener aquellas personas que han delinquido principalmente en actos de corrupción”.
El entrevistado valoró que “bienvenidas las apreciaciones que hace la Conferencia Episcopal porque tienen toda la valoración moral ganada en el transcurso de los años en ser un veedor de nuestra realidad”.
Tachó que en los últimos 25 años los hondureños han confundido la disputa electoral con la moralidad que deben tener los aspirantes a cargos públicos.
“Es hora de cambiar esa visión, ese patrón cultural de que creemos que hay que ir con el que consideramos débil y a veces el débil realmente es un abusador de la legislación y las normas que rigen nuestra sociedad”, interpretó.