“Llevamos años pidiendo lo que dice el evangelio, conversión y en este caso hay que convertir el poder de denominación al poder servicio ya que la verdadera autoridad no es aquella que tiene poder delante de los demás sino la que tiene responsabilidades para con los demás”, reflexionó.
En ese sentido, dijo que los políticos y los gobernantes hondureños deben buscar esa conversión. “Ya no podemos seguir con los mismos jueguitos, aprovechándonos de las circunstancias y seguir postergando decisiones solamente para quedar bien, el populismo al igual que la corrupción hacen muchísimo daño a nuestra sociedad”, acotó.
Añadió que “nuestros políticos y nuestros gobernantes deben cambiar esa mentalidad y dejar de ver a los pobres y a los necesitados como un gran negocio, porque también se puede negociar y en nuestro país, los pobres son un gran negocio y para comenzar sirven a los ricos para calmar su conciencia ofreciendo limosnas”.
Aseveró que los políticos hondureños se benefician de los pobres porque piden en su nombre y reciben grandes cantidades de dinero que no llegan a los pobres.
Por esa razón, reiteró el llamado para “no hacer un negocio de la pobreza y de estas calamidades y estas emergencias, tengo que fe que nuestra gente va a estar más despierta y más inteligente y va a poder discernir y de escoger, quién en serio es un buen político y quién es un arribista”.
Reyes manifestó que se debe dejar de creer que Honduras va a cambiar de milagro o por casualidad y todavía hay gente que está esperando sacarse la lotería y así resolver sus problemas o recibir un bono o que su partido político le ayude, esa mentalidad tiene que ir quedando en el pasado y cada quien tiene que trabajar, esforzarse, administrar bien y hacerlo bien.
Indicó que los recientes acontecimientos como los incendios en la cárcel de Comayagua y en los mercados capitalinos, deben ser tomados para bien pues todas las sociedades han aprendido de esas experiencias.
“Ojalá que nosotros también aprendamos y no suframos en vano, para que esas vidas no se hayan perdido en el vacío. No pensemos que el presidente de la República o que el alcalde van a resolver todos los problemas, no es desde la Casa Presidencial o desde la comuna capitalina que va a ocurrir eso, los problemas de Honduras solamente se van a resolver cuando cada persona, cada matrimonio, cada familia y cada comunidad y la sociedad entera asuma su responsabilidad”, concluyó.
