Tegucigalpa – Una acongojada madre reclamó esta madrugada en la morgue judicial del Ministerio Público en esta capital, el cadáver de su hija de apenas 13 años quien tomó la fatal decisión de suicidarse al ingerir dos pastillas que se utilizan para curar frijoles.
El suceso ocurrió en la aldea Potrerillos del municipio de Juticalpa, Olancho, región oriental de Honduras, luego que la niña junto a su familia, salieran de un culto en una iglesia evangélica.
La madre relató que, tras llegar a su casa, la niña se encerró en un cuarto y unos minutos más tarde, descubrió que la menor había ingerido las fatales pastillas.
“Eso fue en segundos en la casa cuando yo sentí el olor a la pastilla, yo comencé a buscarla y la encontré tirada”, describió la madre quien apuntó que la niña asistía a la iglesia.
Añadió que la niña nunca le comentó nada acerca de algún problema que la estuviera atormentando por lo que no se explica cómo su hija tomó esa terrible decisión.
Destacó que la niña era muy entregada a las cosas de Dios, llena de vida y alegría y era aventajada alumna del séptimo grado.
El cuerpo de la menor fue trasladado hasta la aldea Potrerillos donde es velada y posteriormente se le dará cristiana sepultura en el campo santo de ese sector.
