Miami – Un inmigrante cubano que tenía una orden de deportación murió este lunes bajo custodia de las autoridades migratorias en Miami (Florida, EEUU) de un ataque cardíaco, informó la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
La agencia federal señaló este martes en un comunicado que el cubano, de 63 años y al que no identificó porque sus familiares no han sido notificados, murió en el Hospital Comunitario Larkin, en el sur de Miami, donde estaba hospitalizado desde el jueves pasado.
Precisó que el inmigrante, que estuvo preso en varias ocasiones por robo, asalto agravado y otros delitos relacionados con drogas en Nueva Jersey, enfrentaba desde julio de 2000 una orden de deportación a Cuba expedida por un juez migratorio.
ICE detalló que las autoridades migratorias asumieron el pasado 14 de enero la custodia del cubano cuando terminó una condena de 15 días por robo en el Centro Correccional Turner Gilford Knight, en Miami.
Sobre las causas de la muerte, ICE aseguró que «está llevando a cabo una revisión exhaustiva de este incidente en toda la agencia, como lo hace en todos los casos».
Según ICE, las muertes bajo custodia de ICE, «estadísticamente, son extremadamente raras y ocurren en una fracción del promedio nacional para la población detenida en Estados Unidos».
En lo que va del presente año fiscal, que comenzó el pasado 1 de octubre, por lo menos seis inmigrantes indocumentados han muerto bajo custodia de las autoridades migratorias en el país.
Según el centro de estudios Instituto Cato, ocho personas murieron en detención de inmigración durante el año fiscal 2019, en comparación con 10 del periodo anterior.
ICE, que señaló además que había «notificado» a las autoridades cubanas sobre la muerte del inmigrante, dijo que la agencia federal está firmemente comprometido con la salud y el bienestar de todos los que están bajo su custodia».
El cubano, que llegó en 1980 a los cayos de Florida, fue sentenciado en 1984 a 10 años de prisión en Nueva Jersey por «delitos graves de heroína y asalto agravado con un arma».
Posteriormente, en 2009, fue declarado culpable de posesión ilegal de un arma en el Tribunal Superior del Condado de Mercer, también en Nueva Jersey, y sentenciado a un año y medio de cárcel.
En junio de 2014 fue condenado en el mismo tribunal por «posesión de una sustancia controlada» y sentenciado a tres años de libertad condicional.