La sede del INA se ha mantenido cerrada debido a que sindicalistas de esa entidad encabezan la resistencia que busca restituir en el poder al ex presidente Manuel Zelaya.
Villanueva declaró hoy, a medios locales de prensa, que “la toma a la institución le ha hecho mucho daño a los productores agrícolas del país, teniendo especial impacto en el quehacer productivo económico y social de Honduras”.
Otros sectores alegan que el cierre del INA no se ha sentido en el desarrollo agrario del país ya que la alta politización y el mal manejo de las políticas de desarrollo le han convertido en un elefante blanco.
Sectores campesinos y agroindustriales analizan la posibilidad de cerrar el INA temporalmente para refundarlo para recuperar su papel dentro del contexto de desarrollo nacional.







