«No creo que se llegue a esos extremos» de que tropas extranjeras invadan Honduras, declaró el gobernante de facto a radio América de Tegucigalpa, sin mencionar a ningún país.
«Sin embargo, la presión de los dólares y la presión del petróleo podría llenar de ilusiones a muchos que pudieran pretender eso», apuntó Micheletti, a quien el Parlamento designó como gobernante después de que los militares expulsaran del país a Zelaya el 28 de junio.
Agregó: «Si nosotros tuviésemos una invasión, yo no voy a permitir que se derrame una gota de sangre del pueblo hondureño».
«Si acaso pretenden invadir y llegan quienes puedan tener el poder de una invasión, voy a ordenar a las Fuerzas Armadas que no disparemos un tiro, que no disparemos un fusil, para que no haya ningún problema», indicó.
«Si fuerzas extranjeras, ya sea coaliciones político-militares en el mundo, se unen, yo no voy a permitir un derramamiento de una gota de sangre de ningún hondureño», insistió.
Ayer Micheletti había dicho a la prensa, también sin mencionar a ningún país: «Somos gente de paz, quien trate de invadirnos va a tener una respuesta del pueblo, pero sabemos que hay poderes mucho más fuertes en armamento, en inteligencia, en cantidades de soldados, pero aquí estamos listos porque tenemos la fe que Dios está con todos nosotros».
En sus declaraciones de hoy, Micheletti advirtió que las Fuerzas Armadas hondureñas sí actuarán contra grupos armados irregulares que se organicen eventualmente.
«Si nosotros sabemos (…) de grupos que puedan armarse, o prepararse para armarse, o apoyados por hermanos de las repúblicas centroamericanas, sí vamos a defendernos, porque ese es nuestro deber como ciudadanos y como patriotas».
A finales de julio pasado, Zelaya anunció en Ocotal, poblado nicaragüense fronterizo con Honduras, que organizaría un grupo armado para forzar la salida de los golpistas y retomar el poder.
Incluso hubo un grupo de seguidores que inició entrenamientos, pero después aparentemente desapareció.
El Gobierno de Micheletti no es reconocido por la comunidad internacional, que le ha aplicado varias sanciones diplomáticas y económicas para obligarlo a dejar el poder y que Zelaya sea restituido en el cargo, y también amenaza con no reconocer los resultados de las elecciones del 29 de noviembre próximo.
Micheletti dijo no saber «qué es lo que realmente pretenden los otros países del mundo» con Honduras.
«¿Será que hay extremado interés económico de parte de algunos otros y que nosotros somos, de repente, una cuña en sus problemas de seguir inclinando la rabadilla ante el nuevo rey de América Latina (no mencionó quién es), o será que pretenderán que nosotros vamos a doblegarnos ante las presiones que nos puedan hacer?», se preguntó.
En la misma entrevista, Micheletti negó estar enfermo, como se informó en algunos medios de comunicación local. “Yo estoy perfectamente de salud”.
Asimismo reiteró su disposición de llevar al país a elecciones generales libres y transparentes el próximo 29 de noviembre, y al traspaso de poder el 27 de enero de 2010, como lo establece la Constitución de la República.
“Vamos a elecciones generales esto no es un planteamiento hecho por este gobierno todos sabemos que la convocatoria es desde el 2008 y vamos a ir a elecciones libres y eso nos va a dar la oportunidad de abrir los espacios que nos han cerrando hoy por presiones de los países que no tienen el menor respeto por nuestra constitución”, apuntó.
En cuanto la visita que realizan hoy los candidatos presidenciales a Costa Rica, Micheletti dijo que “el presidente Oscar Arias y su actitud, donde un día aparece diciendo que vamos a elecciones y el otro dice que no, es como un títere que están manipulando…”.
“Yo honestamente dije a los candidatos está muy bien que vayan a Costa Rica y que se den cuenta que Honduras no tiene ninguna opresión contra nadie para que tomen las decisiones que están tomando, y que los candidatos digan lo que su corazón les haga decir para que nosotros podamos continuar viviendo en este país en paz y democracia”, comentó.
Consideró, además, que Oscar Arias “dejó de ser un correcto mediador”.







