En 2008 murieron 60 periodistas en el mundo (quince de ellos en Irak; 7 en Pakistán; 6 en Filipinas; 4 en Georgia; 4 en México; 3 en la India y 3 en Tailandia, entre otros).
Sin embargo los años más sangrientos para la prensa mundial de los últimos quince han sido 2007, en el que murieron 87 periodistas (47 en Irak, 8 en Somalia y 6 en Pakistán); y 2006 en el que perdieron la vida violentamente 85 profesionales de la prensa (41 en Irak, 9 en México y 6 en Filipinas), siempre según Reporteros Sin Fronteras.
En Latinoamérica, según los datos de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) recogidos hasta el 3 de mayo de 2009, en los últimos quince años han sido asesinados 338 profesionales de la prensa debido al ejercicio de su profesión y 11 más permanecen desaparecidos, sin contar la muerte de Christian Poveda.
Colombia (121), México (71 asesinados y 9 desaparecidos) y Brasil (31 y 1) lideran la estadística. En El Salvador han fallecido 16 periodistas en los últimos quince años, incluyendo a Poveda.
En 2009, según los datos de la SIP, han sido asesinados dos periodistas en México, y uno en Honduras, Guatemala y Venezuela, además del fotógrafo que murió ayer en El Salvador.
El último reportero español muerto violentamente en el ejercicio de su profesión fue Ricardo Ortega, corresponsal de Antena 3 Televisión, que murió el 7 de octubre de 2004 en Puerto Príncipe (Haití) tras recibir dos disparos de presuntos partidarios del ex presidente Jean-Bertrand Aristide, cuando cubría una manifestación de opositores al ex gobernante.







