Ciudad de Panamá- El clamor popular se hizo sentir en las calles de la capital panameña este jueves, donde se congregaron diversos sectores obreros para expresar su rechazo a las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre retomar el control del canal de Panamá y la oposición a las reformas a la Caja de Seguro Social (CSS), con las que se busca resolver la crisis financiera por la que atraviesa esta entidad y su programa de pensiones.
Saúl Méndez, líder del Sindicato de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), anunció la intención de convocar a una huelga nacional indefinida en repudio al proyecto 163, que busca modificar la ley de seguridad social en Panamá.
«Antes de esta medida extrema se llevará a cabo una huelga de advertencia de 24 horas», señaló Méndez, sin precisar la fecha del inicio del paro.
Advirtió que frente a las posibles acciones gubernamentales para minimizar el movimiento sindical, «Suntracs va librar esta batalla en el terreno que quieran».
Más allá de protestar en contra de las reformas a la ley de seguridad social, la marcha también sirvió de escenario para denunciar la detención de 83 miembros del Suntracs, acusados de diversos delitos y a quienes se les ha impuesto la obligación de reportarse periódicamente ante las autoridades.
En un acto simbólico, se representaron los supuestos abusos policiales sufridos por los manifestantes, evidenciando la tensión entre los trabajadores y las fuerzas de seguridad.
Los grupos sindicales también se pronunciaron en contra de las amenazas del presidente Trump de retomar el control sobre el canal de Panamá, alegando una influencia china en la vía interoceánica y en sus puertos.
Los manifestantes expresaron su patriotismo con consignas como «¡Un solo territorio, una sola bandera!» y «¡Esta patria no se vende, está patria se defiende!», rechazando cualquier tipo de venta o concesión del territorio nacional a los Estados Unidos.
La presencia en Panamá del almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur del Ejército de EE.UU. fue objeto de críticas por parte de los líderes sindicales, quienes lo consideraron un acto «repudiable y de sumisión» por parte del Gobierno panameño.
«Ahí Mulino no dice nada y está de rodillas frente al gringo, pero el pueblo va a defender su país», expresó Méndez.
La marcha de los grupos sindicales, que culminó frente al parlamento panameño bajó una fuerte lluvia, no logró el encuentro con los legisladores, quienes ya habían abandonado la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) tras finalizar la sesión del día. EFE/lb