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Los griegos celebran la victoria del «no» en un ambiente de esperanza

Atenas.- En un ambiente de renovada esperanza, miles de griegos han celebrado hoy el rotundo «no» a las condiciones de los acreedores que han manifestado en las urnas.

-El «no» gana en el referéndum de Grecia con el 61,3 % de los votos


-Según los resultados oficiales tras el escrutinio del 95 % de los votos, el «no» logró el 61,3 % mientras que el «sí» obtuvo el 38,7 %, con una participación que alcanzó el 62,5 % en una jornada que transcurrió sin incidentes.


Con una pantalla gigante, sillas plegables y un equipo de música, muchos siguieron la jornada desde la calle, no muy lejos del centro de Atenas.

Concretamente, en la plaza Kumunduru, donde durante la campaña y las elecciones generales de enero, el partido izquierdista Syriza celebró la victoria.

Los rumores hablaban de una posible intervención allí del primer ministro, Alexis Tsipras, de la que todos estaban pendientes.

Pero ya antes de que el tanto por ciento escrutado llegara a la mitad, marcharon hasta la simbólica plaza de Syntagma para celebrar juntos la victoria del «no», en una imagen de confluencia que rompía con el mensaje de que el referéndum ha dividido a la sociedad.

De hecho, entre las escenas más repetidas estuvieron los abrazos entre amigos, las parejas besándose y las manos entrelazadas junto al puño en alto.

El sentir general era muy parecido al vivido en las elecciones de enero, con estudiantes, turistas y políticos que acudieron solo para vivir este momento, que consideran histórico.

Es el caso de Aitor, un valenciano de 33 años, que explicaba a Efe cómo de improvisado ha sido su viaje.

«Ya estuve con los indignados en 2011, y después volví en las elecciones de enero. Ayer, después de beber un poco, me compré el billete para volar a Atenas. No podía perdérmelo», dijo.

A su lado, Marius, un griego con poco más de veinte años que habla español a la perfección y que no podía disimular una sonrisa eufórica.

«Ni siquiera sé por qué, pero tengo la esperanza de que ahora todo vaya mejor, de que mañana tengamos un acuerdo mejor. De verdad, he recuperado la esperanza», comentaba con las manos en el pecho.

Para él, como para Irini, una mujer cercana a los 60, lo importante es que esta vez les han «dado la voz» para que sean ellos quienes decidan su futuro.

«Mañana tendremos un mejor acuerdo. Ahora solo espero que esta vez nos escuchen y algo cambie», aseguraba Irini.

Todos ellos se preguntaban dónde y cuándo comparecería Tsipras, que tras unos minutos apareció en un mensaje televisado para asegurar que «el referéndum de hoy no tiene vencedores ni vencidos, sino que es una victoria en sí mismo».

Pero en realidad, Tsipras sí fue el principal vencedor de una noche que incluso se llevó por delante al líder de la oposición, el conservador Andonis Samarás, que dimitió tras conocer el resultado.

«También tienen que dimitir Juncker, y Merkel, y Schulz», gritaba un joven a las cámaras de televisión jaleado por sus amigos.

En la plaza, la presencia de medios era tan acusada que parecía parte de un decorado, con la gente esquivándolos para poder seguir a su ritmo la fiesta, con cánticos, bailes y un marcado carácter internacional.

«El pueblo, unido, jamás será vencido», era uno de los muchos lemas que podían oirse.

Aun así, para algunos, el «no» triunfador en el referéndum de hoy es solo el primer paso de un camino mucho más ambicioso que creen que ahora debe seguir Grecia, y que pasa por el impago de la deuda, y quizá por la salida de la zona euro.

Es el caso de los colectivos anarquistas y comunistas que también encontraron su espacio en la plaza. EFE

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