Los fósiles son capaces de situarnos en un escenario de hace millones de años. Ahora, un grupo de científicos españoles ha reconstruido las condiciones climáticas de hace 70 millones de años a partir de restos de dinosaurios y otros animales del yacimiento de “Lo Hueco” (Cuenca), además de la dieta de éstos.
Los investigadores han realizado análisis geoquímicos -de isótopos de carbono y oxígeno- a fósiles de saurópodos -unos dinosaurios de proporciones enormes-, terópodos dromeosaúridos -dinosaurios carnívoros-, tortugas, cocodrilos y peces.
“Es la primera vez que se tiene un análisis isotópico de una fauna tan variada del Cretácico Superior en la Península Ibérica”, ha confirmado a Efe Laura Domingo, autora principal de esta investigación y científica en el Instituto de Geociencias (CSIC-UCM) y la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Las conclusiones de este estudio, que “habla” de las condiciones climáticas, ecológicas e hidrológicas de un ecosistema del Cretácico Superior en la península, se publican en la revista PLOS ONE.
Además, han participado científicos de la Universidad de Alcalá y de la Autónoma de Madrid (UAM).
A comienzos del verano de 2007, las obras de construcción del AVE Madrid-Levante dejaron al descubierto una serie de arcillas grisáceas y rojizas con grandes huesos al atravesar un pequeño cerro denominado Lo Hueco, ha recordado el CSIC en una nota.
Un equipo de paleontólogos, coordinado por José Luis Sanz, de la UAM, identificó los restos fósiles como pertenecientes a dinosaurios saurópodos del grupo de los titanosaurios, grandes herbívoros de cuellos muy largos.
Pero no solo estos dinosaurios eran los vertebrados que poblaban esta zona de la Península Ibérica durante el Cretácico Superior (período que se extiende desde unos 99 millones de años hasta 65 millones de años atrás), también cocodrilos muy parecidos a los actuales (eusuquios), tortugas ya extintas que escondían su cuello lateralmente (botremídidas) y peces óseos primitivos (lepisósteos).
Esa concentración de especies tuvo lugar en una llanura de inundación continental fangosa, atravesada por canales arenosos y expuesta a la influencia intermitente y sucesiva de aguas dulces y salobres, al encontrarse próxima a la costa en aquella época.
Según el estudio de PLOS ONE, en el entorno de Lo Hueco abundaban árboles, arbustos, hierbas y plantas con flores, de las que se habrían alimentado los grandes saurópodos.
Presas de agua salada y agua dulce como bebida
Los cocodrilos comían presas de agua salada pero bebían agua dulce, conclusión a la que los investigadores han llegado después de cotejar los registros obtenidos en Lo Hueco con datos isotópicos actuales de cocodrilos de Luisiana y Florida (EEUU).
Las tortugas se alimentaban de vegetación e invertebrados acuáticos y terrestres, según Domingo, quien ha señalado además que este estudio apunta que los saurópodos no fueron presa de los dromeosáuridos, entre ellos los Velociraptor.
A esta deducción, han llegado gracias al análisis geoquímicos de esmalte dental de dinosaurios carnívoros y herbívoros.
El yacimiento de Lo Hueco (considerado la Atapuerca de los dinosaurios por sus más de 10.000 fósiles, según el CSIC) se encontraba en una latitud aproximada de 31 grados norte, en una posición más cercana al Ecuador.
En esa época, el clima de la Tierra se caracterizaba por presentar temperaturas más elevadas que ahora, con una alta concentración de CO2 en la atmósfera y ausencia de casquetes polares permanentes.
La proporción de isótopos estables de oxígeno en el tejido óseo de los dinosaurios ha aportado información sobre el agua ingerida a lo largo de un año, así como de la temperatura media anual, mientras que los cocodrilos y tortugas han facilitado información sobre temperaturas en los meses más cálidos del año.
La comparación con datos de modelos climáticos y de estaciones meteorológicas costeras actuales situadas en una latitud similiar a la de Lo Hueco indica que la amplitud térmica estacional en el Cretácico Superior entra dentro del rango actual.
“Dichos análisis han permitido determinar que la diferencia entre la temperatura media anual y la temperatura de los meses más cálidos del año es similar a la actual”, ha constatado a Efe Domingo.
Para esta científica, este estudio es importante porque la abundancia y diversidad de los restos de vertebrados hallados en Lo Hueco ha permitido realizar por primera vez un análisis geoquímico en un elevado número de diferentes especies de un mismo yacimiento del Cretácico Superior de la península con el objeto de obtener información paleoclimática, paleohidrológica, paleoecológica y paleoambiental. EFE