São Paulo– Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, lamentó este viernes la decisión de EE.UU. de retirar las sanciones financieras que había impuesto a un miembro de la Corte Suprema de Brasil para intentar frenar el juicio por golpismo contra su padre.
El diputado, uno de los principales impulsores de las sanciones, dijo haber recibido «con pesar» el anuncio de la retirada del nombre del magistrado Alexandre de Moraes, instructor del caso contra su padre, de la lista de violadores de derechos humanos prevista en la Ley Magnitsky.
La sanción, que la Casa Blanca de Donald Trump anunció en julio pasado, implicó el congelamiento de todos los bienes y activos que De Moraes pudiera tener en el país norteamericano.
Eduardo Bolsonaro, sin embargo, evitó criticar directamente a Trump y afirmó que era el «deber» del mandatario defender los «intereses estratégicos» de EE.UU.
En cambio, el diputado atribuyó el fracaso de la campaña de presión contra el Supremo brasileño a la «falta de cohesión interna» y al «insuficiente apoyo» a las iniciativas que él impulsó en el país norteamericano, donde se encuentra desde hace meses y se dice en «en el exilio», para librar a su padre de la cárcel.
Con todo, dijo que continuará trabajando de forma «firme y resuelta» para encontrar un «camino que permita la liberación» de Brasil.
Eduardo Bolsonaro corre el riesgo de perder su mandato de diputado la semana que viene por acumulación de faltas, ya que reside en EE.UU. desde marzo.
Por otro lado, el Supremo imputó al hijo del exmandatario ultra por «coacción», debido a su apoyo a la campaña de presión frente a la Casa Blanca para interferir en el proceso judicial.
La maniobra del diputado y las sanciones de EE.UU. no lograron evitar que Jair Bolsonaro fuera condenado en septiembre a 27 años de prisión por planear un golpe de Estado para mantenerse en el poder tras las elecciones de 2022, que perdió frente a Luiz Inácio Lula da Silva.
Los presidentes Lula y Trump han acercado posiciones en los últimos meses y han negociado el levantamiento de parte de los aranceles del 50 % que la Casa Blanca impuso a las importaciones brasileñas, también con motivo del juicio contra Bolsonaro.EFE







