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Pese a que hay opiniones y aseguraciones que exponen que La Casa Blanca, ya días dejó de pensar y que sacó de su agenda internacional a América Latina, en el fondo y quehacer político de la Diplomacia Estadounidense, no cabe duda, que los latinoamericanos son muy importantes y hasta determinantes en la vida social, política y económica de la Nación más poderosa de la Tierra.
En este sentido, nos permitimos exponer algunas ideas respecto a qué Latinoamérica está en la mira, diríamos no solo de los gringos, sino que también de los chinos. En esta entrega, solo nos referimos a la mirada del Gobierno del Presidente Trump y como dirige su política exterior hacia estos países del Sur.
Los pronósticos económicos para América Latina no son tan halagüeños, pues probablemente será una de las regiones del mundo que no experimentará mucho crecimiento. Obviamente, que esto afectará los niveles de vida de los ciudadanos latinoamericanos, que cada cuatro o seis años se entusiasman por los ascensos presidenciales, creyendo que estos que alcanzan los solios presidenciales cumplirán con las promesas de campaña que enarbolan y casi juran que cumplirán, pero que una vez, sentados y ejerciendo el poder, se olvidan y le apuestan a otras agendas en donde los pobres y menos favorecidos no aparecen más en los programas y proyectos sociales,
ni mucho menos en las políticas públicas. La situación y el aumento de la pobreza y las escasas posibilidades de vida digna se ven cada vez más lejos.
Los países de América Latina, hablan de vivir en democracias participativas, porque permiten elecciones y eligen presidentes ya sea de Izquierda o de Derecha, desembocando siempre en el aumento de desigualdades, inequidades, pobreza, pauperismo e indigencia. Hay millones de latinoamericanos en medio de la tormenta, como decía Eduardo Galeano, literalmente pidiendo en las calles y avenidas de las ciudades más importantes de sus países. La riqueza en estos países del Sur, como les llaman en los últimos años, está distribuida inequitativamente, lo que trae como aparejada consecuencia pobreza sobre pobreza, desesperanza sobre desesperanza. Por lo que se avisora no se ve por ningún lado alguna mejoría para la población, pues los índices y prácticas de corrupción se agudizan cada vez más.
Hay una realidad política para al menos Chile, Ecuador, Bolivia y Honduras, que para el 2025, irán a elecciones, luego en el 2026, Costa Rica, Brasil, Perú y Colombia, lo que significa que de alguna manera habrá una recomposición y reconfiguración de los gobiernos en relación a Los Estados Unidos. Estos nuevos presidentes, podrían estar tendentes ya sea a la Izquierda, Derecha, Centro Izquierda, Centro Derecha o quién sabe hacia qué otros rumbos ideológicos . La arremetida que hace China en estos países, no cabe duda, que es con la intención de medir fuerzas hegemónicas con su socio pero a la vez rival económico y político como lo es USA.
El gobierno de Trump enfrenta problemas difíciles: Las drogas principalmente, el Fentanilo, la política migratoria, la aplicación de aranceles,
los gobiernos autoritarios, Venezuela, Cuba y Nicaragua y la incursión de China en América Latina. Sumado a lo anterior, está la posición del presidente Trump en relación al Canal de Panamá, donde arguye que el Canal fue construido por Estados Unidos y no para China. Panamá según el presidente Trump, cobra los aranceles más altos, lo cual no seguirá permitiendo.
Recientemente el Secretario de Estado de origen cubano, Marco Rubio, visitó Centroamérica, excepto a Honduras y Nicaragua, para muchos analistas es un mensaje directo a los presidentes de estos dos países representados por gobiernos que levantan banderas de Izquierda, cosa que no agrada a la política exterior de los Estados Unidos. Un problema inminente y ya en marcha por la política de Washington es que como se apunta arriba en este artículo es la política migratoria que se dirige a deportar los indocumentados y a cerrar los programas de TPS, cosa que pondría por ejemplo a Honduras en una situación de precariedad pues sólo en remesas los hondureños envían más de 9 mil millones de dólares al año, lo que representa el sostenimiento de la economía hondureña.
América Latina debe negociar con dignidad con los Estados Unidos a efecto de establecer mejores relaciones de cordialidad y respeto, así mismo cooperación bilateral en temas de tráfico de drogas, inversiones, respeto a la autodeterminación que como Estados soberanos les asiste el Derecho de serlo como tales, Intercambios de productos, que se aproximen a la equidad comercial, en exportaciones e importaciones. Establecer convenios para la contratación de mano de obra latina la cual pueda ser contratada de manera legal por compañías norteamericanas. Interés en los temas comerciales, migratorios y medioambientales. A nuestro criterio, los EEUU, tienen razón de poner sus reglas en relación a las olas migratorias, el crimen organizado y lo peor sería la presencia en el suelo norteamericano de un terrorismo internacional que podría amenazar la estabilidad y seguridad de los EUA. Aún cuando pensemos o creamos que no estemos en la mira, si lo estamos.