La CIDH plantea que cuatro muertes, ocurridas en Honduras después del 28 de junio, cuando salió del poder Manuel Zelaya, probablemente están ligadas a agentes del Estado.
Asimismo, plantea que las manifestaciones de los “zelayistas” son pacíficas y atribuye las agresiones y los actos de violencia a particulares.
En otro parte los comisionados de la CIDH califican de desmedido el uso de la fuerza por parte de los agentes de seguridad.
Asimismo, indican que el hecho de que los niños, niñas y adolescentes de Honduras no reciban clases y se les niegue el derecho a la educación, pese a los reclamos permanentes de los propios educandos y de lospadres de familia, corresponde a la situación de polarización social en el contexto de la crisis política.
Frente a estas consideraciones el canciller hondureño Carlos López Contreras dijo que la OEA, “al menos su secretario general busca presionar internacionalmente para que Honduras acepte condiciones en el marco de la propuesta de San José pero el Estado tiene derecho a presentar sus observaciones” indicó.
Los cancilleres enviados de la OEA llegan a Tegucigalpa, la capital hondureña, este lunes y su visita busca contribuir a los arreglos pacíficos de la crisis que impera en el país. Las autoridades hondureñas y grupos de sociedad civil dicen aceptar la visita de los jefes de política exterior de naciones del continente pero indican que no aceptarán arreglos que contravengan la Constitución hondureña.
